EN REDES. “Tras casi ocho años de falta de acceso al mercado de financiamiento en dólares, el Gobierno vuelve a colocar un título”, posteó Caputo.
“No es deuda nueva. Es para pagar deuda vieja. Al poder refinanciar vencimientos cada dólar que compre lo podrá acumular. No sale desde enero de 2018. Los bonos son con legislación local”. Con esta frase, Luis Caputo, el ministro de Economía de la Nación, anunció la colocación de un bono denominado y pagadero en dólares (BONAR 2029N) bajo legislación local, cuyo vencimiento y amortización será el 30 de noviembre de 2029. Se trata de la primera colocación que la Argentina realiza en el mercado de dólares desde enero de 2018. El próximo miércoles 10, la Secretaría de Finanzas lo lanzará. Según el Palacio de Hacienda, los fondos obtenidos se utilizarán para cancelar parcialmente los vencimientos de capital de los bonos AL29 y AL30 previstos para enero próximo. Por ende, la operación a priori no implicaría un aumento de la deuda pública en dólares.
El movimiento se da luego del testeo realizado por las empresas locales y las provincias al apetito por “riesgo argentino” en los mercados, indica Ecolatina. Desde la victoria electoral y la fuerte compresión del riesgo país de la zona de los 1.000 puntos hacia los 650 puntos básicos, las firmas nacionales colocaron Obligaciones Negociables en dólares por U$S 4.000 millones en noviembre y llevan poco más de U$S 600 millones en los primeros cuatro días hábiles de diciembre. A esta mayor apertura se sumaron las provincias, siendo la primera Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) al colocar deuda en los mercados internacionales por U$S 600 millones en noviembre y ahora Santa Fe sumando otros U$S 800 millones en la semana, recuerda la consultora privada.
El mercado recibió con sorpresa el anuncio de Economía. El Palacio de Hacienda subrayó que la operación busca refinanciar parcialmente los vencimientos de capital de enero de dos bonos (por una cifra cercana a los U$S 1.187,5 millones) sin interferir con el proceso de fortalecimiento del balance del Banco Central.
¿Por qué el anuncio causó sorpresa? Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI), brindaron algunas explicaciones:
• En primer lugar, por el timing: se esperaba que la salida a los mercados internacionales se postergara hasta completar diciembre. En un escenario base, PPI no observa riesgos significativos para la acumulación de reservas que pongan en duda el pago de enero. En consecuencia, explican, es razonable pensar que el riesgo país podría retomar una trayectoria descendente y quebrar la actual lateralización en torno a 650 puntos básicos, lo que habría habilitado una refinanciación a tasas más bajas.
• Por otro lado, llama la atención que la estrategia oficial apueste por una duration (tiempo promedio para recibir flujos) relativamente corta. Desde la óptica de PPI, lo más lógico era que las próximas incursiones en moneda dura apuntaran al tramo largo de la curva esperando a que este tramo opere en rendimientos de un dígito. En este contexto, estimar el pricing (fijación de precio) se vuelve un ejercicio complejo, advierte. Si bien se trata de un soberano bajo ley local, el Tesoro apunta a fijar el precio de la nueva emisión sobre la curva soberana ley Nueva York. Para alcanzar una Tasa Interna de Retorno (TIR) del 10% en esa duration específica, el bono debería colocarse por debajo de la par, en torno a U$S 89,50 (Valor Nominal de 100).
“Las referencias de tasa para ese vencimiento son escasas. En rigor, bajo las condiciones actuales, si el bono fijara precio sobre la curva ley local, la tasa sería consistente con una TIR cercana al 11,5%. Sin embargo, no descartamos algún tipo de gran (e inesperado) inversor ancla internacional”, puntualiza. Por otra parte, aquellos que quedaron con dólares atrapados tras el endurecimiento de los controles de capital antes de las elecciones podrían ver en este instrumento una puerta de salida o una nueva oportunidad de arbitraje (en torno al 2,7% dada la brecha cambiaria actual). Otra de las hipótesis, según PPI, podría girar en torno a que esto podría tratarse de una emisión necesaria para obtener títulos que luego se usarían en una potencial operación de repo contra bancos privados internacionales.
