¿Por qué tanto misterio?

¿Por qué tanto misterio?

Mientras jugadores holandeses e ingleses pasean por las calles de Río, Messi y compañía permanecen refugiados, lejos del calor popular.

DESDE LEJOS. La Selección permanece concentrada, alejada de la gente. ARCHIVO TELAM DESDE LEJOS. La Selección permanece concentrada, alejada de la gente. ARCHIVO TELAM
Los brasileños no están acostumbrados al encierro ni a las concentraciones asfixiantes. Por eso les llama la atención el grado de aislamiento elegido por la Selección argentina durante el Mundial. Mientras los holandeses pasean por las calles de Río de Janeiro y los ingleses bailan capoeira en una favela, Messi y compañía permanecen refugiados en Cidade de Galo, complejo alejado de Belo Horizonte y del calor popular. De allí que la práctica abierta de esta tarde -la única programada- haya concitado tanto interés.

“Pensábamos que los jugadores iban a tener ratos libres para pasear por la ciudad ¿Por qué tanto misterio?”, se preguntan Fabio y Candy, una de las tantas parejas que acudió en masa al estadio Independencia para obtener las entradas que les permitirán ver el entrenamiento. Ellos pusieron como ejemplo los baños de cariño que suelen propinarse los seleccionados brasileños, para cuyos jugadores el contacto con el público y con la prensa es permanente. Claro, se sabe que Brasil es dueño de cinco Copas y campeón mundial de las relaciones públicas.

Los aislamientos argentinos en los Mundiales no son ninguna novedad. Comenzaron de la mano de César Menotti en la localidad bonaerense de José C. Paz, antes del Mundial 78 y alcanzaron situaciones insólitas como la de Francia 98, cuando Daniel Passarella mandó a tapar con lonas los alrededores del predio de L’Etrat. Carlos Bilardo blindó a sus jugadores en México 86, en el complejo del club América, y en Italia 90, en la sede de Trigoria. Lo llamativo es que cuando los sistemas fueron "abiertos" al equipo no le fue nada bien. Ocurrió en España 82, cuando en el hotel de Alicante era común la presencia de las esposas de los futbolistas, y en EEUU 94. Aquella concentración del Babson College, de Boston, era un permanente desfile de familiares, representantes, amigos y figuras del espectáculo.

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