ANALIZANDO. Los peritos de el Ministerio Púbico buscan evidencia en el lugar donde fue asesinada la mujer.
“Estaba como loco. Jamás pensamos que generaría semejante tragedia. Hay personas que realmente están muy enfermas”, resumió María Fernanda Tolaba. Esa era una de las sensaciones que se percibían ayer por la tarde en el este tucumano, escenario de un doble crimen. La otra era que las medidas de protección para víctimas de violencia de género resultan insuficientes para frenar la violencia machista.
Todo ocurrió muy rápido, en menos de una hora. Por razones que aún no están claras, José Osvaldo Rojas (50), que se movilizaba en un Fiat Palio, interceptó a las 13.10 a su ex pareja Juana del Carmen Bustos (39) en la calle principal de Delfín Gallo. Según algunas versiones, tras llamarla por su nombre, sacó una pistola y la hirió de cinco balazos. La víctima, madre de cuatro hijos de otra relación, fue trasladada al centro asistencial de la zona, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
El acusado del femicidio huyó rápidamente. Se dirigió a toda velocidad al barrio Aeropuerto, en Banda del Río Salí. Allí, a las 13.20, ingresó a la vivienda de Roque Francisco Lucero (41) y lo mató de dos disparos. “Lo único que pudimos escuchar fueron los tiros y después vimos que un hombre huía a toda velocidad en su auto. A los pocos minutos llegaron los policías para preguntarnos hacia dónde se había escapado, porque ya había matado a una mujer en otro lugar”, contó Débora Ramírez.
Rojas volvió a huir, pero en esta oportunidad ya estaba siendo intensamente buscado por la Policía y por los vigías de la ciudad vecina. “Se montó un cerco y se lo perseguía a una distancia prudente para intentar atraparlo con vida. Presionado, decidió entregarse en la comisaría de Lastenia”, indicó el jefe de la Unidad Regional Este, Carlos Ruiz.
PRESO. José Rojas se entregó en la comisaría de Lastenia.
El acusado, según confiaron fuentes judiciales, habría aportado el dato del lugar donde arrojó el arma utilizada para cometer los crímenes. Quedó a disposición del fiscal Pedro Gallo, quien dirige la investigación del caso.
En el lugar trabajaron efectivos de la División Homicidios, bajo la coordinación de los comisarios Susana Monteros, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, junto con peritos del Ministerio Público Fiscal, coordinados por Luis Maceo y Giuliana Ricciuti. Vecinos de la víctima sospechan que el detenido habría visto a Bustos junto a Lucero, lo que habría desencadenado el ataque fatal contra ambos.
Medidas dictadas
Se supo que Rojas ya había sido aprehendido por la Policía el 15 de noviembre, tras haberse presentado en el domicilio de su ex pareja. Fue trasladado a la comisaría de Delfín Gallo, donde se informó la novedad a la Unidad Fiscal de Violencia de Género e Integridad Sexual III.
Seis horas después de recibir los informes, funcionarios del Ministerio Público dictaron una medida de protección contra el acusado por violencia de género. Esa misma noche se le notificó que no podía acercarse a menos de 200 metros de la víctima. También se informó que la causa pasaría a manos de un juzgado civil del Centro Judicial del Este.
Los funcionarios no solo ratificaron la perimetral, sino que además ordenaron que tanto la víctima como el agresor recibieran tratamiento psicológico y recomendaron a la mujer que continuara con la acción penal contra Rojas. Al cierre de esta edición no había trascendido si dichas medidas habían comenzado a cumplirse.
“Ella le tenía mucho miedo porque él cambió desde el momento en que ella le dijo que no quería seguir con la relación. Hizo todo lo que estaba a su alcance, pero igual la mataron. Hay muchos enfermos sueltos”, se lamentó Lucía Heredia, amiga de la mujer, la cual pasó a ser la víctima número 11 de femicidio en lo que va del año en la provincia.









