Quiénes eran las cuatro personas que viajaban en el avión que se estrelló en El Naranjo

Los hermanos Calliera, Zagaglia y Urtubey tenían como destino Garmendia. Los hermanos Calliera, Zagaglia y Urtubey tenían como destino Garmendia.

José Calliera, su hermano Álvaro y Javier Zagaglia eran apasionados del golf, pero también se dedicaban con entusiasmo a otras actividades que se relacionaban a lo deportivo. Miguel Urtubey Formini había heredado de su padre la afición por la aeronáutica.

11 Abril 2018
Los deportes y las travesías fueron para José Calliera un bálsamo
En el golf había encontrado un bálsamo hace algunos años. En realidad, la disciplina deportiva era para José Calliera una excusa ineludible para hacer amigos. Aunque reservado, en él asomaba casi con fluidez una faceta insoslayable cuando se le pedía ayuda: era de los primeros en poner el hombro, con el espíritu emprendedor y progresista que regía sus días. Esa condición de gran persona y amigo entrañable lo invadía todo ante cualquier charla, ante cualquier consejo que se le requería. Quienes lo conocieron en los distintos ámbitos de Jockey Club, lo describen como un apasionado de tiempo completo, un emprendedor y un estímulo para propios y extraños. En la entidad yerbabuenense, “El Gato” (como lo apodaban) disputó torneos variados. Con el tiempo, llegó incluso a desempeñarse como capitán de cancha y como dirigente, participando en la organización de diversos torneos de envergadura. En los últimos tiempos, su presencia en los links se hizo un poco más espaciada, quizás motivada en la nueva actividad que había abrazado con fuerzas: las travesías en moto, impulsadas por un emprendimiento empresarial que tenía en Yerba Buena. En ese sentido, solía integrarse a grandes grupos de amigos para organizar salidas y posteriormente concretarlas. Otra actividad que lo tenía atrapado, en los tiempos libres que le dejaba su intensa actividad empresarial, eran los paseos en bicicleta de mountain bike de los que solía participar en las serranías tucumanas.
Un inolvidable y entrañable amigo
Álvaro calliera hizo de los deportes un punto de partida para la amistad
Cuando Álvaro Calliera aparecía en alguno de los sitios que frecuentaba, aparecía la alegría. Y no era para menos: su carácter sencillo y afable lo convirtió en un personaje muy requerido. Esa característica afloró de manera espontánea en los mensajes que sus amigos le dispensaron en las redes sociales. Lo suyo en cuestiones deportivas fue sumamente variado: abrazó el golf, como dirigente y jugando torneos de aficionados, sobre todo en la cancha nueva; practicaba kitesurf, windsurf y le apasionaban las travesías en bicicletas de mountain bike. Incluso, en los primeros días de abril, compartió una salida sobre dos ruedas con destino a Anfama, junto con un heterogéneo grupo de ciclistas. En el golf, tuvo roles destacados: además de jugarlo, fue organizador y auspiciante de torneos como el que debía disputarse el fin de semana en la cancha del Country de Jockey Club, el “Casi par Invitational”, un encuentro en el que sus amigos se medían con varios otros equipos, buscando inscribir sus nombres en la copa challenger que todos los años está en disputa. Además, Álvaro era el papá de Bernardita y Catalina, jugadoras de la entidad yerbabuenense (que actualmente estudian en EE.UU.), de destacados resultados en torneos de aficionados; incluso su esposa, Guadalupe Barthe practica la disciplina. Su otra relación con el deporte estaba relacionada a lo empresarial: explotaba una franquicia que se encarga de la venta de productos para jugar en esta disciplina, emprendimiento al que en los últimos tiempos le había adosado material de rugby, hockey y tenis.
Heredó la pasión de su padre
Urtubey formini era hijo del piloto del gobernador Manzur
Miguel Urtubey Formini era el piloto de la familia Calliera. Él piloteaba el avión que se estrelló ayer por la mañana en El Naranjo. Desde Aero Club Tucumán informaron que Urtubey contaba con buenos antecedentes y que jamás pensaron que podía sucederle algo así. “Miguel era un piloto comercial con excelentes capacidades profesionales”, le comentaron a LA GACETA.
El lunes pasado cumplió años. “Llegaron los 30. ¿Será que ahora te dejarán de salir canas? Felicidades mi negro. Que seas inmensamente feliz hoy y todos los días de tu vida”, lo saludó su hermana a través de su cuenta de la red social Instagram.  
Era hijo de Miguel Ángel Urtubey, un reconocido piloto que está a cargo de trasladar al gobernador Juan Manzur. 
Ayer, luego de haber recibido la noticia del accidente aéreo, amigos de los tripulantes y socios se reunieron en el Aero Club. Minutos después del mediodía llegó al lugar Estefanía Geraldin Romano, pareja de Urtubey. Momentos de dolor se vivieron en el lugar.
Ayer, la cuenta de Facebook de Romano se llenó de mensajes de apoyo, después de que se confirmó oficialmente que no se habían registrado sobrevivientes en el lugar de la tragedia. “Lo siento mucho, prima querida, es una pérdida muy dolorosa”, publicó Leonela Ruso. “Mi querida amiga, lo siento mucho. Mucha fuerza, Stefi”, escribió Eliana Jiménez en el muro de la pareja de Urtubey Formini.
Siempre dispuesto a ir para adelante
Javier Zagaglia le puso mucha convicción a cada actividad que encaraba
El “Pelao” era dueño de una personalidad única. Y esto lo hacía destacarse en cualquiera de los sitios que frecuentaba. Una de sus frases favoritas lo pinta de buena manera: “siempre para adelante” solía decirles a quienes se relacionaban con él. Gran amigo de los hermanos Calliera, Javier Zagaglia también había dado pasos firmes en el golf, con la convicción con la que encaraba cada actividad. Con seis de hándicap, su nombre se había hecho recurrente en los últimos 10 años al momento de dar a conocer los listados de ganadores o primeros ubicados de un certamen. Practicaba el deporte todas las semanas. Y fue en esa regularidad en la que radicaba su as en la manga para destacarse. Zagaglia estaba muy relacionado también al ámbito empresario; según sus perfiles en las redes sociales, se desempeñó como ejecutivo de cuentas en la empresa Alpargatas. Antes de dedicarse al golf, su pasión deportiva era el rugby. Fue jugador de Universitario, club en el que llegó a jugar algún partido en el equipo de Primera. Antes, se había destacado en las inferiores y en la Pre intermedia. Miguel Reginato, que fue presidente de las “Serpientes”, contó que incluso Zagaglia integró el seleccionado provincial juvenil, “Los Naranjitas”. “De él recuerdo por sobre todas las cosas que era un chico con una gran personalidad, muy buena persona. En el club dejó un lindo recuerdo, a la par que dejó amigos, como mi hijo Andrés, con el que compartió muchas cosas”, contó el empresario y deportista.

