“Es imposible que Messi gane solo el Mundial”

RÍO DE JANEIRO.- Mario Kempes fue la gran estrella del Mundial que se jugó en la Argentina, por lo que conoce tanto las expectativas que se despertó en torno a Lionel Messi, como lo que sentirá Brasil a partir del jueves.

“Es positivo, es lindo, te da un poquito, si cabe, de más ganas. Pero está claro que la responsabilidad es doble”, explicó Kempes en una reciente entrevista concedida en Miami, sobre lo que supone jugar (y ganar) un Mundial en casa.

El Mundial de 1978 fue el de Kempes, como el de México ‘86 fue el de Diego Maradona. Pero el “Matador” no quiere que Brasil 2014 sea el de Messi. Al menos no sólo el de Messi. “Por ahí piensan que dándole la pelota a Messi, ya se la diste a Messi y resolviste todas las cosas y es la gran equivocación”, avisó el ex goleador de 59 años, que comentará el certamen ecuménico para la cadena ESPN.

- Sabe lo que es jugar y ganar un Mundial en su país...

- Siempre es una responsabilidad grande representar a tu país y más si es en tu país el Mundial. Vos cuando entrás a la cancha, como en el caso mío, me olvidaba de lo que pasaba fuera. Es positivo, es lindo, te da un poquito de más ganas, pero claro, la responsabilidad es doble.

- Si lo gana, la alegría también es doble.

- Máxime en Argentina. Además en esa época en nuestro país las cosas no estaban bien. Estaban los militares en el poder. No sabíamos lo que estaba pasando realmente, pero intentaba que los 25 millones de argentinos tuvieran una alegría, porque Argentina había sido protagonista y favorita, pero nunca había conseguido nada. Tuvimos la suerte de poner la primera estrellita en la camiseta.

- ¿Cómo vivió esa situación política del país?

- Es que no lo sabía nadie. Estaban los militares, estábamos rodeados de militares, custodiados por los militares como todas las selecciones, pero lo que pasaba en el país sólo lo sabían los que lo estaban sufriendo. Yo estaba en España y en España no salía nada.

- ¿El fútbol era una vía de escape?

- Un poco de desahogo para los militares, pero nosotros no fuimos a jugar por los militares, ni mucho menos. A Argentina la eligieron como sede en el ‘74, después de Alemania, y en ese momento no estaban los militares. Recién llegaron en el ‘76. No se podía suspender por eso, pero jugábamos por el pueblo y por nosotros también.

- Johan Cruyff se negó a jugar, ¿cómo reaccionaron ?

- Nos pareció medio raro, porque en Europa es diferente, puede haber algún intento (de golpe de Estado), pero lo sofocan enseguida, como pasó en España. Pero no ir a un país a jugar un Mundial porque estaban los militares, me parece medio raro.

- Aquel fue el Mundial de Kempes; el del ‘86, el de Maradona, ¿Será el de 2014 el de Messi?

- Ojalá, ahí sí que se puede sentir presionado. Muchos piensan que dándole la pelota a Messi, ya se la diste a Messi y resolviste todas las cosas. Esa es la gran equivocación. Es el mejor jugador del mundo, perfecto. Te puede solucionar la papeleta en algún partido, perfecto. Pero que te va ganar el Mundial él solo es imposible. César Luis Menotti hizo un equipo sin figuras en 1978. En 1986, Carlos Bilardo hizo un equipo alrededor de la figura, que era Diego Maradona. Ahora, Alejandro Sabella tendrá que interpretar cuál de los dos quiere.

- Argentina tiene mucho talento en la delantera. ¿Apostaría por jugar a marcar siempre un gol más que el rival?

- Hay partidos que te salen bien y hay partidos que te levantás con el pie izquierdo, tirás 20 veces al arco y se te van 21 afuera y ellos te hacen un tiro al arco y te hacen gol. Más que buscar figuras hay que buscar el equipo, es el compañerismo.

- ¿Pero se necesita también un líder?

- Sí, debe existir. Hoy te diría que el único que puede meter un grito ahí y que se le escuche es (Javier) Mascherano. Messi puede ser el mejor del mundo, tener mucho peso, pero no lo veo para que grite.

- ¿Cómo vio la temporada de Messi en el Barcelona?

- Con altibajos. Esa lesión a final de diciembre ojalá le haya venido bien, porque volvió con muchas ganas, vino más fresco. Llevaba un par de temporadas sin ese descanso necesario que tiene que tener el cuerpo. Por más que seas joven, a la larga, la pagás. Terminaba el campeonato y se ponía a jugar con los ‘amigos de los amigos de los amigos’ y eso, por más que dé dinero para la fundación, se paga. Un partido, dos partidos vale, pero jugar 15 partidos en menos de dos semanas. Terminó roto. Por más que juegues para divertirte son kilómetros, viajes, no descansás bien y llega un momento en el que el cuerpo te pasa factura.

- Más allá de las lesiones y el rendimiento, la actitud de Messi en algunos partidos sorprendió.

- Parece apático, pareciera que hay encuentros en los que no quiere jugar y hay otros en los que entra con muchas ganas. Es como si eligiera los partidos y eso no me parece. Es la impresión que te da desde afuera. A veces pasa que después de tanto traqueteo cuesta. (DPA)