Respecto de los montos a colocar, una alternativa para el Tesoro sería apuntar a refinanciar los vencimientos de deuda de enero. “Si nos centramos únicamente en los Bonares (Ley Local), estamos hablando de U$S 1.187 millones en concepto de capital. Si se incluyen todas las series de bonos Global (Ley Extranjera), la cifra asciende a U$S 2.695 millones en capital. El pago total (con los intereses) para ese período se acerca a los U$S 4.200 millones, de los cuales se puede asumir razonablemente que casi el 80% está en manos de inversores privados”, se explica desde PPI.
De acá al martes 10, cuando cierra la licitación, será clave seguir de cerca el movimiento del tramo corto de la curva para medir la reacción del mercado y afinar los escenarios de pricing.
Mercado cambiario en calma
Bonos en alza (en un promedio del 1%), un Riesgo País en descenso (se ubicó en los 627 puntos básicos) y hasta el dólar con cierto retroceso. En cambio, las acciones no salieron del terreno negativo. Esa fue la reacción del mercado tras el anuncio de la colocación de deudas en dólares. La calma cambiaria se profundizó en el mercado local y el dólar registró su tercera caída consecutiva gracias a la expectativa de un sostenido ingreso de divisas en el corto plazo, reforzada por el anuncio de colocación de nueva deuda en moneda estadounidense por parte del Gobierno. El oficial cerró en $ 1.460 para la venta según la cotización ofrecida en el Banco Nación, mientras que el “blue” operó en $ 1.435 para la venta. A su vez, el dólar mayorista concluyó la jornada con un descenso de $ 9, a $ 1.435 por unidad.
Características del bono en dólares
- El Bonar 2029 vencerá el 30 de noviembre de ese año.
- El cupón que ofrece el Tesoro es de 6,5%, pero el rendimiento final se acordará en la licitación.
- Pagará el capital íntegramente al vencimiento y abonará intereses semestrales, en mayo y noviembre de cada año.
- Se trata de una emisión de deuda local en dólares.
- Lo que se recaude se usará para cancelar una parte de los vencimientos de bonos de enero (U$S 4.200 millones).
¿Qué es lo que se espera de la emisión de deuda en dólares?
- El primer termómetro de la emisión de deuda será la oferta que reciba la Secretaría de Hacienda. De todas formas, Ecolatina no cree que esto se constituya en un problema, ya que contaría con inversores locales (hay que recordar que es legislación local) y apuntarán a capturar dólares “ociosos”, al tiempo que no ve al equipo económico lanzando una oferta antes de lo previsto por el mercado sin información respecto a la disposición de participar de los diferentes actores.
- En segundo lugar, será importante el precio de corte de la licitación (rendimiento del bono), lo que marcará el pulso del potencial costo de endeudamiento de cara a los vencimientos de deuda que se avecinan en el corto plazo.
- Asimismo, el ministro de Economía, Luis Caputo confirmó que se encuentra negociando un REPO con bancos por hasta U$S 7.000 millones. En una charla organizada por el diario El Cronista, el titular del Palacio de Hacienda comentó que el Banco Central tiene negociaciones avanzadas para llevar adelante esa operación con bancos privados.
- Esta operatoria ya se dio en enero (U$S 1.000 millones) y en junio de este año (U$S 2.000 millones), pero que todavía no tienen definido cuál será el monto final que adjudicarán. Asumiendo un rolleo (refinanciación de deuda) del 100% en la próxima emisión, una adjudicación de U$S 3.000 millones sería suficiente para cubrir los vencimientos de enero, argumenta la consultora privada.
- Pero la cuestión pasa acerca de los vencimientos previstos para julio del año que viene, que rondarán los U$S 4.200 millones y que estarían casi cubiertos de concretarse la operación por el monto total. Ecolatina cree que el equipo económico evaluará el apetito y la respuesta del mercado a esta primera aproximación, y en función de ello decidirá el REPO a constituirse con bancos privados.










