En Diputados, Manzur pidió un tratamiento "urgente" del acuerdo con el FMI para evitar el default

El jefe de Gabinete expuso ante la comisión de Presupuesto para presentar el programa alcanzado con el organismo internacional.

EN DIPUTADOS. Manzur expuso sobre el acuerdo con el FMI. EN DIPUTADOS. Manzur expuso sobre el acuerdo con el FMI. PRESIDENCIA DE LA NACIÓN
07 Marzo 2022

Con una marcada crítica a la gestión macrista y un pedido de celeridad, el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur, presentó hoy ante los diputados que integran la comisión de Presupuesto el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). 

El gobernador tucumano en uso de licencia expresó ante los parlamentarios la complejidad que tuvieron las negociaciones con el FMI, y las consecuencias que habría tenido para la Argentina no haber logrado este entendimiento, Ratificó también que el programa alcanzado permitirá mantener la inversión social, focalizar recursos en obras de infraestructura para ampliar la capacidad productiva del país y evitar un "default generalizado": 

También, defendió la segmentación tarifaria en los servicios públicos, para que los sectores más pudientes afronten mayores costos y así se reduzcan los subsidios. 

En otro tramo, además, Manzur condenó la invasión de Rusia a Ucrania, y dijo que suma más incertidumbre al escenario internacional pos pandemia de coronavirus. 

Estos son los principales fragmentos de su exposición:

- En primer lugar, quiero señalar que vengo a este recinto en cumplimiento de los compromisos emergentes de la Ley de Fortalecimiento de Sustentabilidad de la Deuda Pública, promovida por nuestro movimiento y sancionada por este Honorable Congreso de la Nación el 11 de febrero de 2021 bajo el número 27.612. Fuimos impulsores de ese proyecto convertido en Ley con el propósito claro de que nunca más se tomen decisiones que afectan el futuro de los argentinos y argentinas en materia de endeudamiento del país, sin la intervención de los representantes del pueblo de y las provincias argentinas.

- Estos documentos son producto de un arduo y porque no decirlo, duro proceso de negociación e intercambio entre el Gobierno Nacional y el FMI, dirigido por el Presidente de la Nación y por el Ministro de Economía, con un objetivo claro: lograr que la deuda con ese organismo sea sostenible, avanzar hacia el equilibrio de las variables económicas y consolidar y profundizar el proceso de desarrollo sustentable que transita nuestro país.

- En 2018 se concretó el acuerdo Stand By que este proyecto busca refinanciar. Como ustedes saben, se trató de un préstamo récord en la historia del Fondo Monetario Internacional que, lamentablemente no tuvo impacto positivo alguno en la Argentina:

•no dejó un entramado productivo más sólido

•ni un Banco Central fortalecido

•ni se realizaron obras de infraestructura en sectores estratégicos

•tampoco se fortaleció nuestra moneda

•quedó, sí, la deuda junto con los desafíos estructurales que requieren ser resueltos con determinación, responsabilidad y vocación por construir un futuro mejor para todas los habitantes de nuestra querida Argentina.

- Ese acuerdo Stand-By fue otorgado por una suma de 57 mil millones de dólares, lo que representaba el 1277 por ciento de la cuota de la Argentina ante el FMI. De este monto, se desembolsaron 44.500 millones de dólares, con un programa insostenible de políticas, plazos y montos de repago.

- Tanto es así que el programa inicial debió ser ampliado y reestructurado porque no arrojó ninguno de los resultados esperados y sólo fue utilizado para reembolsar al contado la significativa deuda que el Gobierno había asumido con los mercados.

- Las consecuencias de la política de endeudamiento sin contraparte en inversiones tanto pública como privada significaron un constante drenaje de divisas al exterior, formando activos externos sin compromiso alguno con el desarrollo del país, con el fortalecimiento de su infraestructura, con el desarrollo de sus cadenas productivas, con la creación de empleo ni con el incremento de las exportaciones.

- Esta deuda se combinó con la fuerte devaluación del peso de los años 2018 y 2019, lo que transformó dramáticamente la relación entre deuda y PBI. En efecto, la deuda representaba en 2015 el 52,6 por ciento del PBI; mientras que para fines de 2019 esa relación había trepado al 88,8 por ciento.

- La combinación negativa entre alto endeudamiento y la consecuente devaluación del peso, disparo obviamente otra consecuencia nociva a nuestra economía: la inflación. Se aplicaron las divisas recibidas del Fondo Monetario Internacional principalmente para cancelar deuda de los acreedores privados en moneda extranjera en lugar de fortalecer el entorno fiscal y reordenar la economía para iniciar un proceso de crecimiento.  

- Así fue como volvió a la Argentina la dependencia con el FMI, la cual pensábamos superada desde que el Presidente Néstor Kirchner cerrara ese capítulo con decisión y mirada estratégica sobre el futuro de nuestro país.

