MESA POLÍTICA. Javier Milei posó en el despacho presidencial, junto a su hermana Karina, Francos, Menem, Bullrich, Adorni y Caputo.
La jornada de ayer, no resultó un día más para el presidente Javier Milei en la Casa Rosada. Puntual, a las 9:30, el titular del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) inauguró la primera reunión de la mesa política nacional ampliada, un dispositivo de coordinación que emergió como respuesta inmediata a la derrota electoral sufrida en la provincia de Buenos Aires. El mandatario llegó con paso firme, sin detenerse ante los periodistas, y encabezó un cónclave que duró dos horas y del que no trascendieron detalles oficiales hasta varias horas después.
Los últimos en arribar a Casa Rosada fueron Guillermo Francos, jefe de Gabinete, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. Junto a ellos participaron de la reunión Karina Milei (secretaría general de Presidencia), Patricia Bullrich (ministra de Seguridad), Manuel Adorni (Vocería) y Santiago Caputo, asesor presidencial y figura que aparece fortalecida tras la caída del tándem Karina-Pareja en el distrito bonaerense.
La derrota frente a Fuerza Patria, que dejó al oficialismo libertario 13 puntos abajo, generó un cimbronazo en el Gobierno. Hasta entonces, Milei no solía involucrarse en las reuniones de su mesa chica, pero la magnitud del resultado lo llevó a tomar las riendas y ampliar el esquema decisorio.
Horas más tarde, La Libertad Avanza (LLA) difundió un comunicado en sus redes sociales en el que intentó marcar el tono del relanzamiento político. “Vamos a poner el cuerpo en defensa de este proyecto y defenderlo con uñas y dientes. Todas las demás recetas ya fracasaron”, se expresó en el texto, que cerró con una consigna tajante: “La libertad avanza o la Argentina retrocede”.
El mensaje también incluyó críticas a medios, empresarios y sectores políticos que, según el oficialismo, buscan detener las reformas libertarias. La apelación al sacrificio y la confrontación, aunque con un llamado a la perseverancia, marcó la línea discursiva que Milei eligió mostrar tras el traspié bonaerense.
La continuidad de Sebastián Pareja, el armador electoral en Buenos Aires, fue una de las señales más observadas. Pese a las críticas del sector liderado por Caputo, el dirigente fue recibido por Eduardo “Lule” Menem, gesto interpretado como una ratificación provisoria de su rol. De todos modos, el malestar interno persiste.
El enfrentamiento entre “karinistas” y “caputistas” es hoy la grieta más notoria dentro del oficialismo. Desde el entorno de Caputo cuestionan la construcción política impulsada por los Menem, a quienes responsabilizan por el deterioro de las relaciones con los gobernadores. El otro sector, en cambio, evita la confrontación directa, pero admite la necesidad de corregir el rumbo de cara a las elecciones de octubre.
La paradoja del oficialismo radica en su doble estrategia. Por un lado, ensaya un discurso radicalizado en redes sociales, con ataques incluso hacia dirigentes propios como Guillermo Francos. Por otro, reconoce la necesidad de tender puentes con sectores opositores para avanzar con las reformas estructurales en el Congreso tras el recambio legislativo.
La convocatoria a los gobernadores aparece en este contexto como una apuesta de alto riesgo. Milei busca recomponer vínculos dañados durante la negociación de listas, pero la mayoría de los mandatarios provinciales recibió el anuncio con escepticismo. No confían en la voluntad real de diálogo del Ejecutivo nacional.
¿Y los cambios?
En medio de estas tensiones, el oficialismo insiste en que no habrá cambios de fondo en la estructura gubernamental. Martín Menem seguirá presidiendo Diputados, “Lule” Menem continuará como subsecretario de la Presidencia y Pareja seguirá al frente de la estrategia electoral bonaerense, al menos hasta después de los próximos comicios.
El esquema de mesas —nacional, federal y bonaerense— aparece como una salida transitoria a la crisis política. Sin embargo, puertas adentro del propio oficialismo admiten que su efectividad es limitada. “Es un mecanismo de contención, no de solución”, reconoció un dirigente cercano al Presidente.
Milei, por su parte, eligió el camino de la centralización. Aun en medio de las disputas internas, decidió colocarse como garante de la nueva mesa política. Con esa apuesta busca enviar una señal hacia afuera: que el Gobierno no se paraliza pese al golpe electoral. Lo que resta por ver es si este dispositivo servirá para ordenar al oficialismo o si se convertirá en un nuevo foco de tensión en la siempre volátil dinámica libertaria.
Respaldo extranjero
El presidente Milei ratificó el rumbo económico del Gobierno luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldara la gestión libertaria. El mandatario celebró la decisión y sostuvo que “no se moverán ni un milímetro” del plan económico.
Esto implica tres puntos: mantener el equilibrio fiscal, el mercado monetario ajustado y las bandas cambiarias pactadas con el organismo. “Tal como señalé el día domingo, no nos moveremos ni un milímetro del programa económico. Además, seguiremos desregulando”, escribió en X.
El ministro Luis “Toto” Caputo celebró también el apoyo y compartió el mensaje de la entidad financiera. “El personal del FMI está involucrado con las autoridades argentinas mientras implementan su programa para consolidar la estabilidad y mejorar las perspectivas de crecimiento del país”, remarcó el comunicado.
Karina Milei será citada por la comisión del caso $Libra en Diputados
Con el faltazo de Alejandro Melik -titular de la Oficina Anticorrupción (OA)- y de Florencia Zicavo -jefa de Gabinete del Ministerio de Justicia que estuvo a cargo de la unidad creada para investigar el tema, la oposición decidió avanzar hacía el corazón político del escándalo: la citación a la secretaria general y hermana del Presidente, Karina Milei. Su comparecencia fue fijada para antes del 26 de octubre, el día de las elecciones nacionales. En caso de que no asista al Congreso, los diputados se ofrecieron a interrogarla directamente en la Casa Rosada.
Viaje cancelado: Milei tenía previsto viajar a España
El presidente Javier Milei no viajará a España para participar de un evento del partido de ultraderecha Vox. Se trata del festival Europa Viva, organizado en la ciudad de Madrid, y la invitación había provenía de parte de su líder Santiago Abascal. El evento se celebrará el fin de semana del 13 y 14 de septiembre. El Presidente ha asistido en otras oportunidades al país europeo para aparecer en eventos de Vox: iba a ser la segunda vez que Milei participara en este festival desde que asumió la presidencia en diciembre de 2023.











