Hermetismo "made in Corea" y una estricta rutina de trabajo

Hermetismo "made in Corea" y una estricta rutina de trabajo

Debido a que sus jugadores no hablan inglés, el contacto con la prensa es escaso.

28 Noviembre 2013
De los ocho seleccionados que llegaron a la provincia, Corea del Sur es uno de los más particulares: dado que ninguna de las jugadoras habla o entiende otro idioma que no sea el coreano, su relación con el mundo exterior se limita a sonreír ocasionalmente para alguna cámara o comunicarse a través del coordinador Han o del mánager Kim, las únicas dos personas del equipo que hablan inglés.

"Hay que tratarlas con cuidado, porque son especiales", sugirió uno de los encargados de mantener a los curiosos fuera de las zonas restringidas.

No se trata en realidad de mala predisposición, sino simplemente de cultura. Los orientales suelen ser reservados, frugales y metódicos. Mientras otros equipos han organizado salidas, las coreanas sólo se dedican a entrenar y descansar. Hacen de la concentración un arte y también del silencio: no dicen en 10 palabras lo que se puede decir en cinco. "Casi nunca piden nada", reveló un empleado del hotel.

Comentarios