11 Febrero 2021
Pasillo de tribunales penales. FOTO MINISTERIO PÚBLICO FISCAL.
Satisfacción.- “Es una política que tendrá sus resultados en unos años, notándose sin lugar a duda una disminución de la inseguridad que hoy nos azota”, comentó Patricio Char.
Preferencia.- “Lo bueno son las suspensiones del juicio a prueba, porque demuestran la celeridad para resolver los conflictos con condena o absolución. Las salidas alternativas son mejores que el juicio abreviado”, explicó Mariano Arcas.
Avance.- “Descomprime a la Justicia. Con ambas herramientas los damnificados pueden recuperar parte o el total del daño que sufrieron. Un debate oral no solo es caro sino también lento y dañino para todas las partes, incluida la Justicia”, opinó Silvia Furque.
Interrogante.- “Se están aplicando en casos de fácil resolución. Hay que aclarar que estas herramientas podían ser utilizadas con el viejo sistema. Habrá que ver qué pasa con los juicios con el nuevo código”, se preguntó Ernesto Baaclini.
Otra mirada.- “Las causas no deben llegar siempre a juicio, sino que la última opción es el juicio. En lo personal pude cerrar en 40 días procesos abreviados que antes llevaban de 3 a 5 años. El nuevo código favoreció y fortaleció el sistema judicial. Se da una solución más rápida a las Víctimas como a los imputados”, sintetizó José María Molina.
Ventajas.- “Toda herramienta que sirva para descomprimir al sistema judicial es bueno. Pero hay que utlizarlas cuando corresponda y de debe hacer un estricto control de su cumplimiento”, señaló Álvaro Zelarayán.
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