Vandenbroele “trabajaba para Boudou”, dijo Laura Muñoz

Vandenbroele “trabajaba para Boudou”, dijo Laura Muñoz

La ex mujer del empresario declaró ayer y complicó aún más al ex vicepresidente.

TEMOR. Laura Muñoz es una testigo protegida por la Justicia porque, dijo, recibió amenazas de su marido. TEMOR. Laura Muñoz es una testigo protegida por la Justicia porque, dijo, recibió amenazas de su marido.
08 Noviembre 2017

BUENOS AIRES.- La testigo protegida Laura Muñoz afirmó que su ex marido, Alejandro Vandenbroele, trabajó para el ahora detenido ex vicepresidente Amado Boudou. También sostuvo que el “nexo” fue José María Núñez Carmona e indicó que el vínculo empezó en 2009, con la firma de un contrato para Formosa y continuó luego a través de una aparente “consultora” montada en Puerto Madero.

“Me dijo que trabajaba para Boudou y el nexo era Núñez Carmona en un negocio para Formosa”, comenzó ayer su declaración Muñoz ante el Tribunal Oral Federal 4, en una nueva jornada del juicio oral al ex vicepresidente por la venta de la ex imprenta Ciccone Calcográfica.

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Muñoz aclaró al inicio de la audiencia que sigue casada con Vandenbroele, con quien tiene una hija, pero advirtió que está separada de hecho desde 2010, con demanda de divorcio iniciada, en una declaración en la que lloró y recordó episodios violentos con su ex pareja. Vandenbroele pidió no estar presente mientras hablara Muñoz y permaneció en una sala contigua a la del Tribunal en Comodoro Py.

“Boudou estaba buscando un abogado para hacer muchos negocios. Él había sido elegido como ese abogado de confianza”, sostuvo Muñoz, quien precisó que su entonces marido le había contado eso cuando le propuso, en 2009, mudarse de Mendoza a la ciudad de Buenos Aires ante esa oportunidad que se le presentaba. En este sentido, Muñoz indicó que esa selección se produjo porque una prima de Vandenbroele -que era directora regional de Anses Mar del Plata- tenía un vínculo con Núñez Carmona y Boudou, y los presentó.

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Muñoz abrió la ronda de declaraciones en el juicio que se reanudó en los tribunales de Retiro, en una particular jornada con ausencia de Boudou, detenido el viernes último en una causa por enriquecimiento ilícito.

Núñez Carmona, detenido también el viernes, llegó a Comodoro Py esposado y custodiado por el Servicio Penitenciario Federal, para presenciar la audiencia y con intenciones de prestar declaración indagatoria.

En una extensa declaración, cortada por su llanto y por roces entre el presidente del Tribunal, Pablo Bertuzzi, y los abogados defensores, Muñoz contó que los negocios con el Gobierno comenzaron en el segundo semestre de 2009.

La testigo recordó que lo primero que hizo Vandenbroele fue participar de la firma a nombre de la sociedad “The Old Fund” de un contrato con la provincia de Formosa para asesorar en la reestructuración de su deuda pública. Boudou era entonces ministro de Economía y ése fue el primer contrato de The Old Fund, con Vandenbroele titular. “Con Formosa me dijo que recibía U$S 60.000. Si yo me voy a quedar con esta plata, imaginate lo que se quedan los de arriba”, repitió Muñoz que le dijo su marido.

La mujer explicó que, para ella, “Núñez Carmona era nadie, un emisario, no sabía quién era” y contó que le preguntaba a Vandenbroele: “Después, ¿quién está? ¿Boudou, Cristina?”.

“Decía que sería como una consultora, pero iban a recibir otros negocios directamente del gobierno”, agregó.

Sobre Núñez Carmona, Muñoz contó que su entonces marido “lo conocía, hablaba por teléfono con él, tenía muchas reuniones”. “Le decía ‘el gordo José María’ y se reunían en un bar de avenida del Libertador”, relató. Según la testigo, Vandenbroele decía que todo “lo mandaba a armar Boudou por medio de Núñez Carmona”, en relación a lo que siguió después, el montaje de una consultora en Puerto Madero.

“La situación me parecía un espanto”, agregó la mujer luego de detallar situaciones de maltrato, ausencias de su marido y el secreto que le impuso sobre sus actividades. “Tenía miedo de que me maten”, dijo sobre lo que siguió tras la separación en 2010 y cuando, según ella, Vandenbroele no tenía buena memoria, anotaba todo en cuadernos y luego se dio cuenta de todo lo que sabía sobre sus negocios. “Venía a mi casa y me decía que iba a terminar tirada en una acequia, que me calle”, aseguró. (Télam)

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