ROCKSTAR. Milei estuvo al frente de la “Banda Presidencial” y durante el acto interpretó temas de artistas de rock nacional e internacional.
En una noche cargada de simbolismo, mística y fervor militante, el presidente, Javier Milei, encabezó un acto masivo en el Movistar Arena de la Ciudad de Buenos Aires para presentar su último libro, La construcción del milagro. El evento, que tuvo más de las características de un show político y musical que de una presentación literaria tradicional, buscó inyectar adrenalina y confianza en la campaña libertaria de cara a las próximas elecciones del 26 de octubre.
Ante un estadio colmado de seguidores y acompañado por gran parte de su gabinete y aliados políticos, el jefe de Estado se mostró confiado y exultante. El acto sirvió como una suerte de catarsis y reencuentro del Presidente con sus bases, después de casi dos años de gestión marcados por desafíos económicos y reveses políticos.
“No aflojen, estamos a mitad de camino de cruzar el río”, exclamó el mandatario nacional en un mensaje directo a la militancia. Milei reconoció que, a la par de la gestión gubernamental, “hubo que mejorar el músculo político” ya que, según sus palabras, “no alcanza solo con la gestión”.
Modo artista
El punto de mayor impacto y sorpresa de la noche fue el show musical que precedió la alocución presidencial. Milei irrumpió entre el público, repitiendo un rito de su campaña de 2023, para subir al escenario vestido con un camperón de cuero negro. Tras un abrazo con su hermana Karina Milei, el Presidente “rugió” ante la multitud: “Toda la casta es de mi apetito”.
Acto seguido, el mandatario nacional se puso al frente de la “Banda Presidencial”, interpretando temas de artistas de rock nacional e internacional. En el escenario, lo acompañaron su biógrafo Marcelo Duclós en el bajo y Alberto “Bertie” Benegas Lynch en la batería, con la diputada Lilia Lemoine como una de las coristas.
Mensajes a la “casta”
Entre canción y canción, Milei no ahorró críticas y dardos hacia sus detractores, en particular al kirchnerismo, a quienes acusó de “operaciones” y de generar “miseria cultural”. “C5N va a decir que son todos extras”, bromeó el Presidente al inicio de su presentación musical, mientras las pantallas gigantes mostraban imágenes de incidentes pasados en el Congreso. La militancia, por su parte, se sumó a las críticas con cánticos contra figuras de la oposición.
El Presidente también dedicó un segmento de su show a un mensaje de apoyo internacional, pidiendo por el regreso de los israelíes secuestrados. “Israel es el bastión de Occidente”, remarcó, advirtiendo que no se permitirá la “xenofobia que está tratando de instalar la izquierda”. El cierre musical incluyó un homenaje a las víctimas del 7 de octubre, los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, entonando el inicio del tradicional “Hava Nagila” y culminando con el clásico “Libre”, de Nino Bravo, con un fondo de imágenes que iban desde la caída del Muro de Berlín hasta el fallecido fiscal Alberto Nisman.
Batalla cultural
En las primeras filas del público se pudieron observar a ministros y funcionarios de peso del gobierno, como Patricia Bullrich (Seguridad), Sandra Pettovello (Capital Humano), Lisandro Catalán (Interior) y Luis Petri (Defensa), además del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
Presentado por el portavoz, Manuel Adorni, el ideólogo libertario Agustín Laje tomó la palabra para emprender contra lo que denominó “dos décadas de miseria cultural del kirchnerismo”, elogiando la batalla cultural como una herramienta esencial para la “combate por las ideas de la libertad”.
Finalmente, el Presidente regresó al escenario para la parte más formal de la noche: la presentación de La construcción del milagro, una obra en la que repasa las principales medidas tomadas en sus casi dos años de mandato. El mandatario concluyó su mensaje agradeciendo al “triángulo de hierro”, compuesto por Karina Milei y Santiago Caputo, a los partidos que integran La Libertad Avanza (LLA) y a las llamadas “Fuerzas del Cielo”.
Tensión
Mientras el fervor se vivía dentro del estadio, las inmediaciones del Movistar Arena fueron escenario de escaramuzas entre militantes libertarios y opositores, identificados con el Movimiento Territorial de Liberación (MTL). Hubo incidentes en la Avenida Corrientes, que requirieron la intervención de la Policía.
Sectores de la oposición se manifestaron en las cercanías del microestadio con cartelería y cacerolas, expresando su repudio al Presidente y a su gestión. “El país se está incendiando y este tipo hace una fiestita para presentar un libro”, cuestionó un manifestante, que aseguró que existe un gran descontento con el oficialismo en los barrios y que la imagen del mandatario “decayó mucho”.










