El iconoclasta

- Usted afirma que el culto de los próceres abonó el terreno para el surgimiento de los grandes mitos del siglo XX. ¿Cómo cree que influyó ese culto en la formación de la Argentina?
- Se intentó inculcar una verdadera religión cívica para integrar a los inmigrantes. Eso estuvo planificado por Ramos Mejías, presidente del Consejo Nacional de Educación. No se intentaba formar ciudadanos sino patriotas. El nacionalismo, que ha sido nefasto para la historia argentina, viene de ahí. A pesar de que el proyecto educativo se daba en el marco de gobiernos liberales, ya contenía el germen del nacionalismo. Por eso no es casual que los ideólogos de este último formaran parte de las mismas familias de los liberales. Lo que complementó a la educación fue el servicio militar; esas fueron las dos bases sobre las que se conformó una sociedad autoritaria, en la que todavía vivimos.

- En su autobiografía, El tiempo de una vida, usted plantea la caducidad de la derecha y de la izquierda como categorías políticas. En un abordaje retrospectivo, como el que hizo en Crítica de las ideas políticas, ¿cuánto conspira esa caducidad contra la posibilidad de lograr un análisis político claro?
- Mientras haya dos alternativas, una estará a la izquierda de la otra. Los que caducaron son los contenidos tradicionales asociados con la izquierda y la derecha. Sobre todo con la izquierda. Pensemos en que en el golpe del 76, el partido comunista apoyó a Videla y el Partido Comunista Revolucionario, a Isabelita. Vamos al conflicto con el campo. En el acto del Congreso hubo sectores de izquierda. Y en el acto de Palermo, también hubo sectores de izquierda. ¿Cuál es la izquierda?

- Hoy la sociedad demanda candidatos moderados como Reutemann y Cobos. ¿Qué opina de ambos?
- Tienen grandes posibilidades. Reutemann encabezando el peronismo no K y Cobos a radicales, socialistas y partidarios de la Coalición Cívica. Pero a mí no me gustan. Creo que ninguno de los dos es capaz de llevar adelante las profundas reformas que exige el país para salir adelante.

- ¿Rescata otro candidato? ¿Solá, Macri, Carrió?
- Optaría por una alternativa no peronista.

- ¿Puede nombrar figuras antagónicas respecto de los mitos que usted critica?
- Una es la de Juan B. Justo, de quien Alejandro Korn decía que tenía todas las condiciones políticas, intelectuales y morales para ser un fracasado en un país como el nuestro. Otra es la de Lisandro de la Torre. Si él hubiera ganado, la Argentina sería otra. En su programa figuraban la separación de la Iglesia y el Estado, el divorcio, etc. Todas las reformas que hizo en su momento el Uruguay y que convirtieron a la uruguaya en una sociedad moderna.

- ¿Hay alguna figura viva que pueda rescatar?
- No. Hoy, en el plano político, debemos ser muy sutiles para distinguir los matices entre lo malo y lo pésimo.