La crisis global

- El mundo está en medio de una coyuntura extremadamente compleja, una situación difícil de diagnosticar.
- Es cierto.

- ¿Cuál cree que es el futuro del capitalismo liberal?
- La versión neoliberal, desregulada, salvaje del capitalismo está evidentemente agotada. Pero eso no implica el fin del capitalismo. La mejor época de la historia del capitalismo, y tal vez de la humanidad, es la de los llamados “treinta gloriosos años”, los que transcurrieron desde el final de la Segunda Guerra Mundial y la crisis del 70. Era otro capitalismo, un capitalismo más ordenado. Hay que buscar el equilibrio entre la sociedad civil, el Estado y el mercado. Se hicieron distintas experiencias. El Estado controlando a la sociedad y controlando el mercado, que fueron las del fascismo y el estalinismo, y ambas fracasaron. También la experiencia neoliberal de un mercado desenfrenado y también falló. Lo fundamental de la actual crisis global, desde el punto de vista estructural y no coyuntural, es que la economía es mundial y la política es nacional. Por lo tanto, la política siempre será derrotada por la economía. Mientras no haya una política global seguirá habiendo desbarajustes como los que sufrimos. La solución pasa por la conformación de una sociedad transnacional, cuyos síntomas están dados por la Unión Europea y organismos como la Corte Penal Internacional. Los estados nación están destinados a desaparecer.

- ¿El capitalismo dirigido y no democrático de China constituye un modelo alternativo?
- Forma parte de un mundo antiguo; es una variante más del modelo en el que el Estado controla la economía. No creo que la solución pueda pasar por ese tipo de modelo.

- Pero demostró ser exitoso, desde el punto de vista económico, en las últimas décadas.
- La Unión Soviética también fue relativamente exitosa en su proceso inicial de industrialización, pero fue un modelo que terminó agotándose. Lo mismo va a pasar con el modelo chino; se va a agotar políticamente. Las nuevas generaciones no seguirán tolerando una dictadura semitotalitaria como la china. Hoy no hay ningún modelo a seguir. Dentro de todo, el mejor es el que ofrece la Unión Europea pero es insuficiente. La Unión Europea debería agrandarse, coordinar sus políticas con las norteamericanas y las latinoamericanas. Por lo menos debería lograrse un Occidente globalizado.

- ¿Qué papel jugará el terrorismo en los próximos años?
- El terrorismo no se puede combatir efectivamente si un estado actúa exclusivamente dentro de sus fronteras. Pero lo mismo ocurre con todos los grandes males de la sociedad actual. El deterioro del medioambiente, el narcotráfico, las pestes como el sida. En todos los casos es necesaria una acción global.

- ¿Qué opinión tiene de Obama?
- Me alegró mucho que haya ganado. Las medidas que tomó me parecen muy positivas; las referidas a las células madre, Guantánamo, etcétera. Pero el gran desafío pasa por la crisis económica.

- Una crisis que tiene raíces en el hiperconsumo que intenta neutralizarse con paquetes millonarios destinados a estimular el consumo. ¿No es contradictorio?
- Es muy difícil de resolver. Las dos grandes alternativas que se barajan no son saludables. Pero si dejan que se hundan los bancos, ahí sí que no sé qué puede pasar con el sistema capitalista.