
La frase del discurso pasó casi inadvertida para parte del público del acto oficial en el Parque Avellaneda en el que se presentaron vehículos y herramientas para mejorar el servicio de recolección de basura en San Miguel de Tucumán. Pero para la dirigencia, no. Frente a ministros, funcionarios provinciales y municipales y concejales, Osvaldo Jaldo afirmó que acompañará la gestión de Rossana Chahla institucional y políticamente durante los tres años de mandato que les quedan. Fue, además, la segunda vez que el gobernador y la intendenta capitalina se mostraron juntos en público durante los últimos 15 días. Una frecuencia poco habitual. Hasta ahora.
El jefe del oficialismo tucumano encendió el GPS electoral y está dando señales al justicialismo. Desde que volvió de sus vacaciones, el tranqueño expresó con sus acciones dos intenciones clave para el año de elecciones intermedias. Que pretende evitar internas y que buscará abroquelarse con las otras dos figuras relevantes del Partido Justicialista (PJ) y dejó en claro que la gestión será la médula de una campaña “a la tucumana”.
En estas semanas, Jaldo no sólo se reunió con Chahla sino que también lo hizo con el vicegobernador, Miguel Acevedo. Cuentan en los alrededores de su despacho, que no usó eufemismos ni indirectas en estos encuentros. Palabras más, palabras menos, les habría pedido que se involucren en el proselitismo y les habría manifestado que espera que trabajen a su lado ¿Hablaron de candidaturas? Algunos en la Legislatura y el Municipio dicen que sí; en la Casa de Gobierno afirman que no se mencionaron nombres específicos.
Chahla y Acevedo, en la Capital y en la Legislatura, ocupan los espacios de poder más relevantes después de la gobernación. Están bien posicionados en las encuestas de imagen y no han tenido sobresaltos en sus gestiones. Además, son figuras que estuvieron políticamente muy ligadas con el senador Juan Manzur. Y para Jaldo ese no es un dato menor. Al reunirlos, el gobernador comunicó que pretende estar por encima de todas las posibles divisiones y runrunes sobre la supuesta injerencia del ex gobernador en el plano local. Los que lo conocen interpretan que el tranqueño quiere transmitir a la tropa que el peronismo tiene que llegar unido a los comicios. Esto no implica que si alguna línea disidente decide plantarse, el mandatario no los invitaría a competir en las PASO o en internas partidarias.
En todas las vertientes del justicialismo en el país avizoran una contienda difícil para el peronismo y creen que en ningún distrito sobrará nada porque se polarizaría la competencia con La Libertad Avanza (LLA).
¿Con quién se sentaría eventualmente Jaldo a hablar de los posibles candidatos? Esa es una pregunta fundamental sobre el ejercicio del poder. Aunque el mandatario manifestó públicamente en LA GACETA PLAY que podría dialogar, mediante intermediarios, con autoridades nacionales de su partido como Manzur o Cristina Fernández, en el jaldismo tienen una sola respuesta. “Jaldo sólo debe hablar con Jaldo para definirlos”, bromean no tan en broma. Porque sí, el mandatario es el político mejor posicionado en la provincia y, además, las dos bancas de diputado que pone en juego el peronismo forman parte de su bloque dialoguista “Independencia”.
Otro mensaje que Jaldo dejó caer en los últimos días tiene que ver con la pluralidad en la integración de su equipo de trabajo. Se trata de la inclusión de Hugo Cabral como interventor del Instituto de la Vivienda. El arquitecto es un referente del kirchnerismo local, pero cuenta con mucha experiencia en gestión estatal en materia habitacional. Fue funcionario nacional en distintas áreas vinculadas con la temática durante el último Gobierno justicialista y tuvo que ver con el desembarco de las diferentes versiones del Procrear en la provincia. En la primera reunión de trabajo que mantuvieron esta semana, ambos trazaron metas. Proyectaron hasta mayo terminar 600 viviendas ubicadas en toda la provincia, entre ellas, la centena que se encuentra a medio hacer en Manantial Sur. Con fondos provinciales, avanzarán luego también con las licitaciones para nuevos emprendimientos.
