Coronavirus en el mundo: la esperanza europea y los problemas de Brasil y EEUU

Coronavirus en el mundo: la esperanza europea y los problemas de Brasil y EEUU

El principal foco de contagio mundial actual es Estados Unidos, donde la situación sigue empeorando.

Estados Unidos es en estos momentos el país con más casos de coronavirus. Estados Unidos es en estos momentos el país con más casos de coronavirus.
30 Marzo 2020

Italia registró una baja del 50% de los nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 horas, una cifra que generó especial optimismo luego que las autoridades anunciaran que el país atraviesa "la fase más aguda" de la pandemia, mientras en Brasil la crisis de salud se está convirtiendo en un grave problema político para el gobierno de Jair Bolsonaro.

A diferencia de los principales focos de contagio en Europa -Italia y España-, donde se empiezan a ver las primeras señales de estabilización, en el principal foco de contagio mundial actual, Estados Unidos, la situación sigue empeorando.

Mientras en el mundo entero los casos ya superan los 775.000 y los 37.000 muertes, en Estados Unidos el número de infectados es de más de 159.000 y los muertos más de 2.900, casi la mitad en el estado de Nueva York, el epicentro de la pandemia en ese país, según la Universidad de Johns Hopkins.

El gobernador de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, advirtió que el "tsunami" del coronavirus está llegando y adelantó que "las semanas más duras" aún están por delante, según la agencia de noticias EFE.

Un nuevo estudio del Instituto para la Evaluación Métrica Sanitaria de Estados Unidos estimó hoy que la curva de contagio podría alcanzar su punto máximo en junio próximo.

El gobierno federal de Donald Trump es mucho más optimista. Sin embargo, hoy el mandatario se echó atrás y reconoció que no podrá reactivar la actividad económica y reabrir las fronteras en Pascuas, como había anunciado el viernes pasado.

En Italia y España, en cambio, la expectativa es que el peor momento de la pandemia está cerca.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, explicó hoy en una entrevista con el diario “El País” que el país está "en la fase más aguda" de la pandemia, pero agregó: "Los expertos son prudentes todavía, pero es razonable pensar que estamos cerca del pico".

Hoy se registraron 812 muertos y casi 1.650 casos nuevos. Esta última cifra es la que genera más expectativa ya que ayer hubo más de 3.850 contagios nuevos.

De todas maneras, el ministro de salud Roberto Speranza, adelantó que, por recomendación del comité técnico científico que asiste al gobierno, las medidas de confinamiento general se prorrogarán "al menos hasta Pascua", es decir, hasta el 12 abril.

En España, la desaceleración de los nuevos casos no fue tan contundente, pero ya suma cinco días consecutivos de descenso porcentual.

"Los datos ofrecen una ventana de esperanza", aseguró en videoconferencia el Ministro de Sanidad español, Salvador Illia, y reiteró que el país "está ya en el pico o muy cerca de él" en la gran mayoría de las regiones.

España -como ya lo había hecho Estados Unidos e Italia- superó hoy a China, el país donde surgió la pandemia a fines del año pasado, en número de infectados.

Actualmente tiene más de 85.000 casos e Italia más de 101.000, mientras que China parece haberse estancado en poco más de 82.000 desde hace unos días.

En España, el endurecimiento de las medidas ordenadas por el gobierno nacional -en especial, la parálisis de la economía, con excepción de los servicios esenciales- desató una ola de críticas de la oposición, pero por ahora la tensión política no ha escalado como en Brasil.

El enfrentamiento con el presidente Bolsonaro y su negativa a aceptar la seriedad de la pandemia y apoyar un confinamiento general tuvo una nueva escalada cuando un grupo de ex candidatos presidenciales y líderes de la oposición de centro, centro-izquierda e izquierda pidió la renuncia del mandatario.

Bolsonaro "no está ya en condiciones de seguir gobernando" y "enfrentar una crisis que compromete la salud y la economía", sostuvo la carta pública firmada por los ex candidatos Ciro Gomes, Fernando Haddad y Guilherme Boulos, y los presidentes de los partidos de los Trabajadores (PT), Socialista Brasileño (PCB), Democrático Laborista (PDT), Socialismo y Libertad (PSOL), Comunista do Brasil (PCdoB) y Comunista Brasileño (PCB).

El mandatario ya recibió críticas públicas de los líderes del Congreso, de jueces y de un amplio espectro de gobernadores y alcaldes, muchos de ellos de centro-derecha y derecha.

No obstante, Bolsonaro volvió a pasear por Brasilia, la capital, y a llamar por las redes sociales a violar el confinamiento ordenado por gobernadores y alcaldes. Por primera vez, Twitter borró uno de estos mensajes por considerar que "incumplió con las reglas" de la empresa, que se comprometió a censurar los mensajes que perjudicaran los esfuerzos en el mundo por frenar la pandemia.

Desde Argentina, el presidente Alberto Fernández lamentó hoy que su homólogo de Brasil "no entienda la gravedad del problema" del coronavirus y advirtió que eso "complica" la situación regional.

Por eso, contó en una entrevista, que le pidió al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que convoque a una reunión extraordinaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para analizar la situación regional en el marco de la pandemia.

Los esfuerzos multilaterales, por ahora, han sido la excepción.

Pese a ello, el presidente de la Asamblea General de la ONU, el nigeriano Tijjani Muhammad-Bande, llamó a la comunidad internacional a que suspendan las sanciones que rigen sobre los países que se encuentran "en situación de mayor vulnerabilidad", por ejemplo, Irán, Siria y Cuba, entre otros.

Además, la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo instó a los países más ricos a crear un fondo para una suerte de "plan Marshall", en referencia al masivo paquete de ayuda económica que Estados Unidos entregó a Europa para la reconstrucción en la posguerra.

El fondo constaría de un billón de euros en ayudas directas a los países más pobres y en desarrollo, otro billón en condonación de sus deudas externas y 500.000 millones para el plan Marshall propiamente dicho.

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