San Martín: una mirada optimista

San Martín: una mirada optimista

Con el correr de las horas, el punto del domingo tomó otro sabor y el plantel lo valoró.

TRANQUILIDAD. García cree que el debut no fue malo y que con el correr de los partidos el equipo encontrará un mejor nivel. la gaceta / foto de Antonio Ferroni (archivo) TRANQUILIDAD. García cree que el debut no fue malo y que con el correr de los partidos el equipo encontrará un mejor nivel. la gaceta / foto de Antonio Ferroni (archivo)
23 Agosto 2018

Pasaron los días y la ebullición por el regreso a Primera bajaron sustancialmente. Mucho más tranquilos, en La Ciudadela comenzaron a mirar de otra manera el punto conseguido ante Unión en el primer juego para San Martín en la Superliga.

La primera sensación, y con el empate fresquito luego de ir arriba durante más de una hora, fue de bronca e impotencia. El equipo estuvo a 10 minutos de cerrar un debut con victoria y por eso el sabor parecía amargo.

Es cierto que el equipo no mostró el juego que Darío Forestello quiere y, que durante el segundo tiempo se limitó pura y exclusivamente a aguantar los embates del “Tatengue”. Pero en con el correr de las horas, el debut generó una sensación mucho más positiva que al principio.

“Lo más importante es que no se perdió. Nosotros tenemos que saber que sumar siempre es importante porque pelear el descenso es dificilísimo. Debemos rescatar que hicimos un partido dentro de todo correcto contra un rival que viene aceitado y que en la pasada temporada fue el equipo que menos perdió y al que menos le convirtieron”, levanta la mano Adrián Arregui, conocedor del paño de buscar la permanencia debido a sus años como jugador de Temperley.

Justamente, el volante desliza algo que cobró valor algunas horas después del pitazo final del duelo del domingo. La primera impresión es que San Martín perdió dos puntos, debido a que estaba en ventaja. Pero después, al analizar minuciosamente los detalles, el panorama cambió.

En primer lugar, los nervios y la ansiedad del primer partido en la elite, para un grupo acostumbrado a caminar las canchas del ascenso fue un combo difícil de manejar. Es por eso que el habitual juego de tenencia de balón, casi una marca registrada de Forestello, nunca pudo saltar a escena. “Vamos a animarnos más”, fue el pedido del entrenador cuando refrescaba ese concepto durante la práctica de ayer. Y está clarísimo a qué se debió ese pedido.

Otro punto a mejorar fue que el equipo se replegó mucho y regaló la tenencia de balón, dos aspectos que son una consecuencia del primero. La ansiedad por cerrar un partido que regalaba un resultado bárbaro para el debut llevó al equipo a dejar crecer a su rival.

“Son errores típicos de un debutante. Había mucha efervescencia por el primer partido y eso te juega en contra. Son cosas que uno no tiene en cuenta, pero que son claves”, asegura Arregui.

Eso sí, entre lo negativo que dejó el primer partido: empate tras ir ganando y errores en la manera de asegurar un triunfo que pintaba genial, también hubo cosas positivas que San Martín debe conservar y, obviamente, explotar más aún.

Con errores y todo, el “Santo” siempre fue fiel a su estilo de juego. Cuando pudo y, sobre todo logró “desacartonarse”, intentó poner en práctica lo que pide su entrenador: jugar con pelota al ras del piso y “soltar” a sus volantes de frente al arco rival. “Hay que mejorar algunas cosas por pulir y otras por mejorar, pero no fuimos un desastre. Debemos seguir creciendo”, pide Matías García de cara a otra prueba de fuego: la visita a Rosario Central.

Más allá de todo, el balance del debut es positivo. Ahora, sin los nervios propios del estreno, todo debe ser mejor aún.

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