Por Bruno Farano
15 Abril 2021
NO ENCUENTRAN RESPUESTAS. La gran misión del nuevo DT debe ser volver a motivar a un grupo que parece haber perdido el rumbo, en el amanecer del torneo. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
“Cuando estás en una racha negativa nada es sencillo y pasan este tipo de cosas. Hay que cambiar el chip, ajustar pequeños detalles e intentar que la mano cambie”, aseguró Hernán Pellerano. “Continuamos en lo mismo. Hay que seguir trabajando y redoblando los esfuerzos. Ganar un partido nos permitiría dejar de lado este momento; a este tipo de rachas tenés que cortarla urgente”. agregó Juan Imbert. “Cuando venís así, el mínimo error te hace perder el partido. Estamos pasando un difícil momento, pero confiamos que todo se revertirá”, sentenció Leandro Vella.
Si hay algo que en La Ciudadela está clarísimo es que el equipo no puede caer más abajo. La segunda derrota en fila pegó duro y sacudió más el espíritu de un grupo al que se lo nota disminuido anímicamente por no encontrar respuestas dentro del campo.
La caída ante un Chacarita que no hizo méritos para llevarse los tres puntos deja al descubierto que nada está bien por Bolívar y Pellegrini. El equipo sigue sin ganar (ya suma ocho juegos sin lograrlo como local, lo que lo llevó a igualar la racha más adversa de su historia en esa condición), y se encamina a igualar la peor marca global: está a cuatro partidos de los 16 juegos sin sumar de a tres que figuran como la peor estadística que existe en La Ciudadela.
Ambas marcas nefastas datan de la temporada 2000/01, cuando el equipo dirigido por Fernando Quiroz redondeó una de las campañas que, posteriormente terminaron sentenciando el descenso al Argentino A.
Pero eso no es todo. Además, más allá de que el martes por momentos intentó asociar a sus mediocampistas para llegar tocando al área rival, el circuito de juego y el poder de aceleración en los últimos metros sigue siendo una de sus principales falencias que mostró el “Santo” desde el inicio de la temporada.
El panorama es complicado por donde se lo mire, porque mientras el equipo sufre golpe tras golpe, la dirigencia trabaja en la llegada del nuevo entrenador. Aunque por ahora, el humo blanco sigue sin aparecer.
Hasta acá, casi no hubo cambios entre el equipo de la dupla Favio Orsi y Sergio Gómez y el que dirigió Floreal García. Mismos errores defensivos, idéntica impericia ofensiva y un ánimo por el piso fueron los datos característicos de un equipo que no se siente nada cómodo en el nuevo torneo.
Y como si todo eso fuese poco, Nueva Chicago lo espera el lunes en Mataderos. Sí, el tiempo es otro enemigo furioso para las aspiraciones que tienen todos en La Ciudadela.
Si la dirigencia logra abrochar al nuevo entrenador por estas horas, este deberá trabajar contrarreloj de cara al próximo examen; porque si hay algo que está claro es que San Martín no puede perder más tiempo.
Serán pocos días para que el nuevo DT pueda mostrar su “mano”. Tal vez pueda tirar algunos tips o ideas para intentar cambiar el rumbo de un barco que parece navegar a la deriva; pero el principal punto en el que deberá hacer foco es la mente de un grupo que no la pasa nada bien.
“Es un tema para analizarlo en un diván. Estamos contemplando ese tema y no es descabellado que un psicólogo deportivo se sume al grupo de trabajo”, deslizaron desde la directiva.
Más allá de que el nuevo entrenador pueda o no estar sentado en el banco de suplentes durante el duelo contra Chicago, lo primordial para el “Santo” debe ser reencontrarse con la victoria.
“Tenemos que ganar, eso es lo único que puede ayudar a desactivar este mal momento”, afirmaron desde las entrañas de Bolívar y Pellegrini.
Por ese motivo, más allá de que el nuevo entrenador tendrá el desafío de entregarle una identidad que el equipo no mostró hasta acá y de cambiarle la cara a un San Martín deslucido y apático, el objetivo prioritario estará en revertir el proceso mental.
Si bien Chicago aparece como el rival ideal para intentar levantarse (tampoco pudo ganar, con dos juegos perdidos y dos empatados), San Martín primero debe superar a sus propios fantasmas; y ese será la gran misión que tendrá el nuevo entrenador: trabajar lo mental porque allí reside gran parte del oscuro presente del equipo.
Podrían volver
Gonzalo Rodríguez, Lucas González y Ariel Chaves, los futbolistas que habían estado con covid-19 y no llegaron en condiciones para el duelo contra Chacarita, estarían listos para volver de cara al juego contra Nueva Chicago.
¿Hay DT?
Las charlas son incesantes y anoche, al cierre de esta edición, la CD esperaba la respuesta de Pablo De Muner, quien en las últimas horas pasó a picar en punta para calzarse el buzo de nuevo entrenador.
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