Al Qaeda se vengó y causó 80 muertes

Al Qaeda se vengó y causó 80 muertes

El doble atentado suicida fue lanzado contra reclutas que habían terminado su formación militar y salían de vacaciones con sus familias. Un grupo reivindicó la acción como una venganza por el asesinato de Bin Laden. La segunda bomba alcanzó a socorristas.

SOLO DOLOR. Dos militantes talibanes se inmolaron al detonar explosivos y produjeron la desolación en una academia militar del interior de Pakistán. REUTERS SOLO DOLOR. Dos militantes talibanes se inmolaron al detonar explosivos y produjeron la desolación en una academia militar del interior de Pakistán. REUTERS
14 Mayo 2011
ISLAMABAD/NUEVA DELHI.- Más de 800 reclutas celebraban el fin de su formación militar en el noroeste de Pakistán. Esperaban un descanso de 10 días que estaban a punto de emprender antes de prestar servicio en una unidad paramilitar de apoyo al Ejército, en la frontera con Afganistán. Pero decenas no volverán nunca a sus casas, porque murieron en un doble ataque con el que los talibanes pretenden vengar la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.

Los jóvenes cadetes conversaban ya vestidos de civil, tras la oración del alba y después del desayuno, cuando dos kamikazes los atacaron en Charsadda, cerca de Peshawar, convirtiendo en carnicería lo que iban a ser vacaciones en familia.

El atentado, que se cobró la vida de, al menos, 80 personas (69 de ellos eran cadetes) y provocó más de 100 heridos, y es el peor ocurrido en Pakistán en los últimos diez meses y uno de los más graves desde 2007. Miles de personas murieron en ataques en un país donde el Gobierno y el Ejército no consiguen acabar con el terrorismo.

Según los testigos y la Policía, el ataque estaba especialmente calculado. Los autobuses en los que los jóvenes iban a viajar se encontraban fuera del recinto, y justo cuando estaban cargando sus equipajes una moto pasó junto a su lado: uno de los atacantes se bajó, se escondió y esperó, mientras el segundo se hizo volar por los aires ante los autobuses. Cuando llegaron los primeros socorristas, el primer talibán hizo detonar la carga que llevaba adosada a su cuerpo, y multiplicó los muertos y heridos de la detonación inicial.

Pocas horas luego de las explosiones, un portavoz del grupo Tehrik-i-Taliban asumió la autoría de esa organización en la masacre. "Este atentado se llevó a cabo para vengar el martirio de Bin Laden y la crueldad de las fuerzas de seguridad paquistaníes en las zonas tribales", afirmó el talibán Ihsanullah Ihsan, en diálogo telefónico con algunos medios. Muchas de las víctimas procedían precisamente de esas regiones.

Ihsan advirtió a los paquistaníes que no permitan que sus hijos se alisten en las fuerzas militares o paramilitares. "Estamos planeando más ataques. Pronto van a ver hechos aún más grandes a las fuerzas de seguridad, porque se han aliado con los estadounidenses", agregó.

Testimonios directos
Permanecer en grupo es siempre peligroso. Los suicidas tienen como objetivo esencial las fuerzas de seguridad. "Nuestros instructores nos habían dicho que no debíamos permanecer en grupo, pero estábamos tan contentos", se lamentó Gul Momin, de 21 años, herido en una pierna.

Su compañero Hidayat Noor, de 25 años, tiene destrozados parte del cuello, una pierna y la espalda por la metralla. "Cuando abrí los ojos, todo estaba destruido, vi a cadetes gritando y pidiendo ayuda; era horrible, un baño de sangre", afirmó.

Las relaciones entre Islamabad y Washington se encuentran más dañadas que nunca desde que Estados Unidos mató a Bin Laden, en una operación no informada previamente. La desconfianza es ahora grande entre ambos países desde que quedó claro que el terrorista vivió en Pakistán durante años. (Especial/DPA/Reuter)

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