Carlos Menem: frases y furcios que marcaron una época

Carlos Menem: frases y furcios que marcaron una época

"Mi obra de cabecera son las obras completas de Sócrates", es una de las más memorables.

Carlos Menem: frases y furcios  que marcaron una época
14 Febrero 2021

Falleció el expresidente Carlos Menem. Marcó una época y muchas de sus frases quedaron en la historia.

Por eso viene bien repasar esas expresiones que marcaron las transformaciones sociales y económicas más profundas de la historia argentina.

•"¡Síganme, no los voy a defraudar!". Fue el latiguillo de cierre de sus discursos de campaña desde 1988. La promesa estrella era "revolución productiva y salariazo".

•"Voy a gobernar por los niños pobres que tienen hambre y por los niños ricos que tienen tristeza".

•"No se sabe cuánto tiempo pasará, y cuánta sangre se derramará, pero nuestro territorio (Malvinas) volverá al pueblo".

•"Solo puedo ofrecerle a mi pueblo sacrificio, trabajo y esperanza (.). Solo puedo asegurarle que seré el primer argentino a la hora de la austeridad, de poner el hombro, de apretar los dientes, del esfuerzo".

•"Declaro a la corrupción un delito de traición a la Patria".

•"El país necesita cirugía mayor sin anestesia". Con esa expresión, repetida hasta el infinito, definió su plan económico al llegar al gobierno, ya lejos del "salariazo" y la "revolución productiva".

•"Usted y yo somos del mismo palo". Se lo dijo a George Bush (padre) tras su primera reunión en la Casa Blanca.

•"Ramal que para, ramal que cierra".

•"Constitucionalmente la medida es irreprochable". Así defendió el indulto con el que benefició a los condenados en el Juicio a las Juntas en 1989.

•"Estamos mal, pero vamos bien". Lo dijo por primera vez en 1990, cuando la economía se derrumbaba, en plena hiperinflación y después de la confiscación de ahorros del Plan Bonex.

•"Mi obra de cabecera son las obras completas de Sócrates". El filósofo griego no dejó ninguna obra escrita, claro. Pero Menem no dudó en responder así durante una entrevista. Después, más de una vez lo repetiría en broma.

•"La Ferrari es mía, mía, mía. ¿Por qué voy a donarla?".

•"Hemos dispuesto una economía popular de mercado y la vamos a seguir hasta las últimas consecuencias".

•"No tengo aspiraciones de ser reelegido", dijo en 1992, dos años antes de promover la reforma constitucional para habilitar la reelección presidencial.

•"Los grandes negociados son como los peces en el agua, no dejan huella".

•"Nadie muere en la víspera". Después de la operación de la carótida que tuvo en vilo al país, en octubre de 1993. Pocos días después firmó el Pacto de Olivos.

•"Perdón, perdón. Me confundí de discurso". Célebre gaffe de 1994 en el aniversario de la Bolsa de Cereales, después de leer durante casi un minuto algo que no encajaba con el lugar y la ocasión.

•"Los pueblos que olvidan su historia repiten la historia. Como nos olvidamos de los acontecimientos de 1955, estuvimos repitiendo esa misma historia al poco tiempo, tumbando al gobierno del doctor Alfonsín... eh, Frondizi (risas). Son radicales los dos". Uno de sus grandes fallidos, en atención a cómo se dio la transición con su antecesor. Ocurrió en un discurso de 1995.

•"Los abrazo sobre mi corazón". Otra frase característica de los actos de campaña para la reelección, que aquel año usó a más no poder. Los discursos los cerraba con otro clásico: "¡A triunfar!".

•"Se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual, desde una plataforma que quizá se instale en Córdoba, esas naves espaciales se van a remontar a la estratósfera y desde ahí elegir el lugar adonde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podamos estar desde Argentina en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo", dijo en una escuela rural de Tartagal, el 5 de marzo de 1996.

•"La convertibilidad se mantendrá por los siglos de los siglos". Tras la renuncia de Domingo Cavallo, autor de su plan estrella, quiso que no quedaran dudas. "El padre del modelo soy yo", añadió.

•"No creo que haya habido en la Argentina, salvo Perón, un presidente más calumniado e injuriado que este presidente. Es que no saben de la madera que está hecho este riojano: quebracho y algarrobo". Ante un Congreso del PJ, en épocas de baja en la popularidad. Empezaba a gobernar a la defensiva.

•"Yo vuelo como las águilas; ellos se arrastran como las víboras". Un clásico ataque a sus opositores, expresado en 1997.

•"Soy el único argentino proscripto. Le tienen miedo a este humilde hombre del interior".

•"Lo que no me mata me agranda. Pese a todas las calumnias y las difamaciones a mi persona y a mi moral, voy a volver a ser presidente en 2003".

•"Kirchner es el Chirolita de Duhalde. Si ganara la presidencia, no termina su mandato porque no tiene poder". En otra entrevista previa a las elecciones generales.

•"Solo un borracho puede pensar eso". Después de la primera vuelta de 2003, fue tajante cuando le preguntaron si pensaba renunciar al ballottage.

•"Si por mí fuera, mi ministro de Economía sería Carlos Arslanian (lo interrumpen: "¿No será Melconian?"). ¡Melconian! Claro, Melconian. Bueno, los dos son armenios".

•"En todos los gobiernos hubo corrupción, salvo en el mío". Durante una entrevista con CNN en Español, en 2018.




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