“Hablar es la clave”: una psicóloga explica cómo abordar el tema del suicidio con los más chicos
El intento de suicidio de una niña de nueve años en la escuela Julio Argentino Roca conmocionó a los tucumanos y reavivó el debate sobre la necesidad de hablar de estos temas en las familias y en las aulas. La tragedia coincide con la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se recuerda cada 10 de septiembre, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio.
Según la OMS, más de 700.000 personas mueren cada año en el mundo por esta causa, y las cifras muestran un aumento preocupante en adolescentes y jóvenes.
“El suicidio es multicausal, no es un tema ajeno”
Silvana Contreras, psicóloga y presidenta de la Fundación Ariatna, dialogó con LA GACETA sobre las claves para abordar la problemática desde la prevención.
“Lo más importante es poder hablar. El suicidio sigue siendo un tema tabú, genera angustia y muchas veces preferimos evitarlo. Pero justamente necesitamos instalarlo en la familia como un tema de conversación. No podemos pensar que ‘a nosotros no nos va a tocar’ porque no hay un trastorno mental en casa. El suicidio es multicausal y complejo”, explicó.
La especialista insistió en derribar mitos y animarse a preguntarles a los niños y adolescentes qué piensan y qué sienten. “Ellos tienen información, saben lo que sucede en la comunidad. Si logramos escucharlos, podemos detectar señales a tiempo. Preguntar no provoca la idea, preguntar salva”.
Señales de alerta y cómo actuar
Entre los signos que deben llamar la atención, Contreras mencionó cambios bruscos en el estado de ánimo, aislamiento social, alteraciones en el sueño o en la alimentación. Pero aclaró que no todo aislamiento es igual.
“Si un chico está mucho tiempo en su cuarto, hay que observar si está conectado con amigos, jugando en línea o en contacto con otros. El aislamiento preocupante es el que implica quedarse realmente solo, sin vínculos, sin responder a los llamados ni participar de la vida social”, detalló.
Cuando aparecen dudas o señales, la psicóloga recomienda no improvisar respuestas apresuradas. “Los padres no tienen por qué saberlo todo. Una buena estrategia es decir: ‘No sé, investiguemos juntos’. Se puede consultar al pediatra, a un psicólogo o buscar información confiable. Lo esencial es abrir el diálogo”.
Bullying y entornos digitales
El caso de la niña de nueve años también volvió a poner en el centro la problemática del bullying y de ciertos juegos virtuales que exponen a los menores a desafíos dañinos. Para Contreras, ahí también es clave la palabra.
“Antes recomendábamos revisar los celulares. Hoy decimos: hablen. No podemos controlar 24 horas lo que hacen los chicos en internet, pero sí podemos educarlos como ciudadanos digitales. Enseñarles a relacionarse de manera segura, hablar sobre los riesgos y acompañar sus experiencias”.
La especialista remarcó que la prevención no es tarea exclusiva de la familia ni de la escuela. “El suicidio tiene un impacto brutal. No solo en la familia, también en los compañeros, en los vecinos, en toda la comunidad. Por eso todos tenemos una cuota de responsabilidad: padres, docentes, profesionales, medios de comunicación. Hablar y escuchar salva vidas”.
Recursos de ayuda
En Argentina, está disponible la línea 135 (CABA y Gran Buenos Aires) o el 011-5275-1135 para todo el país, atendida por profesionales del programa Contención y Prevención del Suicidio. También se puede recurrir al hospital más cercano o a dispositivos locales de salud mental.









