Cruce de acusaciones por la parálisis del Senado

Cruce de acusaciones por la parálisis del Senado

En la Cámara Alta hay malestar porque hace cuatro meses que no se discuten proyectos en el recinto.

 Beatriz Ávila. Beatriz Ávila.

El Senado de la Nación cumplió un polémico y controversial récord en la última semana: desde hace cuatro meses no se debaten ni se aprueban proyectos en el recinto del emblemático edificio.

La última oportunidad en la que el Senado sesionó fue para tratar distintas iniciativas, el pasado 16 de noviembre de 2022. En dicha ocasión, el bloque oficialista quedó en soledad, junto a tres fieles aliados porque los integrantes de Juntos por el Cambio (JxC) y la dirigente cordobesa Alejandra Vigo no habían concurrido por la polémica desatada en torno a la representación de los legisladores en el Consejo de la Magistratura. En esa oportunidad, con el acompañamiento de 35 integrantes propios y la colaboración de Alberto Weretilneck (JSRN), Magdalena Solari Quintana (Misiones) y Clara Vega (Hay Futuro Argentina), el Frente de Todos (FdT) logró sancionar el Presupuesto 2023, una prórroga impositiva y dio media sanción a una indemnización para las víctimas de la represión de diciembre de 2001.

Desde ese momento hasta ahora, los intentos de nuevas sesiones en el Senado fracasaron. En el mes de diciembre, el espacio oficialista tuvo distintas complicaciones a raíz de la situación de salud del jefe de la bancada, José Mayans, y la ausencia del salteño Sergio Leavy, por encontrarse en Qatar. Incluso, el FdT también cargó en ese momento contra la oposición con el argumento de que no garantizaban el quórum. En enero, el Poder Ejecutivo (PE) convocó un período de sesiones extraordinarias y a pesar de esto la Cámara alta, presidida por Cristina Fernández de Kirchner, tampoco se puso en marcha. Ante este cuadro, una docena de proyectos impulsados por la gestión de Alberto Fernández quedaron sin tratamiento.

¿Crisis política?

Beatríz Ávila, una de las representantes de Tucumán en el Senado, brindó a LA GACETA su percepción de lo que sucede en el Congreso y señaló que más allá de que es usual que en los años electorales la actividad parlamentaria registre un bajón, “esta suerte de crisis de producción parlamentaria que atraviesa el Senado tiene causas bastante concretas vinculadas al oficialismo”. “En primer lugar, en ambas cámaras es evidente que desde que el Gobierno perdió los comicios de medio término y por ende la mayoría en ellas, el oficialismo ha evitado sistemáticamente convocar a sesiones, y solo lo hace en casos que resulte imprescindible hacerlo (leyes como el Presupuesto)”, sostuvo la dirigente de JxC. Y agregó que en el caso del Senado hay dos causas que inciden especialmente en esta paralización del organismo: la crisis política en la alianza gobernante expresada en la ausencia casi absoluta de diálogo entre el presidente y la vicepresidenta y el conflicto planteado en la reciente ruptura del bloque oficialista, motivo por el cual cinco senadores formaron su propio bloque.

“En lo personal creo que el Congreso debería tener un funcionamiento más intenso y evitar que cada vez que haya un proceso electoral dejemos de trabajar. Es un planteo que tengo pensado hacer cuando convoquen a sesión, de lo contrario nuestra bancada debe comenzar a explorar el recurso de las sesiones especiales extraordinarias que se convocan a pedido de legisladores”, remarcó la senadora. Ávila también consideró que más allá del trabajo personal que uno pueda desarrollar como representante de la provincia en el Congreso, estás situaciones hacen pensar que el “esfuerzo queda en la nada,como el del resto de los senadores que cumplen con su trabajo”.

¿Hay responsables?

En representación de la bancada oficialista, el senador Pablo Yedlin aclaró que “no es del todo cierto que no se trabaje en el Senado”. “Si bien es cierto que el momento más importante de la labor es la sesión, existe todo un trabajo en comisiones que se hace de igual manera”, dijo el legislador oficialista. Y enfatizó: “Por supuesto que la ausencia de sesiones en el Senado es un problema para el sistema republicano porque el sistema requiere el trabajo permanente de los tres poderes. También representa un problema para el PE porque siempre hay normas que el Ejecutivo necesita para gobernar y el Congreso debe producirlas. El debate democrático tiene que estar en el Congreso y su ausencia representa un problema”.

 Pablo Yedlin. Pablo Yedlin.

Consultado por si existen responsabilidades de los distintos bloques políticos para llegar a esta situación, Yedlin destacó la conducta de la dirigencia oficialista que “siempre estuvo y dio quórum”. “Es cierto que nos faltó acompañamiento de la oposición, pero yo no creo que se pueda culpar a unos u otros porque sería una cuestión simplificadora”, declaró. Finalmente, Yedlin detalló que como consecuencia de este escenario hay normativas importantes, como la Ley de promoción de la enfermería, que esperan pronto ver luz verde.

Contra Cristina

La tensión política en el Senado está a flor y ante la reacción oficialista por las críticas a la falta de sesiones el interbloque opositor de JxC respondió con un duro comunicado titulado: “En el Senado el trabajo del FdT es atender la agenda de Cristina Fernández de Kirchner”.

“Desde el interbloque de JxC del Senado de la Nación rechazamos las falsas afirmaciones del oficialismo, donde aseguran venir ‘trabajando casi en soledad todos estos años’. La realidad es que hacen todo lo contrario, y lo hemos denunciado previamente, lo único que hacen es someter al cuerpo a sus intereses particulares”, sostuvieron los legisladores a través de un comunicado. En este sentido destacaron que a más de tres años de que Cristina Fernández asumiera su responsabilidad como presidenta del Senado de la Nación “el camino trazado demuestra que el objetivo fue utilizar este espacio como medio para instalar y concretar su agenda personal, que es la de cooptar a la Justicia en total detrimento de las necesidades de la gente”.

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