Triunfo de Los Pumas: una goleada necesaria que también dejó cuestiones a revisar

Triunfo de Los Pumas: una goleada necesaria que también dejó cuestiones a revisar

Triunfo de Los Pumas: una goleada necesaria que también dejó cuestiones a revisar

El saber popular advierte que a los partidos primero se juegan y después se ganan. Nunca al revés. Sin embargo, Los Pumas tenían bien en claro que contra Chile no bastaba con ganar: había que hacerlo bien, siendo contundentes en el juego y en el marcador. No sólo por la enorme diferencia de experiencia y roce internacional entre uno y otro equipo, sino porque era la única forma de recuperar la confianza, golpeada después de la caída ante Inglaterra en el debut y del poco convincente triunfo sobre Samoa.

¿Cumplieron? Sí, en toda regla. La diferencia de 54 puntos (59-5) se ajusta a lo que cabía esperar entre la mayor potencia rugbística de América y un Chile que recién está dando sus primeros pasos en el rugby de alto rendimiento y cuyo objetivo en Francia (su primer Mundial) era ganar experiencia a partir de las derrotas. Los Pumas debían ser protagonistas y lo fueron. La gran actuación de Nicolás Sánchez (que además acertó el 100% de sus siete intentos a los palos) fue uno de los puntos altos del equipo, así como el line (la formación más sólida en lo que va del Mundial, en buena parte por mérito de Guido Petti) y el maul. También tuvo un impacto positivo el regreso de Tomás Cubelli y el de Facundo Isa, con todo su poderío físico. Y también se puede destacar el buen estreno de Rodrigo Isgró y Martín Bogado.

Hasta ahí estamos bien. Sin embargo, y por antipático que resulte, el juego del seleccionado argentino sigue sin alcanzar ese pico de rendimiento que se requiere en un Mundial. Ha ido mejorando partido a partido, eso está claro, pero sigue sin tocar el techo que había logrado alcanzar en algunos tests del ciclo de Michael Cheika. Y contra Chile, la abultada cifra final maquilla que a Los Pumas les costó un poco más de lo esperado plasmar de manera definitiva su superioridad. De hecho, el 24-0 con el que se cerró el primer tiempo dejó gusto a poco, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta ese momento no se había alcanzado el bonus.

El buen trabajo defensivo chileno tuvo mucho que ver. Los Cóndores todavía tienen un largo camino por recorrer, pero corazón y físico tienen de sobra, y pueden jactarse de haber complicado a Los Pumas en los puntos de contacto. La cantidad de pelotas que pescaron en los rucks debe ser un llamado de atención. En algunos casos, los jugadores se aíslan y los apoyos tardan en llegar.

Ahora, la pregunta que deberán hacerse los entrenadores es qué equipo presentarán ante Japón: el de ayer, el de los primeros dos partidos o un mix de ambos. El viernes tendremos la respuesta.

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