El caso de Hannah-Ireland Durando, una joven de 24 años, se volvió viral luego de contar cómo olvidar la letra de su canción preferida de Taylor Swift la llevó a descubrir que tenía un tumor cerebral. El episodio fue el detonante para que insistiera en recibir atención médica tras meses de sentirse diferente y no ser escuchada por los profesionales de salud.
Lo que empezó como una pérdida de memoria específica se transformó en un recorrido por distintos síntomas que incluían cambios en la conducta, fatiga constante y dolores de cabeza. Sin embargo, las primeras consultas médicas no dieron resultados: los especialistas subestimaron sus síntomas y le aseguraron que eran "normales en mujeres jóvenes".
Un diagnóstico inesperado tras el colapso
Todo cambió cuando, en agosto de 2024, Hannah se desmayó en su lugar de trabajo. Fue recién en ese momento que los médicos decidieron realizarle una tomografía. El estudio reveló un cavernoma, un conjunto de vasos sanguíneos anómalos no cancerosos, del tamaño de una pelota de golf en el lóbulo frontal izquierdo de su cerebro.
Esa zona del cerebro está directamente relacionada con el comportamiento, el lenguaje y la personalidad. Por eso, aunque no se trata de un tumor maligno, su ubicación impide que pueda ser extirpado quirúrgicamente sin riesgo de afectar funciones esenciales. La joven también sufrió una hemorragia cerebral, lo que aumenta significativamente las probabilidades de que vuelva a ocurrir un evento similar en el futuro.
A pesar de todo, Hannah mantiene una actitud reflexiva sobre lo que le ocurrió. “Pasé de ser una chica muy extrovertida y sociable a alguien completamente apagada. Llegó un punto en el que no me reconocía a mí misma”, contó en una entrevista con Wales Online.
La canción olvidada que encendió las alarmas
La pista que la hizo sospechar que algo no andaba bien fue olvidar la letra de "Haunted (Taylor’s Version)", una de sus canciones favoritas de Taylor Swift. “Fue un momento extremadamente difícil. Solía organizar noches de películas con mis amigos, hablar sin parar... y de pronto no podía ni cantar una canción que conocía de memoria”, explicó.
Su historia compartida en redes sociales y replicada en medios británicos no solo generó conmoción entre los swifties, sino que también puso el foco en un tema recurrente: la subestimación de los síntomas femeninos en el ámbito médico. Hannah confesó que muchos doctores descartaron su malestar inicial con explicaciones como estrés o cambios hormonales, lo que retrasó su diagnóstico.
Actualmente, vive con los riesgos que implica su condición, pero busca concientizar sobre la importancia de insistir cuando algo no se siente bien en el cuerpo. “Conozco mi cuerpo y sabía que no era yo. Si no hubiera insistido, quién sabe qué hubiera pasado”, concluyó.