04 Enero 2019
INSTITUTO ROCA / ARCHIVO
El adolescente, de 17 años, está alojado en el Instituto Roca desde el domingo pasado, luego de asesinar a su abuelo de un disparo en la cabeza con una escopeta en su casa.
“Lo visité por primera vez el martes y lo primero que hice fue tocarlo y preguntarle si le habían hecho algo. Me dijo que estaba bien”, cuenta Carolina Marza, madre del chico.
La mujer relata que el lugar no se encuentra en óptimas condiciones y se mostró preocupada por la salud y bienestar de su hijo. Comentó que el menor está en uno de los sectores menos problemáticos de la institución, pero aún así tiene miedo de que salga lastimado.
“Son 10 chicos en esa ala. Hay cuatro colchones para todos y se tienen que turnar para poder dormir. Cuando yo pregunté si hacía falta que le llevara frazadas o almohadas, me dijeron que ya tenían todo”, cuenta indignada la mujer. “Me dijeron que le iban a dar todo limpio, sin usar. Mi hijo me contó que algunos se quedan despiertos para que otros puedan descansar”, agrega.
Según relata la madre del joven, el baño del sector está tapado y no tienen agua. “Les entregan una botella y con eso se bañan”, expresa. “Me dijo que hay un olor nauseabundo”, manifiesta.
“El ambiente del Instituto Roca es horrible. Todos sabemos de qué estamos hablando”, aportan los abogados de la familia Florencia Esper y Víctor Padilla. “El viernes que viene el chico cumplirá los 18 años y se tendría que definir la medida tutelar. Mi posición es firme, para mí tiene que estar en libertad. Además, el informe psicológico es muy clarito, dice que tiene una familia muy contenida, él no es una persona violenta”, señala Esper.
“Estamos esperando a que la Justicia determine, ojalá pueda salir pronto”, aporta la madre.
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