De los nueve diputados tucumanos, siete votaron a favor del el decreto que habilita al Gobierno nacional a firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sólo los peronistas Carlos Cisneros y Pablo Yedlin se opusieron.
El liberal Gerardo Huesen (ex FR), Paula Omodeo (CREO), los radicales Mariano Campero y Roberto Sánchez y Agustín Fernández, Elia Fernández de Mansilla y Gladys Medina, los tres justicialistas ligados al gobernador Osvaldo Jaldo, aportaron sus votos al oficialismo nacional.
La votación terminó con 129 votos positivos, 108 rechazos y seis abstenciones. Adentro del recinto, la sesión que comenzó pasadas las 10 se desarrolló en un clima de hostilidad permanente, con gritos y chicanas entre oficialitas y opositores.
Las principales objeciones al decreto aprobado se centraron en que el Gobierno no informó el monto, ni el plazo ni el interés del nuevo préstamo a tomar con el FMI. Los opositores también recordaron que desde hace dos años no hay ley de Presupuesto.
Con este resultado, el DNU se asegura su vigencia (al menos mientras no diga lo contrario la Justicia), ya que la ley vigente establece que para dar de baja un instrumento de este tipo se requiere el rechazo de las dos cámaras del Congreso. El Senado, entonces, queda sin voz en el debate.
De los tucumanos que hablaron en el recinto, Omodeo aseguró que el Congreso debe enviar un mensaje claro de respaldo a la estabilización económica. “Me parece que la señal que le tenemos que dar desde el Congreso a los argentinos es que queremos normalidad, queremos dejarlos que vivan en paz”, afirmó.
“Venimos de 100 años, salvo excepciones, de déficit. Y ese gastar más de lo que tenemos se pagaba vía emisión monetaria, se pagaba vía vaciamiento del Banco Central”, explicó. Según Omodeo, este acuerdo con el FMI tiene una lógica distinta a la de otros préstamos. “Por primera vez en mucho tiempo tenemos las cuentas equilibradas. Y este acuerdo es totalmente atípico, porque no busca endeudarse para seguir gastando, sino que busca endeudarse para sanear las cuentas”, sostuvo. “Esto para nada es un cheque en blanco”, dijo.
El radical Sánchez criticó a Milei, pero apoyó el acuerdo: “Como decimos en el campo, el Gobierno viene como el pato criollo: a cada paso una cagada (sic). La pedimos que no tiren más de la cuerda porque se puede cortar, reencausen su gestión”. “Vamos a apoyar el DNU. Queremos que a la Argentina le vaya bien. Nosotros no vamos a poner palos en la rueda”, expresó. Sánchez sostuvo que el Gobierno viene cometiendo errores no forzados que impactan en la preocupación por la economía y los mercados. Mencionó al escándalo por las criptomonedas, a los cambios de rumbo en política internacional y a la cobertura de vacantes en la Corte por decreto. “La paciencia no es infinita, recalculen”, precisó.
En la vereda de enfrente, Yedlin tildó de “ilegal” el DNU enviado por el presidente Javier Milei. “Si quiere el Gobierno que apoyemos el acuerdo con el FMI, primero que genere el acuerdo. Segundo, que envíe el informe técnico y después que mande la ley que estamos acá para discutirla”, planteó en su exposición. “No nos aclaran cuánto es el monto, cuándo hay que devolverlo. Sólo que es para sostener al Banco Central. Qué garantías tenemos de que no empiecen a quemar esos dólares que lleguen. No tenemos un plan claro, ni siquiera un Presupuesto”, cerró el diputado.