Fin de año: claves para disfrutar de las fiestas sin terminar en una guardia

Fin de año: claves para disfrutar de las fiestas sin terminar en una guardia

¿Cuáles son las tres emergencias más comunes en Navidad y en Año Nuevo? Especialistas dan consejos para sortear los festejos del mejor modo posible.

Nochebuena, Navidad, Fin de Año y Año Nuevo. Son cuatro fechas que se agolpan en pocos días y que pueden dejar cualquier organismo al borde del colapso. Las fiestas de diciembre son especiales para los excesos. Pareciera que la premisa es comer y tomar mucho. A eso hay que sumarle que es momento de emociones fuertes y situaciones estresantes (Qatar incluido). Son días en que andamos a 1.000. Un combo que nos puede llevar directo al servicio de emergencias de un hospital. Teniendo en cuenta cuáles son las tres consultas de urgencias más frecuentes en esta época, aquí te damos algunos consejos para sortear las celebraciones del mejor modo posible.

Ojo con las comidas

Las comidas de fin de año pueden alcanzar las 8.000 a 9.000 calorías, cuando una dieta saludable por ejemplo es de 2.000 a 2.500 por día, aproximadamente. Los riesgos de comer excesivamente no solo nos hace aumentar de peso sino que también nos pueden llevar a una guardia hospitalaria.

Las intoxicaciones alimentarias de tipo gastrointestinales y por la ingesta de alcohol aumentan significativamente en las fiestas de fin de año. Pueden ocurrir por alimentos contaminados con microorganismos o virus -generalmente producto de una mala manipulación y/o conservación- o por las transgresiones alimentarias por el abuso de alimentos ricos en grasas, sal y azúcares, incluidos las bebidas con alcohol.

Eliana Rodríguez, que es nutricionista y codirectora de la Diplomatura en Obesidad y Trastornos de la conducta alimentaria de la Unsta, nos recomienda poner sobre la mesa comidas que sean frescas, teniendo en cuenta las altas temperaturas que tenemos en Tucumán. “Si bien en cierto que el pollo relleno o el vitel toné son recetas típicas para fin de año, hay que tener en cuenta que son platos pesados. Es preferible pensar en carnes asadas o al horno y acompañar con ensaladas de verduras crudas en lo posible”, aconsejó. Dos o tres buenas ensaladas son saciadoras y funcionan como una barrera de contención frente a los excesos, remarca.

Rodríguez también recomienda dejar para el desayuno o la merienda alimentos típicos como el pan de Navidad o el budín, y evitar que sean el postre de una comida copiosa. “También es importante, cuando vamos al súper, elegir productos que tengan harina integral y chocolate amargo. Si los podemos hacer en casa, mucho mejor”, señala.

Por otro lado, según la experta, es bueno evitar las golosinas híper calóricas, como el turrón o el maní con chocolate. Y hay un dato más: estas golosinas a veces son “rompedientes”. Pueden amargar la noche a más de un niño o adulto, y obligarlos a buscar una guardia odontológica en el peor momento.

“En esta época del año es importante conservar la cadena de frío. Muchas veces en las fiestas dejamos alimentos sobre la mesa y eso causa que se desarrollen microorganismos que luego provocan las conocidas gastroenteritis. Ingerir y guardar las comidas en la heladera es lo ideal”, explica. Y agrega que es bueno tomar mucho líquido, en especial agua.

Finalmente, Eliana apunta que no debemos dejar de hacer actividad física, ya que estar activos nos hará sentir menos pesados y disfrutar de las fiestas sin que esto tenga un fuerte impacto en la balanza. “Creo que es importante priorizar los vínculos, los encuentros y no buscar el placer solo a través de la comida”, concluye.

El tránsito, un riesgo

Las ambulancias de la Dirección de Emergencias de la Provincia también se mueven mucho más durante las fiestas de fin de año. El alcohol en exceso, el estrés acumulado y los festejos, combinados con la conducción, suelen ser muy peligrosos. Según estadísticas del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), en diciembre se produce el 20% más de accidentes que en el resto del año.

Claudio Artaza Saade, perito en Seguridad Vial y secretario de la Fundación Alerta en el Camino, señala que en primer lugar es necesario tomar conciencia de que vivimos y transitamos en una de las provincias con la mayor tasa de fatalidad en siniestros viales. Esta es, de hecho, la primera causa de muerte en jóvenes de 14 a 35 años.

Uno de los consejos más importantes que da, para estas fiestas, es la conducción a la defensiva. “Esto significa prever errores ajenos y riesgos en el camino, que hoy son los baches y obras mal señalizadas”, apunta. También sugiere organizar mejor las compras y, sobre todo, abandonar la tensión propia de estas fechas a la hora de conducir y desplazarse. “Es una fiesta; no la transformemos en su antítesis”, remarca.

Estos son, además, algunos de los consejos que también da el Cesvi:

- No beber ni una sola gota de alcohol si vamos a manejar. Se necesita un tiempo prudencial para eliminar el alcohol del cuerpo. El hígado elimina aproximadamente entre 0,15 y 0,2 gramos de alcohol ingerido por hora. Así, es posible deducir que dos vasos de vino, y los efectos que el alcohol genera, se eliminan aproximadamente en un período cercano a las tres horas.

- Es importante saber reconocer a los conductores ebrios. Ante la duda, en estas épocas y sobre todo de noche, conviene ceder el paso incluso cuando tengamos el derecho a pasar. Es necesario concentrarnos en la conducción pensando en el error que va a cometer el otro conductor. Por tal motivo también se recomienda mantener una distancia prudencial al vehículo que antecede para poder anticipar y evadir maniobras bruscas.

- Otro factor a tener en cuenta son los peatones que tomaron de más. Estos no miran para cruzar, realizan conductas fuera de lo común y pueden ponerse en riesgo de ser atropellados

- Si todo el grupo tomó alcohol, se recomienda viajar en taxi o en remis. Otra posibilidad puede ser la de dormir en el lugar donde se realizaron los festejos. Es importante evitar desplazarse en el momento más caótico del tránsito.

- Hay que tener en cuenta que a ciertas horas de la madrugada los cruces pueden convertirse en tierra de nadie. El horario de regreso de los jóvenes que fueron a alguna discoteca o fiesta privada es un verdadero peligro. Conviene frenar en todas las esquinas aunque no haya semáforos.

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