El diagnóstico erróneo tuvo un "impacto negativo"

El diagnóstico erróneo tuvo un "impacto negativo"

Un especialista dijo que aunque la operación era necesaria es poco frecuente confundir un carcinoma papilar con un adenoma folicular.

09 Enero 2012
BUENOS AIRES.- El jefe de la sección Tiroides del Hospital de Clínicas, el endocrinólogo Fabián Pitoia, advirtió ayer sobre el impacto negativo que tuvo la difusión internacional del diagnóstico erróneo del problema de salud de la presidenta, Cristina Fernández.

En ese sentido, alertó que hay que ser muy cuidadoso con una paciente de estas características porque las opiniones sobre su estado de salud forman parte de las estadísticas internacionales, y consideró que la falla en la evaluación previa fue producto de un diagnóstico abrupto, dado en poco tiempo. El médico insistió con que es poco frecuente confundir el carcinoma papilar con un adenoma folicular, lo que sucedió poco antes de la cirugía a la que fue sometida la primera mandataria, al reiterar que la frecuencia de que esto ocurra es del 2 o 3%, aunque reconoció que la operación era inevitable.

Difusión internacional

"Lamentablemente ocurrió en un caso de difusión internacional: es un impacto negativo", advirtió Pitoia en diálogo con las radios Mitre y 10.

El profesional, al continuar su análisis sobre el caso de la jefa de Estado, alertó que hay que ser muy cuidadoso con las opiniones que uno brinda porque forman parte de las estadísticas internacionales.

En esa línea, insistió con que es poco frecuente que esto ocurra, al tiempo que dijo no tener conciencia de que, en el Hospital de Clínicas, haya ocurrido algo similar.

"Toda esa situación debe haber jugado en contra y a que se llegara a este diagnóstico erróneo", concluyó.

El parte médico firmado por la Unidad Médica Presidencial, reportó que el estudio histopatológico definitivo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula tiroides de la Presidenta, pero descartó la presencia de células cancerígenas, modificando el diagnóstico inicial de la punción.

El favorable diagnóstico fue informado como adenomas foliculares y es por eso que el equipo considera que el tratamiento quirúrgico es suficiente, no siendo necesario la administración de yodo radiactivo.

La jefa de Estado recibió el alta médica por encontrarse en óptimo estado general y se trasladó a la residencia presidencial de Olivos, había señalado el parte oficial que leyó el secretario de Comunicación pública y portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro.

Mientras tanto, la ex presidenta de la Sociedad Argentina de Endocrinología, Alicia Gauna, sostuvo que la biopsia es un método excelente para diagnosticar el cáncer de tiroides. "El resultado siempre es provisorio hasta que lo confirme o lo descarte el estudio histopatológico posterior a la cirugía", afirmó.

A su turno, el médico Eduardo Faure, jefe de la sección tiroides del Hospital Churruca-Vica, estimó: "no considero que haya ocurrido una equivocación de parte de los profesionales: sabemos que hay falsos positivos". Otro profesional consultado por el diario Clarín fue Osvaldo González Aguilar, director de la carrera de especialistas de cabeza y cuello de la UBA y el Hospital Marie Currie y miembro honorario de la Academia Argentina de Cirugía.

¿Fue inútil extirparle las tiroides?, se lo consultó. "Con sospecha alta de cáncer, la operación estuvo perfectamente indicada. Y si durante la congelación intraoperatoria, que se practica durante la cirugía, el cáncer se confirma, no hay otra opción que realizar una tiroidectomía total más vaciamiento de los ganglios visibles y palpables", respondió el profesional. (NA-DyN)

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