“Ella quería que la familia permanezca unida y lo amaba, no podía dejarlo”

“Ella quería que la familia permanezca unida y lo amaba, no podía dejarlo”

La abuela que fue agredida por su pareja se sentiría aliviada, según sus allegados .

LOS PADRES. Carolina y Carlos aguardan que si hijo salga en libertad. la gaceta / foto de Antonio Ferroni LOS PADRES. Carolina y Carlos aguardan que si hijo salga en libertad. la gaceta / foto de Antonio Ferroni
04 Enero 2019

Una abuela de 70 años fue agredida el pasado domingo por su marido, Juan Carlos Rodríguez, quien murió al recibir el disparo en la cabeza efectuado por uno de sus nietos. El adolescente, de 17 años, fue trasladado al Instituto de Menores Roca.

Carolina Marza, madre del muchacho, cuenta que dos de sus otros hijos visitaron a sus abuelos la mañana del asesinato. “Me contaron que el hombre ya estaba de mal humor, pero más que de costumbre. De por sí, siempre insultaba y golpeaba a mi suegra; ponía a todo volumen el parlante. Ella necesita cuidado especial y mucha tranquilidad porque tiene un problema cerebral desde que tuvo un accidente”, rememora.

La mujer también resalta que la abuela de los chicos tomaba medicamentos y estaba con tratamiento psicológico y neurológico. “Él ni siquiera la dejaba ir al médico”, agregó.

La familia remarca el cambio que tuvo la abuela en estos últimos días. “Hoy me siento aliviada, hoy yo comienzo a vivir”, le habría dicho a la abogada Florencia Esper, al salir de la Fiscalía. “Ella sentía que era una opresión, estaba acostumbrada a los golpes y justificaba a su esposo”, expresó la letrada de la familia. Según declaraciones que habría realizado la abuela, llevaba años soportando el maltrato por parte de Rodríguez y siempre tuvo la intención de denunciarlo. “Fui como 10 veces a la comisaría para hacer la denuncia pero me entumecía y me iba”, habría comentado la mujer, según sus familiares.

“Mi hijo y mi mamá trataban de que yo no me enterase de lo que pasaba. Ya lo había amenazado y quise sacarlo de esa casa. Ella es una persona que quería que la familia permanezca unida y lo amaba, no podía dejarlo”, dice Carlos Rodríguez, el hijo de la mujer.

Los parientes del muchacho conocían, según testimonios, la situación que padecía la abuela. “Gracias a mi nieto puedo abrir los ojos. Lo estoy esperando”, habría dicho la mujer también a sus seres queridos. La esposa del difunto permanece en la casa de su hijo.

“Mi hijo la visitaba y volvía a casa llorando. Quería echarlo a su abuelo y por pedido de ella, nadie lo hacía. Cuando venía a casa, mi suegra estaba depresiva y sin ganas de vivir”, expresa Marza. “Ahora está proyectando y nos dice que saldremos todos adelante”, finaliza.

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