Con fervor patrio
CON EL PONCHO. La pequeña disfrutó de los excelentes números folclóricos. Después llegó Charly. LA GACETA / FRANCO VERA CON EL PONCHO. La pequeña disfrutó de los excelentes números folclóricos. Después llegó Charly. LA GACETA / FRANCO VERA
10 Julio 2010
RISAS Y MIMO AL PASO.- No sólo en la plaza Independencia se vivía un clima de fiesta. También en las calles adyacentes a la Casa de Gobierno todo era algarabía. En 25 de Mayo, casi frente al templo de San Francisco, un payaso brindaba su show improvisado y hacía reír a todos los que pasaban por el lugar. Con su cara pintada de blanco al estilo de Marcel Marceau, el mimo perseguía a la gente con chistosos movimientos y hacía las delicias de los más pequeños.

LOS VENDEDORES HICIERON SU AGOSTO.- Los que decididamente ganaron con la fiesta popular fueron los vendedores ambulantes. Muñecos con luces fosforescentes, juguetes a pilas, paracaídas luminosos, sandwiches, bebidas de todo tipo y hasta globos con consignas patrias fueron algunos de los productos ofrecidos en las adyacencias de la Casa de Gobierno. "Vendí más hoy que en toda la semana", destacó Ricardo con una sonrisa.

COMO EN UN CAMPING.- Mientras esperaba el inicio del recital, un grupo de adolescentes formó una improvisada ronda en el centro de la plaza Independencia y, entre mate y tortillas, todos contaban anécdotas de los últimos recitales a los que habían asistido.

UNA PRUEBA EN LA INTIMIDAD.- Ayer a las 15, mientras las miradas estaban orientadas hacia el desfile en el parque 9 de Julio, los músicos que acompañan a Charly García probaron sonido en la plaza Independencia. "No soy un extraño" fue uno de los temas que tocaron.

IMPACIENCIA.- La plaza comenzó a llenarse a las 18. Pero como el recital se demoró a causa del desfile, el público que había llegado muy temprano comenzó a impacientarse. "¿Cuándo comenzará la fiesta?", gritaban a viva voz algunos desde la calle 25 de Mayo.

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