Jaldo tiene previsto dejar que sus actitudes hablen al peronismo y seguirá esa línea. En resumen, lo que Jaldo necesitaría comunicar para abroquelar políticamente al PJ son los siguientes puntos:
-Que pretende un justicialismo unido y que cerrará filas.
-Que Acevedo y Chahla juegan en su equipo.
-Que si hay competencia interna, se definirá en las PASO o en internas partidarias.
-Que no azuzará divisiones.
-Que Manzur no tendrá relevancia.
-Que no hará un acuerdo con LLA.
-Que necesita retener las dos bancas en juego.
Definición clave
El gobernador va midiendo los tiempos y oteando de reojo hacia Buenos Aires por lo que viene. Sucede que la planificación de la estrategia comarcana dependerá de lo que suceda con el futuro de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Transcurrió la primera semana de sesiones extraordinarias en el Congreso sin demasiados avances sobre ese punto de la reforma política y la Rosada ve cómo se diluyen sus intenciones de eliminarlas en el corto plazo. Todo indicaría que entre las alternativas que podrían llegar a prosperar estarían las de suspenderse sólo por esta vez o las de quitarles el carácter de obligatorias.
De acuerdo con el cronograma electoral preliminar, si las PASO se concretan, serían el primer domingo de agosto. Si eso sucede, los precandidatos deberían formalizarse el 25 de mayo. Esto apuraría las decisiones en el tablero tucumano. Pero, si la instancia no se lleva a cabo, las discusiones electorales se pasarán recién para el segundo semestre. Los candidatos que competirán en las generales se deben presentar en septiembre y los comicios tendrían fecha para el 26 de octubre.
La agenda de la gestión
Como Jaldo decidió mantener su cercanía con la Nación, la provincialización de los comicios se convertirá en la estrategia fundamental de la campaña. Debe confrontar en las urnas a una gestión de otra fuerza que eligió como aliada. El discurso proselitista tendrá dos patas: en la necesidad de que los diputados que se elijan “representen los intereses de Tucumán” y la gestión. El gobernador seguirá enfocado en el trabajo diario en las diversas áreas del Estado. En los próximos días, al protagonismo lo tendrán las obras. Jaldo ya anunció que será el año en el que quiere que los convenios con la Rosada salten del papel a la realidad. Entre las prioridades están la renovación del Aeropuerto (la licitación pública se celebrará el jueves); el acueducto de Vipos y la doble terna de El Bracho, entre otras. Por otro lado, se están preparando las escuelas para el ciclo lectivo (700 edificaciones del interior y 300 de Capital).
La Casa de Tucumán
Tal como se informó en este espacio el domingo pasado, el representante de la Casa de Tucumán en Buenos Aires, Sisto Terán, dejó el cargo que ocupaba desde el inicio de la gestión, a fines de octubre del 2023. La renuncia formal del ex vicegobernador al cargo, que tiene rango de secretario de Estado, fue por “motivos personales”. Terán, un dirigente con basta experiencia en la función pública, no provenía precisamente del jaldismo. En el gobierno de Manzur había estado en la Unidad Ejecutora Provincial y en 2020, había sido designado por Alberto Fernández en la Unidad Norte Grande. En el 2022, cuando Manzur era Jefe de Gabinete, se había convertido en secretario de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación. Jaldo no definió aún su reemplazo, pero trascendió que optará por alguien que se reporte con su despacho y que esté capacitado para las tareas de coordinación. Querría aprovechar más ese sitio. Fuentes cercanas al primer mandatario detallaron que se auditará e inspeccionará la dependencia del Ministerio de Gobierno que dirige Regino Amado. En la Casa de Gobierno quieren saber en qué condiciones económicas y edilicias dejó Terán esa representación.
Jaldo prende el GPS electoral y da señales al peronismo, desde la gestión y la política.