Con Sava, Atlético Tucumán mejoró en ataque, pero concede mucho en defensa

Con Sava, Atlético Tucumán mejoró en ataque, pero concede mucho en defensa

El "decano" se destrabó en el sector ofensivo, pero todavía no encuentra solidez abajo.

Con Sava, Atlético Tucumán mejoró en ataque, pero concede mucho en defensa LA GACETA / Foto de Diego Aráoz

La llegada de Facundo Sava le cambió la cara a Atlético; eso es innegable. Lo reconocen los jugadores, lo reconocen los hinchas. Luego de dos primeros partidos bien adversos (0-3 ante Banfield y 1-4 ante Talleres), a partir del siguiente duelo (el amargo 2-2 con Independiente Rivadavia) el “decano” empezó una levantada en su rendimiento; algo que ya había exhibido contra el “taladro”, pese a la derrota.

Esa mejoría en el equipo llevó a que dejara atrás una de las estadísticas más negativas que arrastraba: la muy baja eficacia hacia el arco rival. Tras el gol de Mateo Coronel en la primera fecha en e l 1-1 ante Rosario Central, Atlético estuvo ocho partidos sin convertir, en lo que fue la peor sequía goleadora de su historia. El gol de Justo Giani, ante Talleres en Córdoba, pese a la goleada en contra le abrió el arco al “decano”. En los siguientes cuatro partidos, Atlético marcó 10 goles.

Con Mateo Bajamich en un gran momento y con el equipo aprovechando mucho más las oportunidades que genera en ataque, las preocupaciones por los goles a favor ya casi no están. Sin embargo, ahora la deuda se trasladó al arco propio: así como convierte seguido, a Atlético le hacen goles casi cada vez que le llegan.

Los dos primeros partidos de Sava, cuando el entrenador todavía estaba entrando en sintonía con el plantel, fueron un ejemplo muy claro: pese a la marcada superioridad que demostró durante buena parte del partido ante Banfield, recibió tres goles en poco más de media hora. El primero, el de Milton Giménez de cabeza tras un córner, fue el primer tiro al arco que había realizado el “taladro” en todo el juego. Y en las siguientes dos jugadas de ataque que tuvieron los de Julio Falcioni le volvieron a convertir.

En Córdoba contra Talleres pasó lo mismo. Luego de que le anularan un gol a Ramón Sosa por offside, Federico Girotti capturó un rebote abajo del arco y puso el 1-0 en el minuto 3 de partido. La “T” fue un torbellino en ataque ante un Atlético que tuvo su peor partido en defensa. Y no sólo fue efectivo (e incluso tuvo algo de fortuna en el segundo gol), sino que hasta le hizo precio a los dirigidos por Sava, que podrían haber recibido más de cuatro goles.

Ante Independiente Rivadavia, luego de un gran primer tiempo y de ceder algo de terreno en el primer tramo de la segunda mitad, el “decano” no pudo aprovechar la ventaja de dos goles. Otra vez, por una altísima efectividad del rival.

Luciano Abecasis, con un bombazo inatajable, descontó; y Fabrizio Sartori, de cabeza, puso el 2-2. Dos llegadas, dos goles para la “lepra”; igual a lo que le había ocurrido contra Banfield.

Con Defensores de Belgrano por Copa Argentina la historia fue distinta ya que el “dragón” casi no le generó y no le pudo convertir. Ante Independiente, José Devecchi atajó los tres remates que recibió en el primer tiempo, pero sobre el final de partido, minutos después de que el “rojo” errara un gol increíble abajo del arco, llegó el empate de los dirigidos por Carlos Tevez gracias a una pelota parada; en el primer tiro al arco neto en todo el segundo tiempo.

En el último partido, Gimnasia marcó también de pelota parada, en su primer ataque, gracias al cabezazo de Eric Ramírez. Después, el “lobo” no volvió a rematar al arco, y Atlético se encaminó a un triunfo que terminó siendo ajustado (3-2) porque, en su primera llegada en mucho tiempo a los 93 minutos, David Salazar encontró el descuento.

El análisis también se sustenta en base a las estadísticas. Desde que llegó el nuevo DT, a Atlético le patearon 21 veces al arco y le convirtieron 12 goles. Es decir, el 57% de las veces que le rematan al arco le convierten.

¿Esto significa que Atlético defiende mal? No necesariamente. En los últimos partidos, pese a algunas situaciones aisladas, Francisco Flores y Nicolás Romero se afianzaron en la zaga central. Agustín Lagos levantó su nivel en la banda derecha y Juan Infante se asentó por el lateral izquierdo. Eso se vio reflejado en las pocas oportunidades que el “decano” le brindó a sus rivales en los últimos partidos. Sí tendrá que evitar las desatenciones defensivas en jugadas específicas que el equipo termina pagando demasiado caro y, muchas veces, opacan el rendimiento sostenido previamente.

El déficit, entonces, no es tanto sistemático sino más bien en algunas jugadas concretas. Por un lado, es incuestionable que la pelota parada es uno de los principales (sino el principal) problema “decano”. Así como en ataque casi no la puede aprovechar (apenas uno de los goles que lleva en el año llegó por esta vía, y de segunda pelota), en defensa la sufre y mucho: de los 12 goles que le marcaron desde que llegó Sava, seis llegaron a través de una jugada de balón detenido; en cinco partidos diferentes.

Por otra parte, también hay cuota de responsabilidad de Devecchi. Incluso cuando no fue el responsable directo en la mayoría de los goles recibidos, el arquero todavía no encuentra la confianza y la seguridad que sí supo transmitir en sus últimos equipos. De hecho, prácticamente no tuvo atajadas “salvadoras” desde su llegada a 25 de Mayo y Chile y, en contraparte, sí tuvo algunos errores. Que recupere la confianza que lo llevó a ser uno de los mejores arqueros de la Copa de la Liga 2023 es uno de los desafíos para Sava.

Con la faceta ofensiva ya notablemente trabajada y mejorada, el cuerpo técnico deberá trabajar ahora en encontrar mayor solidez defensiva. En parte, la tarea se logró, aunque no termina de ser suficiente.

A Atlético todavía le convierten mucho para lo poco que le llegan, sobre todo en los últimos partidos. Eso lo llevó, muchas veces, a perder puntos; un “lujo” que, en el contexto actual, no se puede dar.

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