San Martín: sobre llovido y mojado, triunfo asegurado

San Martín: sobre llovido y mojado, triunfo asegurado

En medio de una persistente lluvia, San Martín volvió a mostrar pasajes de buen fútbol y le aportó contundencia para derrotar a la “Lepra” y subirse al segundo lugar de la tabla.

FRICCIONADO. Las condiciones del campo, después de la lluvia, hicieron que cada disputa por la pelota fuera al límite. Esto llevó al árbitro Lucas Comesaña a sacar seis tarjetas amarillas durante el juego.  FRICCIONADO. Las condiciones del campo, después de la lluvia, hicieron que cada disputa por la pelota fuera al límite. Esto llevó al árbitro Lucas Comesaña a sacar seis tarjetas amarillas durante el juego. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ

“¡Se juega!” La confirmación de que el duelo no corría peligro luego de la furiosa tormenta que azotó nuestra ciudad durante toda la tarde, llegó poco más de media hora antes del horario fijado para el inicio. Ahí nomás, desde Santiago del Estero llegaba la noticia del gol de Belgrano con el que vencía a Güemes y consolidaba como líder absoluto de la Primera Nacional.

Así, a poco de saltar al campo, San Martín sabía que no le quedaba otra que asegurar la victoria en casa ante un rival rocoso, con una identidad de juego al que un campo de juego rápido podía llegar a servirle para ponerlo en aprietos. Sin embargo, con muchas cosas para perder y una dosis de obligación los dirigidos por Pablo De Muner salieron a jugar con la idea fija de defender su estilo y respetarlo a rajatabla.

Pese a que el campo se bancó a la perfección el diluvio (para resaltar el gran trabajo de los encargados de su mantenimiento) no era fácil hacer correr la pelota al ras del suelo en velocidad y mucho menos el control. Pero el “Santo” apostó a su estilo y así encontró la jugada que derivó en el penal.

Tino Costa lo ejecutó con furia y marcó el 1-0 que fue una dosis de tranquilizante para un dueño de casa que durante la primera mitad manejó la pelota, los tiempos y los espacios. No generó la cantidad de situaciones que acostumbra partido tras partido, pero mostró la contundencia necesaria para sacar la ventaja cuando se le presentó su oportunidad.

En el inicio del complemento volvió a sufrir un síndrome al que no le encuentra solución en esta parte del campeonato. Cedió la posesión, el terreno, se replegó muy cerca de Darío Sand e invitó a la “Lepra” a hacer lo que mejor sabe: tirar centros cruzados sobre el área tratando de explotar sus buenos cabeceadores.

El ingreso de Tomás Escalante acomodó los tantos. San Martín volvió a apropiarse el mediocampo y el ex Defensa y Justicia logró encabezar un muy buen contragolpe que Diego Sosa cambió por el 2-0 final, con un remate rasante.

“No es fácil modificar tanto el equipo en cada partido y que la identidad no cambie”, dijo el entrenador en rueda de prensa y el dato no es menor. Pese a los numerosos cambios de nombres, San Martín juega igual. Muestra su idea siempre, la defiende e intenta imponerse en cualquier escenario y ante cualquier rival.

El “Santo” tenía la obligación de ganar y lo hizo con autoridad. Con personalidad, pasajes de buen juego y dejando la vida en cada pelota, volvió a asegurar un triunfo ante su gente.

Así, se transformó en el único escolta del “Pirata” cordobés; al que no le pierde pisada. No está para nada mal, sobre todo por cómo había arrancado una jornada de lunes.

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