Qué son las células madre y qué se puede hacer con ellas

Qué son las células madre y qué se puede hacer con ellas

Hoy se premio a dos científicos por los aportes que realizaron sobre estas y sus utilidad para tratar distinas enfermedades.

UN MUNDO POR DESCUBRIR. La imagen muestra neuronas de un estudio realizado por Yamanaka. REUTERS. UN MUNDO POR DESCUBRIR. La imagen muestra neuronas de un estudio realizado por Yamanaka. REUTERS.
08 Octubre 2012
Hoy se entregó el Premio Nobel de Medicina a los científicos John Gurdon y Shinya Yamanaka, por su trabajo en la creación de células madre. Los investigadores, uno británico y otro japonés, abrieron la puerta a nuevos métodos para diagnosticar y tratar enfermedades.

Hace dos meses, el médico e investigador Pablo Argibay, habló con LA GACETA desde su laboratorio, en el Hospital Italiano de Buenos Aires, sobre las células madres, qué son y para qué sirven. 

"Son células que tienen la capacidad de diferenciarse. Sus células fijas van a dar células de prácticamente todos los tejidos del organismo. En principio, existen tres tipos: células embrionarias; las del cordón umbilical, que están circulando permanentemente entre el cordón y la placenta de la mamá, y que es la terapia aceptada. Lo que es discutible éticamente es si se le puede prometer a una embarazada que las células van a servirle a su hijo, y ofrecerle un servicio de banco privado. Eso no tiene por el momento sustento científico, porque no hay en el mundo personas que hayan sido tratadas con ese tipo de terapia en enfermedades clásicas. Por último están las células madres del adulto, que estarían desparramadas por todos los tejidos, aunque principalmente están las células mesenquimales, que están en diferentes órganos y que, adecuadamente tratadas, podrían dar lugar a un número limitado de células de otro tejido. Por ejemplo, tomadas de tejido graso podrían diferenciarse en células cardíacas o, incluso, en neuronas", definió Argibay.

Sobre las utilidades de las células madres, el médico precisó que todavía no se pueden dar muchas seguridades. "No se puede decir en forma rotunda que reparen en su totalidad el corazón dañado, o el cerebro dañado, o un páncreas dañado por la diabetes. Existen resultados menores: en corazón se ha mostrado que mejoran el bombeo, pero sin una relevancia clínica. En la diabetes, han dejado de usar un poco la insulina, pero no hay reportes internacionales que indiquen que pacientes hayan abandonado totalmente la insulina tras el tratamiento. Por el momento, parecería que podría ser un coadyudante que podría llegar a ser muy útil combinado con otras terapias. Lo que existen son trabajos experimentales en animales, que son diferentes, porque es diferente la capacidad regenerativa. Hay ensayos clínicos que han dado resultados diversos, y que no avalarían que las células madre sean capaces de regenerar en su totalidad un tejido dañado", indicó.

Finalmente Argibay habló del uso de las mismas en el país. "En la Argentina, las células madre no son aceptadas como terapias corrientes, deben ser aprobadas por el Incucai como proyectos de investigación, totalmente gratuito para el paciente. Finalmente, existe algo bastante interesante y promisorio que estaría entre las células del adulto y las embrionarias, las células pluripotenciales inducidas: se toma una células adulta y, por medio de procesos virales o bioquímicos, se logra que vuelva para atrás, y que esa célula se vuelva a transformar en una célula embrionaria con todas sus potencialidades, o en una célula con otro tipo de tejido", explicó.

Esto último es justamente lo que logró Yamanaka, que fijó los cuatro genes que eran clave para convertir células adultas (lo hizo con piel). Con esto, consiguió lo que ya se conocen como Células Pluripotenciales Inducidas (IPS). Este material tiene la ventaja de que es fácil de obtener, ya que no necesita un embrión y, debido a que tienen los mismos genes de la persona en la que se va a usar, evitará rechazos.

Por otro lado, y este es el más controversial, el uso de las células madres, permiten la clonación. En 1958, Gurdon fue el primer científico en clonar un animal, produciendo un saludable renacuajo del huevo de una rana con el ADN de la célula intestinal de otra cría. Ello demostró que las células desarrolladas aún portan la información necesaria para crear cada célula del organismo, décadas antes de que otros científicos se hicieran conocidos a nivel mundial por clonar al primer mamífero, la oveja Dolly.  (LA GACETA - REUTERS)

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