Los deportes y las travesías fueron para José Calliera un bálsamo

En el golf había encontrado un bálsamo hace algunos años. En realidad, la disciplina deportiva era para José Calliera (50 años) una excusa ineludible para hacer amigos. Aunque reservado, en él asomaba casi con fluidez una faceta insoslayable cuando se le pedía ayuda: era de los primeros en poner el hombro, con el espíritu emprendedor y progresista que regía sus días. Esa condición de gran persona y amigo entrañable lo invadía todo ante cualquier charla, ante cualquier consejo que se le requería. Quienes lo conocieron en los distintos ámbitos de Jockey Club, lo describen como un apasionado de tiempo completo, un emprendedor y un estímulo para propios y extraños. En la entidad yerbabuenense, “El Gato” (como lo apodaban) disputó torneos variados. Con el tiempo, llegó incluso a desempeñarse como capitán de cancha y como dirigente, participando en la organización de diversos torneos de envergadura. En los últimos tiempos, su presencia en los links se hizo un poco más espaciada, quizás motivada en la nueva actividad que había abrazado con fuerzas: las travesías en moto, impulsadas por un emprendimiento empresarial que tenía en Yerba Buena. En ese sentido, solía integrarse a grandes grupos de amigos para organizar salidas y posteriormente concretarlas. Otra actividad que lo tenía atrapado, en los tiempos libres que le dejaba su intensa actividad empresarial, eran los paseos en bicicleta de mountain bike de los que solía participar en las serranías tucumanas.