- Por tercera vez en la historia reciente (1976-83, 1989-2001 y 2016-2019), el modelo de la especulación financiera, ajeno a las lógicas de la economía real y a las necesidades concretas de las ciudadanas y ciudadanos, provocó una crisis del sector externo.

- El programa de 2018 partió de 3 errores en su concepción: no planteó una reestructuración de la deuda insostenible en moneda extranjera con acreedores privados; no definió un esquema de regulaciones de los flujos de capitales -generando daños a la sostenibilidad de la balanza de pagos- y concibió a la inflación como un fenómeno puramente monetario, por lo cual no se planteó la construcción de una agenda cooperativa entre el sector público y el privado para poder implementar políticas de precios e ingresos.

- El programa de 2018 tuvo 4 de las 12 revisiones previstas originalmente. La primera demostró que el índice de sostenibilidad de la deuda pública externa había empeorado; en la segunda revisión, una decisión de mayor ajuste fiscal fue incorporada al presupuesto de 2019 y el tipo de cambio se mantuvo en la banda de no intervención. Para la tercera revisión, la inflación y las expectativas en los precios seguían aumentando, mientras los activos financieros no repuntaban. Tras la cuarta, el FMI advirtió que las necesidades brutas de financiación seguían siendo elevadas y preveían etapas más duras para el programa. Al incumplirse todos los objetivos y haber empeorado los indicadores económicos y sociales, el Acuerdo Stand-By 2018 fue cancelado el 24 de julio de 2020.

- El propio organismo internacional realizó una evaluación crítica de este crédito excepcional en la que reconoció el fracaso de las políticas implementadas, admitiendo que no se logró alcanzar ninguno de los objetivos que se habían planteado, tanto en la esfera económica como en la dimensión social y financiera.

- La decisión de endeudamiento, de consecuencias tan profundas para la Argentina, no pasó por este Honorable Congreso. En tal sentido, vengo aquí para ratificar el profundo apego de nuestro Gobierno a las normas establecidas en esa Ley de Fortalecimiento de Sostenibilidad de la Deuda Pública, que hoy particularmente, debe ser destacada y valorada. En su artículo 2, expresa que “todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente”. Este requisito de aprobación del Congreso confiere la necesaria transparencia y legitimidad democrática a un tema tan sensible como el de la deuda.

- Señoras diputadas, señores diputados: el proyecto que hoy traigo para su consideración es fruto de un trabajo de negociaciones internacionales de elevada complejidad, tendientes a alcanzar un entendimiento para un nuevo programa con el FMI; un Programa de Facilidades Extendidas que contiene dos bloques principales: por una parte, el esquema de políticas macroeconómicas y, por la otra, las medidas de crecimiento de mediano plazo y de estabilidad duradera.

- El programa que hemos proyectado asume como objetivo central que nuestro país continúe en la senda del crecimiento sostenible con inclusión, evitando un acuerdo basado en políticas de ajuste y reformas que quitan derechos laborales y previsionales.

- Desde el punto de vista fiscal, el acuerdo prevé un sendero de convergencia que no inhibe la continuidad de la recuperación, con una expansión moderada del gasto real, y donde el Estado tendrá un rol clave, definiendo las prioridades centrales, que serán los pilares de inclusión social, desarrollo de la ciencia y la tecnología y la inversión en infraestructura.

- El sendero de reducción gradual del déficit fiscal, sobre la base de una economía que se expande es el siguiente: para este año se proyecta un déficit fiscal primario de 2,5 por ciento del PBI; para el próximo de 1,9 por ciento, mientras que para 2024, de 0,9 por ciento. De este modo, la consolidación fiscal se alcanzará de manera progresiva a través de un paquete equilibrado de medidas de gastos e ingresos.

- Desde la óptica monetaria y financiera, se programa una reducción gradual y persistente de la asistencia monetaria que realiza el Banco Central al Tesoro Nacional.

- En el proceso de negociación se logró además alcanzar un enfoque multicausal del fenómeno de la inflación. Este entendimiento permite desarrollar una estrategia que ataque los diversos factores de la inflación en forma concurrente, sin limitarnos a una sola dimensión del problema. Tenemos, entonces, que lograr un crecimiento sostenido de las exportaciones que fortalezca las reservas internacionales; mejorar el perfil de financiamiento de las políticas públicas y reducir progresivamente el financiamiento monetario, entre otros elementos. El objetivo es lograr un aumento del poder del salario real de los trabajadores y las trabajadoras que redunde en un fortalecimiento de la demanda agregada.

- Este acuerdo nos permite garantizar la continuidad de los programas sociales focalizados y el mantenimiento de los derechos de movilidad previsional de nuestros jubilados y nuestras jubiladas, así como los derechos de las trabajadoras y los trabajadores. Al mismo tiempo, hace posible contribuir a la reducción de las brechas sociales, ampliar la territorialidad y la federalización.

