30 Octubre 2013
MANO ARRIBA. Silba festeja con el dedo índice derecho en alto. El goleador aprovechó la situación que creó Albano Becica.
El partido jugado en La Ciudadela ya era un recuerdo cuando los primeros comensales del plantel de San Martín comenzaron a asomar su humanidad por la puerta que separa el acceso al vestuario de la peatonal de paso de los hinchas.
La euforia se vivió puertas adentro. Los jugadores que estuvieron en el campo dejando el alma contra Gimnasia y Tiro, de Salta, demoraron algo más de la cuenta en salir. Era tiempo del desahogo, de liberarse de la tensión y del peso de una cruz que el equipo venía cargando desde hacía cinco meses. No ganar de local era una pesadilla. Pero llegó la gran maniobra de Albano Becica y el pase justo para que Luis Silba, el cantante del "santo", rompiera el maleficio y la red salteña con el 1-0.
"Estoy contento por haber convertido, sobre todo por haber cortado la racha en casa y porque el equipo jugó un gran partido en el primer tiempo". La pausa del "Tanque" en el concepto viene a colación con una declaración sincera. "Necesitábamos arrancar ganando un partido y después nosotros manejar los tiempos del mismo. Nos venía pasando al revés y se nos hacía difícil la situación", explicó el nueve, que no se la cree, pues sabe que delante suyo hay un grosso de la casa como "Monito" Fernández. "Estoy contento por el gol y porque cuando entro me va bien. Sé que debo seguir peleándola para ganarme un lugar". Humildad pura lo de Silba, podría decirse.
Ahora, respecto al 'tomá y hacelo' de Becica, "Tanque" apeló al humor. "El porcentaje del gol es 50 y 50, ja, ja, ja. No, él hizo una genialidad, es un gran jugador, y yo sólo tuve que empujar la pelota hacia la red", cerró.
Rato antes, quien había declarado su alegría por el 1-0 fue Juan Amador Sánchez. "Nos sacamos esa cosa de no poder ganar en casa", resumió el entrenador.
La euforia se vivió puertas adentro. Los jugadores que estuvieron en el campo dejando el alma contra Gimnasia y Tiro, de Salta, demoraron algo más de la cuenta en salir. Era tiempo del desahogo, de liberarse de la tensión y del peso de una cruz que el equipo venía cargando desde hacía cinco meses. No ganar de local era una pesadilla. Pero llegó la gran maniobra de Albano Becica y el pase justo para que Luis Silba, el cantante del "santo", rompiera el maleficio y la red salteña con el 1-0.
"Estoy contento por haber convertido, sobre todo por haber cortado la racha en casa y porque el equipo jugó un gran partido en el primer tiempo". La pausa del "Tanque" en el concepto viene a colación con una declaración sincera. "Necesitábamos arrancar ganando un partido y después nosotros manejar los tiempos del mismo. Nos venía pasando al revés y se nos hacía difícil la situación", explicó el nueve, que no se la cree, pues sabe que delante suyo hay un grosso de la casa como "Monito" Fernández. "Estoy contento por el gol y porque cuando entro me va bien. Sé que debo seguir peleándola para ganarme un lugar". Humildad pura lo de Silba, podría decirse.
Ahora, respecto al 'tomá y hacelo' de Becica, "Tanque" apeló al humor. "El porcentaje del gol es 50 y 50, ja, ja, ja. No, él hizo una genialidad, es un gran jugador, y yo sólo tuve que empujar la pelota hacia la red", cerró.
Rato antes, quien había declarado su alegría por el 1-0 fue Juan Amador Sánchez. "Nos sacamos esa cosa de no poder ganar en casa", resumió el entrenador.
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