25 Octubre 2011
Los 10 desafíos económicos para la nueva etapa
Paritarias, inflación y dólar siguen a la cabeza de los principales problemas que deberá afrontar Cristina Fernández en el próximo mandato. Muy cerca se inscriben los efectos de la crisis global en el mercado argentino. La Argentina necesitará volver a los mercados externos para conseguir financiamiento. Las reservas siguen sacrificándose. El conductor de Economía
ENTRE DOS FUEGOS. Cristina Fernández transitará 2012 entre planteos empresarios y presiones sindicales.
Ajuste es una palabra prohibida en el Gobierno. Sin embargo, si no se consigue financiamiento externo, es posible que haya que recortar gastos. El dilema que se presenta es bajar los subsidios energéticos (con reajustes de tarifas) y mantener los sociales.
La inflación sigue siendo un factor condicionante del rumbo económico. El Gobierno debe diseñar una estrategia que le devuelva credibilidad a las mediciones que efectúa el Indec. También planes antiinflacionarios que bajen las tensiones al modelo.
El consumo ha sido el elemento clave que ha generado cierta sensación de bienestar entre la población. En la nueva etapa, el Ejecutivo conservará la misma política, aunque se abren interrogantes acerca de un posible desaceleración económica.
Con una crisis que aún no ha impactado de lleno en el país, el Gobierno debe evitar las presiones sindicales por las subas salariales. Las paritarias es un tema que desvela a los empresarios. Para 2012, el Ejecutivo cree que el aumento no superará el 20%.
Las intervenciones de la Secretaría de Comercio han sido un elemento de presión oficial hacia las empresas. Guillermo Moreno, su titular, adelantó que no cree que continúe en el cargo en la nueva gestión. La incógnita es qué hará el Gobierno con esa política.
La fuga de capitales es un proceso irresuelto. El Banco Central sigue sacrificando las reservas con el fin de mantener "el tipo de cambio competitivo". El Ejecutivo quiere asegurarse que el año que viene, el dólar no se dispare más allá de $ 4,40 por unidad.
La mayor parte de los analistas consideran que las provincias volverán a tener déficit en el corto plazo. El Gobierno mantiene el control financiero de la mayoría de los distritos. Y es posible que promueva planes de asistencia para las provincias más endeudadas.
El gasto público, que crece a un ritmo superior al 30%, ha erosionado los superávit comercial y fiscal. La caída del precio de la soja ha sido una señal de alerta para las finanzas públicas. El Gobierno deberá salir a buscar financiamiento en el exterior.
Buscar un ministro de Economía que mantenga el modelo económico kirchnerista. Hay una danza de nombres. Hernán Lorenzino es el preferido para el cargo del saliente Amado Boudou. Mercedes Marcó del Pont y Mario Blejer también están en carrera.
En este o en el próximo mandato, Cristina Fernández debe ponerle punto final al default argentino. Sólo le resta acordar con el Club de París la forma de pago de una deuda cerca a los U$S 9.000 millones. Ese arreglo abrirá las puertas del mercados exterior.
La inflación sigue siendo un factor condicionante del rumbo económico. El Gobierno debe diseñar una estrategia que le devuelva credibilidad a las mediciones que efectúa el Indec. También planes antiinflacionarios que bajen las tensiones al modelo.
El consumo ha sido el elemento clave que ha generado cierta sensación de bienestar entre la población. En la nueva etapa, el Ejecutivo conservará la misma política, aunque se abren interrogantes acerca de un posible desaceleración económica.
Con una crisis que aún no ha impactado de lleno en el país, el Gobierno debe evitar las presiones sindicales por las subas salariales. Las paritarias es un tema que desvela a los empresarios. Para 2012, el Ejecutivo cree que el aumento no superará el 20%.
Las intervenciones de la Secretaría de Comercio han sido un elemento de presión oficial hacia las empresas. Guillermo Moreno, su titular, adelantó que no cree que continúe en el cargo en la nueva gestión. La incógnita es qué hará el Gobierno con esa política.
La fuga de capitales es un proceso irresuelto. El Banco Central sigue sacrificando las reservas con el fin de mantener "el tipo de cambio competitivo". El Ejecutivo quiere asegurarse que el año que viene, el dólar no se dispare más allá de $ 4,40 por unidad.
La mayor parte de los analistas consideran que las provincias volverán a tener déficit en el corto plazo. El Gobierno mantiene el control financiero de la mayoría de los distritos. Y es posible que promueva planes de asistencia para las provincias más endeudadas.
El gasto público, que crece a un ritmo superior al 30%, ha erosionado los superávit comercial y fiscal. La caída del precio de la soja ha sido una señal de alerta para las finanzas públicas. El Gobierno deberá salir a buscar financiamiento en el exterior.
Buscar un ministro de Economía que mantenga el modelo económico kirchnerista. Hay una danza de nombres. Hernán Lorenzino es el preferido para el cargo del saliente Amado Boudou. Mercedes Marcó del Pont y Mario Blejer también están en carrera.
En este o en el próximo mandato, Cristina Fernández debe ponerle punto final al default argentino. Sólo le resta acordar con el Club de París la forma de pago de una deuda cerca a los U$S 9.000 millones. Ese arreglo abrirá las puertas del mercados exterior.
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