Una despedida cantando al sol, como la cigarra

BUENOS AIRES. - Personalidades de la cultura, el espectáculo y la política, lectores y padres con hijos que crecieron con su música dieron ayer el último adiós a los restos de la escritora, dramaturga y compositora María Elena Walsh, quien murió el lunes a los 80 años. Los restos de Walsh, ícono de la literatura infantil, fueron despedidos al son de las estrofas de su tema "Como la cigarra" entonadas por los presentes. "Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando...", cantaron en honor de la música y compositora.

Luego de que cientos de personas, entre ellas la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, asistieran al velatorio en la sede de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC), sus restos fueron trasladados al Cementerio de Chacarita porteño para su sepultura.

Una manta del Norte

Su féretro fue cubierto con una cobija tejida por artesanos del norte de Argentina, tal como había pedido la poetisa en una de sus composiciones: "Tápenme cuando me muera con una manta tejida por mis paisanas".

"Despedirla es despedir a quien no se va nunca", reseñó la presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

La dirigente de derechos humanos despidió los restos de la escritora, al igual que lo hicieron las cantantes Teresa Parodi, Amelita Baltar, el hijo de la fallecida Mercedes SosaFabián Matus, las actrices Graciela Borges, China Zorrilla, Lydia Lamaison y los políticos Ricardo Alfonsín y Felipe Solá, entre otros.

Creadora de entrañables personajes de la música y la literatura como "Manuelita la tortuga", el elefante "Dailan Kifki"y el "Twist del Mono Liso", la escritora y compositora que descreía del rótulo de "literatura infantil" ("la literatura es una sola", solía decir, no sin cierto malestar, cada vez que se le preguntaba por el tema) falleció el lunes, tras una larga dolencia ósea que la mantuvo los últimos años alejada de la vida pública.

La muerte de la autora de "Manuelita" conmovió tanto a los miles de lectores y seguidores anónimos de varias generaciones como al vasto mundo de la cultura argentina, que la tuvo por cinco décadas como una de sus protagonistas más originales e inclasificables.

A propósito, dijo de ella el pianista tucumano Miguel Estrella: "María Elena Walsh, mujer de genio creador superlativo, está íntimamente ligada a todas las generaciones de la segunda mitad del siglo XX. Casi todos hemos cantado sus canciones -de rara sencillez, maestría e inspiración-, hemos acunado a nuestros hijos y estos a su vez a los suyos".

No hubo quien no marcara entre las cualidades de la artista esa rara virtud de trascender las generaciones. "En todo niño vive la complejidad del adulto que será, y en todo adulto persiste la simpleza del niño que fue. María Elena le cantó a ambos y así nos mejoró la vida", escribió otro tucumano, el físico y músico Alberto Rojo, desde los Estados Unidos.

"Ella fue y será fundamental para los niños y los adultos que descubrimos con ella la enorme capacidad de invención y la profunda libertad con la que escribió cada una de sus canciones. Una persona decisiva para la música y las letras de este país. Personalmente no la conocí pero cada uno de nosotros trató con ella como si la hubiera tenido cerca todo el tiempo", opinó por su parte la filósofa y cantora Liliana Herrero.

El legado

Walsh escribió cerca de 40 libros para niños y varios más para adultos. Será recordada por la creación de canciones que marcaron a generaciones de niños, como "Manuelita la tortuga", y adultos, como "Como la cigarra", popularizada por Mercedes Sosa.

La autora y poetisa había nacido el 1 de febrero de 1930 en los suburbios de Buenos Aires, en la localidad de Ramos Mejía, de padre irlandés y madre argentina.

"En mi casa había un ambiente de clase media ilustrada. Gente con sensibilidad hacia el arte, la lectura, la música. Ese es un privilegio de cuna muy grande. Es como heredar una fortuna", dijo Walsh, en una entrevista al diario "La Nación". (DPA y Especial)