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Álvaro Calliera hizo de los deportes un punto de partida para la amistad

Cuando Álvaro Calliera (52) aparecía en alguno de los sitios que frecuentaba, aparecía la alegría. Y no era para menos: su carácter sencillo y afable lo convirtió en un personaje muy requerido. Esa característica afloró de manera espontánea en los mensajes que sus amigos le dispensaron en las redes sociales. Lo suyo en cuestiones deportivas fue sumamente variado: abrazó el golf, como dirigente y jugando torneos de aficionados, sobre todo en la cancha nueva; practicaba kitesurf, windsurf y le apasionaban las travesías en bicicletas de mountain bike. Incluso, en los primeros días de abril, compartió una salida sobre dos ruedas con destino a Anfama, junto con un heterogéneo grupo de ciclistas. En el golf, tuvo roles destacados: además de jugarlo, fue organizador y auspiciante de torneos como el que debía disputarse el fin de semana en la cancha del Country de Jockey Club, el “Casi par Invitational”, un encuentro en el que sus amigos se medían con varios otros equipos, buscando inscribir sus nombres en la copa challenger que todos los años está en disputa. Además, Álvaro era el papá de Bernardita y Catalina, jugadoras de la entidad yerbabuenense (que actualmente estudian en EE.UU.), de destacados resultados en torneos de aficionados; incluso su esposa, Guadalupe Barthe practica la disciplina. Su otra relación con el deporte estaba relacionada a lo empresarial: explotaba una franquicia que se encarga de la venta de productos para jugar en esta disciplina, emprendimiento al que en los últimos tiempos le había adosado material de rugby, hockey y tenis.

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Miguel Urtubey Formini era hijo del piloto del gobernador Manzur

Miguel Urtubey Formini (30) era el piloto de la familia Calliera. Él piloteaba el avión que se estrelló ayer por la mañana en El Naranjo. Desde Aero Club Tucumán informaron que Urtubey contaba con buenos antecedentes y que jamás pensaron que podía sucederle algo así. “Miguel era un piloto comercial con excelentes capacidades profesionales”, le comentaron a LA GACETA.

El lunes pasado cumplió años. “Llegaron los 30. ¿Será que ahora te dejarán de salir canas? Felicidades mi negro. Que seas inmensamente feliz hoy y todos los días de tu vida”, lo saludó su hermana a través de su cuenta de la red social Instagram.  
Era hijo de Miguel Ángel Urtubey, un reconocido piloto que está a cargo de trasladar al gobernador Juan Manzur. 
Ayer, luego de haber recibido la noticia del accidente aéreo, amigos de los tripulantes y socios se reunieron en el Aero Club. Minutos después del mediodía llegó al lugar Estefanía Geraldin Romano, pareja de Urtubey. Momentos de dolor se vivieron en el lugar.
Ayer, la cuenta de Facebook de Romano se llenó de mensajes de apoyo, después de que se confirmó oficialmente que no se habían registrado sobrevivientes en el lugar de la tragedia. “Lo siento mucho, prima querida, es una pérdida muy dolorosa”, publicó Leonela Ruso. “Mi querida amiga, lo siento mucho. Mucha fuerza, Stefi”, escribió Eliana Jiménez en el muro de la pareja de Urtubey Formini.

Javier Zagaglia le puso mucha convicción a cada actividad que encaraba

El “Pelao” era dueño de una personalidad única. Y esto lo hacía destacarse en cualquiera de los sitios que frecuentaba. Una de sus frases favoritas lo pinta de buena manera: “siempre para adelante” solía decirles a quienes se relacionaban con él. Gran amigo de los hermanos Calliera, Javier Zagaglia (39) también había dado pasos firmes en el golf, con la convicción con la que encaraba cada actividad. Con seis de hándicap, su nombre se había hecho recurrente en los últimos 10 años al momento de dar a conocer los listados de ganadores o primeros ubicados de un certamen. Practicaba el deporte todas las semanas. Y fue en esa regularidad en la que radicaba su as en la manga para destacarse. Zagaglia estaba muy relacionado también al ámbito empresario; según sus perfiles en las redes sociales, se desempeñó como ejecutivo de cuentas en la empresa Alpargatas. Antes de dedicarse al golf, su pasión deportiva era el rugby. Fue jugador de Universitario, club en el que llegó a jugar algún partido en el equipo de Primera. Antes, se había destacado en las inferiores y en la Pre intermedia. Miguel Reginato, que fue presidente de las “Serpientes”, contó que incluso Zagaglia integró el seleccionado provincial juvenil, “Los Naranjitas”. “De él recuerdo por sobre todas las cosas que era un chico con una gran personalidad, muy buena persona. En el club dejó un lindo recuerdo, a la par que dejó amigos, como mi hijo Andrés, con el que compartió muchas cosas”, contó el empresario y deportista.

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