El “dólar soja” ayuda ahora, pero abre interrogantes

El “dólar soja” ayuda ahora, pero abre interrogantes

¿Qué pasará al finalizar el régimen?

El Banco Central está cumpliendo su objetivo. Las reservas tienden al alza, con una devaluación leve y controlada del tipo de cambio oficial y un dólar “blue” que sube y que baja, en un marco de mayor liquidación de divisas por parte del sector agroexportador. En Estados Unidos, el ministro de Economía, Sergio Massa, trata de mostrar signos de estabilización económica de un país que todavía no puede salir de una inflación galopante. El objetivo es despejar las expectativas de una devaluación brusca del tipo de cambio. Con inestabilidad cambiaria y la brecha entre la cotización oficial y la informal por encima del 100%, es muy complicado desacelerar la tasa de inflación y atrasar más el tipo de cambio oficial y continuar restringiendo las importaciones, advierte el economista Eduardo Robinson. Ante esta situación, de no poder devaluar, porque sin un programa de contención implicaría poner más presión a la inflación, el gobierno decidió ir por el atajo cambiario: disponer un valor de $ 200 por dólar para los exportadores de soja.

El “dólar soja” es una ingeniería que no es para aliviar la situación del sector agrícola exportador, sino que se trata de una propuesta de compra de dólares por parte del Banco Central. No se trata en rigor de un Programa de Incremento Exportador, tal como fue anunciado, indica el consultor en una charla con LA GACETA. A su criterio, sólo es una oferta de compra del Banco Central que se extenderá, por ahora, hasta fin de mes. Pero, hay probabilidad que se prolongue un tiempo más. Es una forma clara forma de reconocer el atraso del tipo de cambio, que no se estimulan las exportaciones, sino las importaciones.

¿Qué se gana con esta medida? ¿Qué consecuencias se pueden esperar? A pocos días de implementarse la medida, el denominado “dólar soja” permitió un ingreso de U$S 1.075 millones y ventas diarias de 500.000 toneladas. Es decir que, por ahora, es una medida que oxigena el raquítico nivel de reservas del Banco Central y que despeja expectativas de un salto devaluatorio.

Robinson describe el escenario de la economía que viene.

• Esto puede traer aparejado algo de estabilidad en la cotización del dólar en sus distintas versiones, mientras se acelera la devaluación del dólar oficial para procurar reducir la brecha con el dólar blue. Pero, no es una medida estructural, es un parche más. El problema son las consecuencias de la medida.

• En primer lugar, el dólar a medida del sector sojero, crea recelos en otros sectores de la actividad económica ¿por qué no un dólar a medida para las exportaciones industriales?, ¿por qué no un dólar diferencial para las economías regionales?, y así se podría seguir.

• Es una medida cortoplacista que no abarca al resto de los sectores exportadores de la economía. Además, hay que tener en cuenta que se abren otros problemas. Para comprar los dólares de los exportadores hay que emitir pesos que luego se tratará de esterilizar emitiendo Leliq. Se estima que la emisión monetaria no será inferior a los $ 30.000 millones. Esto es, alimentar aún más el denominado déficit cuasi fiscal que ya se hizo una bola de nieve muy complicada de detener. Se recurre, por tanto, al financiamiento del Banco Central al Tesoro.

• La medida esconde una maniobra, porque si bien la diferencia entre lo que se les pagaba y lo que se les pagará a quienes exporten soja lo se financiará a través del BCRA colocándole una letra intransferible a 10 años.

Crecen las reservas: más intervenciones del BCRA

En lo que va del mes, el Banco Central logró adquirir U$S 548 millones para mejorar, impulsadas por el nuevo sistema denominado “dólar soja”. De acuerdo con los datos llegaron ayer hasta los U$S 37.279 millones, mientras que en agosto habían cerrado en U$S 36.731 millones. El volumen operado en el segmento de contado (spot) volvió a ubicarse en máximos del año, en los U$S 981 millones, con liquidaciones del agro por U$S 623,2 millones.

El Gobierno espera que los productores liquiden al menos unos U$S 5.000 millones durante septiembre, aunque proyecciones privadas suben esa estimación. Las ventas del agro a un tipo de cambio de $200 alcanzaron ya los U$S 1.407,8 millones en las últimas tres sesiones operativas. El BCRA finalizó su intervención cambiaria con un saldo neto comprador por U$S 426 millones en el día.

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