Presidencia de Macri: cuatro años después, luces y sombras del Plan Belgrano

Presidencia de Macri: cuatro años después, luces y sombras del Plan Belgrano

La creación de un organismo dedicado a promover el desarrollo del Norte fue una de las promesas de campaña de Macri en 2015. En Tucumán, la Nación finalizó el 23% de los proyectos de obra pública, mientras que el 42% continúa en ejecución. Una inversión de más de $ 10.000 millones, en suspenso.

AMPLIACIÓN. Obreros trabajan en la pista del aeropuerto Benjamín Matienzo, ahora con certificación internacional. La gaceta / foto de diego aráoz AMPLIACIÓN. Obreros trabajan en la pista del aeropuerto Benjamín Matienzo, ahora con certificación internacional. La gaceta / foto de diego aráoz LA GACETA / DIEGO ARÁOZ

El 35% de las obra pública quedó en carpeta. En Tucumán, durante sus cuatro años de gestión, el ex presidente Mauricio Macri consiguió completar el 23% de los proyectos del Plan Belgrano, mientras que dejó en ejecución el 42%, según datos de su ex Subsecretaría de Infraestructura. En el lenguaje de la economía, estos tres porcentajes representan $ 6.639 millones de obras finalizadas, $ 11.889 millones en proceso y $ 10.122 millones a iniciar. Un resultado que José Ascárate, ex subsecretario de Infraestructura del Plan Belgrano, valora, si bien reconoce que esperaban avanzar más. “Yo hubiera querido hacer más, muchísimo más -transmite-. Pero todas las obras se resintieron mucho en 2018, cuando empezó la recesión. De cualquier manera, yo estoy conforme porque ha habido obras públicas importantes en el Norte”.

En una visita a Tucumán en octubre de 2015, durante la campaña electoral de ese año, Macri prometió: “voy a gobernar pensando en el Norte y desde el Norte, para asegurar que los planes avancen y que las obras se hagan”. Una vez en el Gobierno, el ex presidente creó, bajo la órbita del ex jefe de Gabinete Marcos Peña, la Unidad Plan Belgrano, una secretaría de Estado encargada de coordinar las obras públicas nacionales en 10 provincias: Salta, Santiago del Estero, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Misiones, Chaco, Corrientes, Formosa y también Tucumán. El primer titular del plan fue José Cano.

“En muchas obras finalmente no pudimos avanzar porque, si bien en los primeros dos años licitamos la mayor cantidad, después faltó financiamiento. Pero sí podemos decir que la obra pública dejó de ser sinónimo de corrupción en la Argentina, como había ocurrido entre 2003 y 2015, cuando los recursos no se utilizaron para mejorar la vida de la gente”, denuncia Cano en referencia a algunas de las causas judiciales que involucran a la vicepresidenta, Cristina Fernández, y varios de sus ex funcionarios.

Resultados generales

Sea como sea, en las 10 provincias contempladas en el plan la Administración de Macri ejecutó el 45% de los U$S 16.000 millones de inversión en infraestructura comprometidos en diciembre de 2015, según cifras oficiales.

En consecuencia, Sisto Terán, ex coordinador de la Unidad Ejecutora Provincial (encargada de la relación de Tucumán con las autoridades del Plan Belgrano) y actual titular del Plan Norte Grande (ex Belgrano), discrepa de la evaluación de Ascárate. “El Plan Belgrano, como fue diseñado por Macri, era una unidad comunicacional: comunicaba cosas, pero no manejaba presupuesto, ni controlaba obras ni seguía los créditos de los organismos multilaterales. Si querías algo, tenías que ir a otra área, no al Plan Belgrano”, se queja.

A MEDIO CAMINO. Obreros trabajan en las vías del tren Belgrano Cargas, cuyo último tramo quedó inconcluso. A MEDIO CAMINO. Obreros trabajan en las vías del tren Belgrano Cargas, cuyo último tramo quedó inconcluso.

De hecho, Ascárate reconoce que él y sus pares no contaban con dinero: “hemos tenido firma y no presupuesto. Yo tenía control para ejecutar cosas, para planificar cosas con cada ministerio, pero no tenía presupuesto para operar. No éramos una vialidad paralela en el Norte argentino, sino que éramos un gestor ante Vialidad nacional y ante las vialidades provinciales para que las obras se hagan”.

En cualquier caso, Terán y Ascárate coinciden en que la devaluación de 2018 complicó el desarrollo del programa, si bien el primero observa la crisis con más severidad que el segundo. “La razón de la subejecución fue que entendían que esto era un gasto, no una inversión -protesta Terán-. En su afán de mostrar números positivos al Fondo Monetario Internacional, prácticamente pararon las obras”.

Pero Ascárate contesta: “muchas obras estaban atadas al dólar por los precios de los materiales. Hubo un momento en que tuvimos mucha incertidumbre de precios por los bombazos al dólar y Vialidad nacional paró obras porque no sabía cuánto iban a salir. Pero eso tuvo que ver con el vaivén económico, no con el Plan Belgrano en sí”.

Resultados particulares

En Tucumán, entre obras finalizadas y en ejecución, la Nación ya invirtió $ 18.528 millones asignados al Plan Belgrano, de acuerdo con datos a los que accedió LA GACETA. Representan el 65% de los $ 28.650 millones que estaban programados. La obra finalizada de mayor envergadura es la ampliación y rehabilitación de la pista del aeropuerto Benjamín Matienzo, que costó $ 960.813 millones. “Fue lo más importante que hicimos -destaca Ascárate-. Permitió que la terminal de carga aérea reciba certificación internacional para operar con sistemas refrigerados. Le ha permitido a Tucumán ser la cabecera de carga del Norte y tiene una significación formidable para la producción tucumana”.

Hacia adelante

Sin embargo, otras obras importantes aún no comenzaron, como el sistema de desagües cloacales de Alderetes, Banda del Río Salí y San Andrés, que está presupuestado en $ 749.322 millones. En enero, Terán prometió que el Gobierno de Alberto Fernández se hará cargo: “tenemos una postergación inadmisible, que es la obra de Alderetes y Banda del Río Salí, es decir, toda la red de cloacas y la planta de tratamiento de San Andrés”.

Con este fin, Terán busca reformular el ex Plan Belgrano para que sea un programa específico de obra pública y ya no una unidad coordinadora. Y, de hecho, esta semana arribará a Tucumán el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, para lanzar la nueva política.

Mientras tanto ese ministerio no termina de arrancar: según la Oficina Nacional de Presupuesto, en enero el Gobierno de Fernández solo ejecutó el 0,04% de la inversión real directa, el componente de gastos de capital que contempla casi la totalidad de la obra pública.

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