Un pueblo que todavía no conoce el asfalto

Un pueblo que todavía no conoce el asfalto

En el lugar, San Martín descansó y planeó el cruce de los Andes. Serenidad entre calles de tierra.

PASADO Y PRESENTE. En 1925, el Gobierno expropió 100 hectáreas para delinear la villa. Actualmente en el pueblo viven 9.000 personas. LA GACETA / JOSE NUNO PASADO Y PRESENTE. En 1925, el Gobierno expropió 100 hectáreas para delinear la villa. Actualmente en el pueblo viven 9.000 personas. LA GACETA / JOSE NUNO
26 Octubre 2005
No conocen el apuro ni las puertas bajo llave. En las siestas de verano, duermen con las ventanas abiertas mientras el silencio reina en el fondo de tierra, donde cada familia tiene su infaltable higuera. La galería espera la hora de mate.
La Ramada, ubicada 34 km. al noreste de la capital tucumana, en Burruyacu, es tierra de gente sencilla y orgullosa de la riqueza histórica de su pueblo. Sobre la ruta 304 se ven las primeras casas, entre campos de trigo y cultivos de citrus. Cuando se llega a la villa, se descubre que el asfalto todavía no ha llegado, ni siquiera a las calles que circundan la plaza principal.
"Lo más importante de este pueblo son su historia y su gente, cálida y solidaria", sostiene Rima Isa, nacida el 1932, una de las vecinas que más conoce el pasado de la villa.
Todavía recuerda cuando el pueblo se circunscribía a tres cuadras, sobre la ruta. En 1925, el Gobierno expropió 100 hectáreas para delinear la villa. El remate oficial se hizo el 2 de mayo de 1937. Había 31 lotes, que costaban entre $ 37 y $ 700", cuenta mostrando una copia del anuncio de la subasta. "Hasta entonces, no se hacía la diferenciación entre La Ramada de Arriba y la de Abajo. Este última era apenas una colonia. Nosotros vivíamos cerca de la ruta, y cuando se loteó nos cambiamos a La Ramada de Arriba", explica.

Tesoros inexplotados
Los grandes tesoros de estos pobladores son el Fuerte de San Simón, construido en el siglo XVII para contener a los bravos indígenas; la iglesia de San Patricio, edificada en 1893, y el solar histórico donde descansó el general San Martín, y que aún conserva el algarrobo cuya sombra -cuenta la tradición- cubrió al Libertador.
"El Fuerte de San Simón, de La Ramada, fue hecho para contener la furia de los indígenas (los juríes). Está dentro de una finca privada, que pertenece ahora a la familia del capitán Carrera, según cuenta la gente. Pero no dejan pasar nadie. Sería bueno que hiciera un museo allí, para que la gente pudiera conocer más de su historia. Así se atraería al turismo, que daría una nueva fuente de trabajo", propone Rima Isa.
LA GACETA llegó hasta el lugar y, efectivamente, estaba todo cercado; enormes pastizales que separaban el camino del fuerte. Apenas se divisa la construcción.
"El fuerte eran cuatro paredones, de los que hoy sólo quedan dos. El último se cayó con el viento. En el medio hay un palomar. Para nosotros, durante muchos años, fue el fuerte escondido, porque no se sabía nada de él hasta que LA GACETA hizo una investigación (6/11/94); entonces nos enteramos", cuenta el comisionado rural Camilo Isa Morhell, nacido y criado en La Ramada.
La antigua iglesia de San Patricio, que durante mucho tiempo fue el único templo de La Ramada, está hoy abandonada.
"Yo la conocí cuando aún estaba a cargo de tres sacerdotes holandeses de la congregación de los Sagrados Corazones. Era maravillosa, sobre todo por las imágenes, de gran belleza. El templo estaba originariamente dentro de la gran estancia de Rufino Cossio Villafañe, y actualmente está en manos de la familia Carletto. Las imágenes fueron donadas a la actual parroquia Cristo Redentor, construida en 1970, que se encuentra frente a la plaza de La Ramada de Arriba", precisa.

Imágenes talladas
LA GACETA se acercó al lugar y comprobó que el viejo templo de San Patricio está prácticamente en ruinas y cerrado. En cambio, las 17 imágenes de la parroquia Cristo Redentor lucen perfectas. Están delicadamente talladas en madera y trabajadas en todos sus detalles. Por ejemplo, tienen cabello natural, pestañas y ojos de vidrio, y algunas lucen bocas entreabiertas con finos dientes y lengua, de extremo realismo.
El único sitio histórico abierto al público es el solar de La Ramada de Abajo, donde descansó San Martín. Pero está vacío y sólo recibe visitas una vez al año.

DATOS DE INTERES
Ubicación: La Ramada está ubicada 34 km al noroeste de la capital tucumana, en el departamento de Burruyacu.

Altitud: 520 metros sobre el nivel del mar.

Población de La Ramada y la Cruz: 9.000 habitantes.

Pueblos de la jurisdicción: La Ramada de Arriba, La Ramada de Abajo, Rodeo, La Cañada, Cruz de Arriba, Cruz de Abajo y Santa Rosa.

Cultivos: soja, citrus (limón), caña de azúcar, trigo y maíz.

Fuentes laborales: 102 personas trabajan en la comuna. El 70 % de la población trabaja en los cultivos de octubre a marzo, luego queda desocupad. Hay 218 beneficiaros del plan Jefes y Jefas de Hogar.

SERVICIOS
Salud: no hay hospital, sí un Caps y un Centro Integrador Comunitario (CIC), de reciente inauguración. Todavía no se instaló allí el servicio de salud. El hospital más cercano está en la ciudad de Burruyacu, a 27 km de La Ramada.

Transporte: empresa Benjamín Aráoz y autos rurales.

Templos: la parroquia católica Cristo Redentor y dos iglesias evangelistas.

Educación: hay dos escuelas, la Agrotécnica Mariano Ramos y la de educación básica Amadeo Jacques.

Estaciones de servicio: una en Macomitas y otra en La Ramada de Abajo (sin GNC).

Hoteles y residenciales: no hay.

Cine, teatro, museos: no hay.