01 Noviembre 2013
Los problemas que atraviesa el sector triguero no se circunscriben a la campaña 2012/13, que derivó en escasez del cereal. Llevó además los precios por encima de los U$S 700 la tonelada y disparó los valores al consumidor del pan y derivados. Y estas subas parecen profundizarse en el ciclo 2013/14, del que acaba de comenzar la cosecha con más dificultades de las esperadas en un principio.
Escasez de lluvias, heladas tardías hicieron que la calidad de los trigales estuviera por debajo de las previsiones de una posible recuperación de la producción triguera para esta última etapa del año y 2014. Al principio se estimó que podría ser cercana a las 12 millones de toneladas, lo que permitiría contar con un saldo exportable aceptable en torno a 5 millones, tras la fuerte retracción de esta cosecha, donde por la escasez solo se despacharon 3 millones de t.
Hoy las estimaciones de la nueva campaña bajaron, algunos hablan de 10 millones de t, otros incluso la ubican en algo menos de 9 millones de t. En ese contexto, y con las cotizaciones del trigo nuevo a U$S 260 la tonelada (entrega en enero, un valor histórico), la exportación se mueve con pie de plomo: hasta el miércoles 23, los exportadores habían declarado compras por 757.000 t. La cifra es más que exigua: representa una caída del 82% contra las compras que el sector había hecho en octubre de 2012.
De esta forma, y si la Ucesci (ex Oncca) autorizara a embarcar todas las toneladas de trigo compradas por los exportadores, será ínfimo el reintegro de retenciones de 23% que tributa el cereal prometido en mayo por la presidenta, Cristina Fernández.
Escasez de lluvias, heladas tardías hicieron que la calidad de los trigales estuviera por debajo de las previsiones de una posible recuperación de la producción triguera para esta última etapa del año y 2014. Al principio se estimó que podría ser cercana a las 12 millones de toneladas, lo que permitiría contar con un saldo exportable aceptable en torno a 5 millones, tras la fuerte retracción de esta cosecha, donde por la escasez solo se despacharon 3 millones de t.
Hoy las estimaciones de la nueva campaña bajaron, algunos hablan de 10 millones de t, otros incluso la ubican en algo menos de 9 millones de t. En ese contexto, y con las cotizaciones del trigo nuevo a U$S 260 la tonelada (entrega en enero, un valor histórico), la exportación se mueve con pie de plomo: hasta el miércoles 23, los exportadores habían declarado compras por 757.000 t. La cifra es más que exigua: representa una caída del 82% contra las compras que el sector había hecho en octubre de 2012.
De esta forma, y si la Ucesci (ex Oncca) autorizara a embarcar todas las toneladas de trigo compradas por los exportadores, será ínfimo el reintegro de retenciones de 23% que tributa el cereal prometido en mayo por la presidenta, Cristina Fernández.
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