- También se ha acordado una mejor focalización de los recursos del Estado y una expansión de la inversión pública que tanto necesita nuestro país para generar capacidad productiva y para que el sector privado esté en condiciones de mejorar la actividad. Por ello, se mantendrá una política fiscal expansiva con crecimiento de la inversión orientada a traccionar la actividad económica y promover la generación de empleo.

- El tema que marcó la etapa final de las negociaciones -el incremento de tarifas de gas y electricidad- también fue concluido con racionalidad, prudencia y sentido de justicia. La segmentación virtuosa, que incrementa el pago de los sectores que pueden afrontarlo, pero mantiene el esquema de subsidios sobre los grupos más vulnerables, es una solución equitativa que también abre las puertas a mayores inversiones en el sector. Tenemos que trabajar sobre la eficiencia de este mecanismo para aplicarlo con la mayor precisión posible.

- Este acuerdo con el FMI tendrá 10 revisiones trimestrales. Contempla un período de gracia de 4 años y medio, sin sacrificar en este plazo dinero de la Argentina; los pagos se realizarán desde 2026 hasta 2034, lo que marca un esquema totalmente diferente a la acumulación de vencimientos insostenibles en 2022, por 19 mil millones, y en 2023 por 20 mil millones, como preveía el acuerdo Stand By de 2018.

- En este contexto es necesario destacar que este acuerdo se complementa con el gran paso dado en 2020, cuando la Argentina logró concluir favorablemente la reestructuración de la deuda con los acreedores privados, que fue la segunda mayor reestructuración de deuda soberana a nivel global y la mayor de la historia argentina.

- Señoras diputadas, señores diputados. Les solicito el tratamiento más urgente posible a este proyecto de ley de modo que, teniendo en cuenta los vencimientos previstos para el mes de marzo, podamos evitar atrasos que generarían un daño inconmensurable a la recuperación del país.

- Estoy convencido de que estamos ante un momento bisagra en dos sentidos fundamentales: este proyecto de ley hará posible consolidar y profundizar el proceso de crecimiento inclusivo de la economía argentina, que ya se viene manifestando en 2021 con elocuentes indicadores, y al mismo tiempo permitirá que el conjunto del sistema político demuestre una actitud responsable que ponga el interés real de las argentinas y argentinos por encima de las variables coyunturales de la compulsa política.

- El cierre de 2021 nos reveló un nivel de actividad industrial, de recuperación del empleo formal, de recuperación de la construcción, aumento de las exportaciones, producción de vehículos, dinamización de las Pymes, que no se había verificado en muchos años. Este acuerdo con el FMI y el conjunto de proyectos de ley presentados en este honorable Congreso para dinamizar distintos sectores de la economía nacional, constituyen una base sólida para multiplicar el alcance de este proceso virtuoso ya iniciado.

- Vivimos un momento histórico convulsionado: el brutal y anacrónico uso de la fuerza armada en Ucrania por parte de Rusia, que nuestro país condenó enérgicamente, llamando al diálogo y al pleno apego a todos los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, pone en evidencia el carácter cambiante e impredecible de la dinámica internacional. Esta situación ha trastocado la conducta de actores estatales y privados, ha perturbado las referencias de precios internacionales y está transformando el comercio y las finanzas globales. Cuando la pandemia de Covid-19 da señales de estar atenuándose, lamentablemente comenzamos a transitar otra situación de alta incertidumbre.

-Hoy más que nunca adquiere valor, ante este escenario, la mirada sensata, previsora; aquella que se preocupa por el bienestar de largo plazo de las ciudadanas y ciudadanos. La política es el arte del consenso y el diálogo. Todas y todos ustedes tendrán una respetable opinión personal y un análisis sobre el rol del FMI, sus objetivos, su función, sus condicionalidades estructurales, las variables geopolíticas en juego, los intereses de las grandes potencias, entre tantas otras posibles lecturas enriquecedoras.

-Hoy, sin embargo, estamos en una instancia en la que necesitamos dar cierre a esta negociación para evitar la interrupción de los compromisos de la Argentina con el organismo. Una mirada crítica sobre el rol del FMI no es razón para alentar el voto en contra en esta particular coyuntura. Estamos en una situación que nos llama pensar y actuar por fuera de las divisiones políticas y, como dije antes, con responsabilidad y vocación de futuro.

-Nos encontramos ante una circunstancia objetiva: la Argentina no tiene los fondos necesarios para hacer frente a los vencimientos de 2022 y 2023. Nuestra tarea es evitar un escenario de default generalizado.

-Nuevamente, les pido celeridad y apoyo para dejar atrás esta carga que hemos heredado y poder concentrarnos en profundizar la recuperación económica de la Argentina.


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