Videojuegos y violencia un solo corazón

Con esa facilidad, como si fuera un canto de niños, afirmamos cosas incomprobables, convirtiendo a los videojuegos en el chivo expiatorio del momento ante la violencia que naturalizamos.

06 Ago 2019

La vinculación de los videojuegos con la violencia, enfermedades o trastornos existe desde que los joystick llegaron a la manos de los niños y jóvenes de forma masiva. Esto no quiere decir que exista una vinculación real y factible, en muchos casos en las premisas que mencionan las palabras violencia y videojuegos suelen estar viciadas y dominadas por el prejuicio por sobre la razón e impulsadas por intereses ideológicos, religiosos, políticos o culturales.

Es necesario poner en discusión este tema otra vez tras las declaraciones de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos: "Debemos detener la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye a los terribles y horripilantes videojuegos que ahora son muy comunes. Es muy fácil que hoy en día nuestra juventud en aprietos se rodee de una cultura que celebra la violencia. Debemos parar o reducir esto de manera sustancial".

Según Polygon, esta sentencia de Trump se dio en el marco de un discurso nacional luego de los dos tiroteos masivos que se desataron este fin de semana pasado en El Paso (Texas) y Dayton (Ohio) donde perdieron la vida al menos 30 personas y decenas resultaron heridas. Profundizar sobre los hechos policiales no es necesario en este espacio, pero si dar un lugar para la discusión, valoración y responsabilidad que de forma prejuiciosa e irracional reciben los videojuegos desde algunos sectores.

¿Hay algún elemento científico que pueda determinar la conexión directa entre violencia y videojuegos? Hasta ahora no, pero si hay un estudio que desestima esta vinculación. El mismo fue realizado por Andrew K. Przybylski y Netta Weinstein en la Universidad de Oxford de Reino Unido y publicada por la Royal Society

Link de la investigación: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsos.171474
Link de nota vinculada: ¿Los videojuegos generan violencia?

Me resultó extraño ver que un político de un país desarrollado manifieste algo tan superficial sin una explicación bien argumentada o con un sostén científico. Es algo que podría entender de dirigentes políticos más cercanos a nosotros, esos que no saben y no pueden dar explicaciones, generalmente por falta de formación y otros que solo lo hacen como parte de una campaña a esto de "no dar argumentos y no dar explicaciones", apelan constantemente a lo instintivo por sobre lo racional, a impactar en nuestro sistema nervioso para generar una reacción sin pensar. Esto sucede porque todo es rápido hoy, y pensar implica tomarse un tiempo.

"Los videojuegos aíslan a las personas", "Los jueguitos generan depresión", "Son maquinitas para adictos", son algunos de los prejuicios que podemos escuchar hace años, algunos han sido expuestos por profesionales con la finalidad de vender un tratamiento o una solución. Los juegos shooter (juegos de disparos) parecen representar una nueva categoría tras los ataques masivos en lugáres públicos y los actos de terrorismo, para algunos sectores son consecuencias propias de los videojuegos que manipulan, convierten y radicalizan a los jóvenes.

Estas afirmaciones siempre son lanzadas para generar una reacción inmediata, tan rápida que deja de lado lo racional. Es la misma esencia de las Fake News que dominan nuestra sociedad porque no somos tan racionales como nos creemos, automáticamente respondemos con apoyo o rechazo a algo que nos dicen de forma instintiva.

Solo situándonos en nuestra sociedad... ¿Podemos afirmar que la violencia es impulsada por los videojuegos? Hagamos un recorrido diario solo en nuestras actividades y pensemos en que ámbito padecemos y/o ejercemos violencia de distintas formas.

Quienes van a escuelas y colegios conviven con actos de violencia todos los días, el famoso Bullying, aunque "jamás ha sucedido en nuestras escuelas". Hacer un trámite en la administración pública en muchas instituciones resulta violento, ya sea por la atención o la burocracia. La calle se presenta como un escenario violento al cruzar corriendo porque un conjunto de motos sin papeles, seguro, cascos o abarrotados de personas largan a toda velocidad como si vieran la luz verde en el Moto GP, o tan solo en esos segundos que se vuelven eternos al ver una moto que se nos acerca y sentimos el peligro de muerte abrazarnos fuertemente. En el supermercado cuando el cajero nos toma por imbéciles y quiere darnos "un caramelo" en lugar del dinero que nos corresponde y por el que hemos trabajado. En cualquier cuadra donde estamos resignados a "la seguridad popular" de alguien que se ha autodefinido como "trabajador y dueño de un espacio" aunque esto sea ilegal. Y en las urnas, esas cajitas donde ponemos un sobre con los mismos protagonistas hace décadas y lo único que garantizamos es una decadencia atroz de nuestra calidad de vida.

Estos son solo algunos de los actos violentos con los que nos encontramos todos los días, como testigos, víctimas o victimarios. Yo como jugador no encuentro algún juego que tenga las características necesarias para impulsar a alguien a efectuar cada una de esas prácticas mencionadas. Si hay juegos con historias que las representan, pero solo hacen eso, una representación y el mensaje suele ser optimista para terminar con la violencia y no su promulgación.

Hoy la popularidad de algunos juegos los pone en el ojo de la tormenta. GTA V ha sido siempre acusado por todos los sectores, y claro, es el juego más vendido de la historia con millones de copias alrededor del mundo, sin embargo hoy no tenemos millones de jóvenes reventando bancos o gestionando el crimen organizaddo, si los hay... no ha sido por jugar GTA precisamente. Hoy el protagonista, siendo un juego gratuito, es el Fortnite, un battle royale de FPS (First Person Shooter/Disparos en primera persona) donde millones de jugadores alrededor del mundo disfrutan de él pero al que muchos crucifican, incluso algunos medios.

Nuestra sociedad y su sistema cultural ha naturalizado la violencia, la ha legitimado e incluso legalizado. Los videojuegos solo son un chivo expiatorio más para nosotros, ya culpamos al mundo, a la lluvia, al sol, a lo que se nos ocurra y siempre tendremos algo a que responsabilizar y que nos resulte satisfactorio o nos alivie, pero silenciosamente sabemos que nunca resolvemos los problemas, solo los tiramos donde no se ven, o los tapamos con algún relato atractivo.

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