Prostitutas exigen trabajar en blanco

Basta con asomar la cabeza a las inmediaciones del Parque 9 de Julio para darse cuenta de que la prostitución, existe. Basta con encuestar a 6,7,8 personas sobre prostíbulos, indagar sobre lo que nos contaron y encontraremos una infinidad de estos. Con falsos contratos de alquiler y muchas chicas que están "hospedadas", los prostíbulos siguen manejándose a pesar de cualquier decreto, o ley, sancionadas en la Legislatura, las condiciones de la gente que trabaja en los prostíbulos son, hoy, denunciadas por dos personas.

En una entrevista con los estudiantes del Gymnasium, Caro y Nataly (nombre ficticio, no desean develar su identidad) exhortaron a que se empiece a tratar el tema de la legalización de la prostitución

"Hay chicas de 15, 16 y 17 años, algunas embarazadas, que por $ 30 se suben a cualquier auto, los mismos policías lo saben y nadie se hace cargo. Necesitamos tener una obra social, controles sanitarios gratuitos, que se nos considere igual que a un comerciante, o a un obrero de fábrica; necesitamos que se hable de este tema. Queremos trabajar en blanco porque la prostitución es un trabajo, así nos ganamos la vida", dice Caro.

"Viví un incendio en el prostíbulo La Paloma y fue lo más chocante que me pasó en la vida, una experiencia horrible. Además de que no nos pagaron, nos dejaron tiradas, salimos con muchos problemas físicos como quemaduras. Muchas de las chicas que conocía de ahí siguen con tratamiento psicológico. Una obra social no nos hubiera venido mal", aporta Nataly

Al consultarle a la primera chica sobre cómo difunde su oferta sexual, nos habló de una página en internet, avalada por una fundación.

"En la página no hay menores, es todo legal, la misma fundación autorizó la página. Pagamos un mensual. Por publicarnos, en mi caso pago $ 400 por mes".

Al margen de las pocas frases citadas, las dos entrevistadas fueron detallistas en cuanto a lo que consideran su trabajo, los detalles narrados no son de interés periodístico.

El ejemplo sueco y sus resultados positivos

En 1999 en Suecia se aprobó una ley que permite la venta de servicios sexuales, y penaliza los abusos. La ley destina una importante partida presupuestaria a las personas que quieran abandonar la venta de sus servicios sexuales, y también a la educación sexual integral del público en general. Los fiscales de los Juzgados tienen en claro que los explotadores deben ser castigados y las víctimas prostitutas deben recibir ayuda. Se invirtió mucho en capacitación para la policía. En un lapso de cinco años, en Estocolmo, capital del país escandinavo, la ley tuvo resultados sorprendentes, se redujo en un 80% la cifra de mujeres que se prostituyen. Mientras que en otras ciudades suecas, la prostitución es casi inexistente.

Suecia aprobó, además, una legislación adicional a la Ley de Prostitución de Tráfico Humano, que consistía en otorgarle facultades al Gobierno para perseguir las redes de trata.

Opiniones encontradas en la legislatura

Al ser consultado sobre la legalización y la puesta en blanco de la prostitución, el legislador camporista, Jesús Salim, dijo: "Creemos que el estado debe brindar todas las herramientas para que ninguna persona tenga que ofertar su cuerpo de esa manera; la prostitución no es un trabajo, y si no lo consideramos trabajo no tiene que estar registrado. No debe ser un trabajo, tenemos que garantizar todas las herramientas para que ninguna mujer oferte su cuerpo.

El legislador Alberto Colombres Garmendia, sentenció: "Todo el mundo sabe dónde funciona. Soy partidario de la legalización, me animaría a ir por la reglamentación. Mientras haya pobreza, habrá prostitución".

Ambos coincidieron en repudiar los dichos del legislador santracruceño Rubén Contreras, que pidió que no se prohíban los prostíbulos. Salim exhortó a que sea separado por inhabilidad moral de la Cámara de Diputados.