En la Legislatura, el éxodo manzurista abre la puerta a una sangría de contratos

En la Legislatura, el éxodo manzurista abre la puerta a una sangría de contratos

El Reglamento Interno faculta al vicegobernador Jaldo a "nombrar y remover en cualquier tiempo" al personal político de la Cámara provincial.

PODER LEGISLATIVO. Foto: Archivo LA GACETA PODER LEGISLATIVO. Foto: Archivo LA GACETA
23 Marzo 2021

La ruptura entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo quedó plasmada en la creación de un nuevo bloque en la Legislatura -denominado "Lealtad Peronista"-, que se reporta directamente con la Casa de Gobierno. Pero la decisión de los legisladores que responden al jefe del Poder Ejecutivo (PE) de abandonar la bancada "Justicialista de Todos" tendrá sus costos, según advierten en el edificio de Muñecas al 900.

El oficialismo había comenzado el período 2019-2023 con 33 de los 49 escaños de la Cámara provincial. El 8 de marzo, tras la designación del jaldista Eduardo Cobos como nuevo defensor del Pueblo en lugar del manzurista Fernando Said Juri Debo, 11 de los legisladores aliados al gobernador crearon su propio armado. Pero con el correr de los días hubo nuevos "pases de bando"; así, por el momento, el jaldismo cuenta con 20 miembros, mientras que el manzurismo contabiliza 14.

En el Poder Legislativo dan por hecho que el hombre de Trancas le pasará factura al espacio del gobernador por las últimas "jugadas" en su contra, como el desplazamiento de Fanny Salomón del Concejo Deliberante de Alderetes.

Precisamente, el éxodo del manzurismo le abre la puerta al presidente de la Legislatura para ejecutar una sangría en los contratos de los nuevos miembros de "Lealtad Peronista".

Sucede que el Reglamento Interno de la Cámara provincial dispone que faculta específicamente al vicegobernador a "nombrar y remover en cualquier tiempo" al personal del bloque (a propuesta del jefe de cada espacio).

Pero además el texto advierte que la designación "cesará automáticamente al desaparecer" la bancada en cuestión o ante "cada renovación legislativa".

De esta forma, advierten en el jaldismo, todos los contratos políticos asignados a los 14 legisladores manzuristas "cayeron" simultáneamente con la separación de los aliados a la Casa de Gobierno.

Así, existen altas probabilidades de que cada representante de "Lealtad Peronista" vea reducida su capacidad de "contención política". Algunos dirigentes, según las versiones, llegaron a ostentar decenas de contratos políticos en la Legislatura. Ahora, pasarían a contar con las 10 designaciones de rigor, cifra que por uso y costumbre se les asigna a los opositores "rasos".

EN RUEDA DE PRENSA. Osvaldo Jaldo, vicegobernador de la Provincia. Foto Twitter @OsvaldoJaldo EN RUEDA DE PRENSA. Osvaldo Jaldo, vicegobernador de la Provincia. Foto Twitter @OsvaldoJaldo

Eso no es todo. La bancada manzurista que preside el ex senador nacional Sergio Mansilla también debería tener la posibilidad de nombrar un secretario, un cargo que da lugar a una mayor remuneración en comparación con los contratos políticos. Además, por tener casi una quincena de miembros, podrían solicitar que se les proporcione una sala de reuniones acorde a sus necesidades. Todos estos aspectos dependen de la decisión del presidente de la Legislatura, según establece el Reglamento Interno.

En el manzurismo saben que la posibilidad existe, pero descreen de que el vicegobernador vaya a avanzar con una medida tan drástica. Las razones son varias. Primero, que muchos referentes del jaldismo basan su "contención política" en el Ministerio del Interior, que depende de Miguel Ángel Acevedo. Así, un "recorte" en la Legislatura podría tener su réplica en el Poder Ejecutivo. En segundo lugar, analizan en el entorno del gobernador, generar un número importante de cesantías en la Cámara provincial castigaría no sólo a los referentes del manzurismo, sino también a "punteros", militantes y dirigentes que nada tienen que ver con la pelea entre Manzur y Jaldo. Esto, a la vez, daría lugar a que los eventuales desempleados expresen su malestar. De todas maneras, admiten en "Lealtad Peronista", es incierto hasta qué punto puede llegar la pelea entre el gobernador y el vicegobernador.

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