Según los opositores, ignoran sus proyectos en la Cámara

El Presupuesto General de la Provincia debería incluir las partidas de gastos de las comunas y los fondos fiduciarios provinciales y municipales, para que el Tribunal de Cuentas pudiera realizar el control preventivo, concomitante y posterior de esos fondos.
Complementariamente, tendría que crearse una Auditoría General Legislativa que se encargue de monitorear la administración del erario que hace el Poder Ejecutivo.
El Código de Procedimientos Penales de Tucumán debería ser ampliamente reformado y el concepto de violencia familiar debería extenderse también a una faz económica, y no sólo física y moral. A la vez, debería haber procesos penales sumarios para aquellos que fueron sorprendidos cometiendo un delito.
Todas estas propuestas se encuentran formalizadas como proyectos de ley por los legisladores de la oposición. Pero esas iniciativas, y muchas otras, siguen sin llegar al recinto. Sus autores acusan al oficialismo de "cajonear" sus propuestas, incluso cuando son de neto contenido social. Y coinciden en que el Gobierno no quiere mecanismos de control que den transparencia de la gestión pública.
En el alperovichismo refutan la acusación, y en el bloque Tucumán Crece advierten que, a menudo, la oposición promueve proyectos demagógicos.