Un atentado suicida reivindicado por Estado Islámico deja siete muertos en Kabul

Un atentado suicida reivindicado por Estado Islámico deja siete muertos en Kabul

El ataque ocurrió frente a la embajada de Rusia en Afganistán, pero el edificio no sufrió daños.

FRENTE A LA EMBAJADA DE RUSIA EN AFGANISTÁN. Un atentado suicida reivindicado por Estado Islámico deja siete muertos en Kabul. FRENTE A LA EMBAJADA DE RUSIA EN AFGANISTÁN. Un atentado suicida reivindicado por Estado Islámico deja siete muertos en Kabul.
05 Septiembre 2022

Siete personas murieron a raíz de un atentado suicida frente a la sede de la embajada de Rusia en Kabul, capital de Afganistán. Se trata del primer ataque a una misión extranjera desde el retorno al poder de los talibanes, el año pasado. El atentado suicida fue reivindicado por el grupo yihadista Estados Islámico (EI).

Además del atacante, murieron dos empleados de la embajada y cuatro ciudadanos afganos.

"Un combatiente del grupo activó su cinturón explosivo durante un encuentro al que asistían empleados rusos", indicó el grupo yihadista mediante un comunicado publicado en Telegram.

Horas antes, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a la prensa que se trataba de un atentado terrorista inaceptable.

Voceros del Ministerio de Relaciones Exteriores de Afganistán confirmaron la muerte de dos empleados de la embajada después de que el atacante se inmolara cerca de la entrada de la sección consular.

Anunciaron, además, la apertura de una investigación y advirtieron: "las autoridades no permitirán que los enemigos saboteen las relaciones entre ambos países con acciones tan negativas".

Varios afganos que esperaban para acceder a estos servicios resultaron heridos, señalaron fuentes de la policía de Kabul.

Desde que los talibanes regresaron al poder, la violencia en Afganistán disminuyó en gran medida, pero varios atentados con bomba -algunos, dirigidos a comunidades minoritarias- sacudieron el país durante los últimos meses; muchos de ellos fueron reivindicados por EI.

Al igual que con otros ataques recientes, los servicios de seguridad de los talibanes acordonaron rápidamente el área e impidieron que los medios filmaran cerca del lugar.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, dijo que se tomaron medidas inmediatas para reforzar la seguridad en la embajada, situada en una de las calles principales de Kabul que lleva al edificio del parlamento.

El ataque pone en entredicho a los líderes talibanes, que durante meses alentaron a los países extranjeros a reabrir sus misiones diplomáticas en Kabul, asegurando que la seguridad estaba garantizada.

El año pasado, durante la caótica recuperación del poder por parte de los talibanes, la embajada de Rusia fue una de las pocas que permaneció abierta mientras la mayoría de los países cerraron sus legaciones y evacuaron al personal.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, condenó el atentado y transmitió su pésame a las familias de las víctimas.

La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (Unama) dijo que el atentado enfatizaba la necesidad de que las autoridades de facto tomen medidas para garantizar la seguridad de las personas y las misiones diplomáticas, según un mensaje en Twitter.

El viernes, un atentado suicida en una de las mezquitas más grandes del oeste de Afganistán, en la ciudad de Herat, mató al menos a 18 personas, incluido un influyente imán.

El clérigo Mujib ur Rahman Ansari, que había pedido decapitar a quienes cometieran incluso el "más mínimo acto" contra el gobierno, murió en ese ataque.

Se trata del segundo clérigo protalibán que muere en una explosión en menos de un mes, después de que Rahimullah Haqqani falleció en un ataque suicida en su madrasa de Kabul.

Varias mezquitas en todo el país han sido atacadas este año; algunas, en atentados reivindicados por EI.

El 17 del mes pasado, al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando una explosión destruyó una mezquita llena de fieles en Kabul.

El grupo EI atenta principalmente contra comunidades minoritarias, como los chiitas, los sufíes y los sijs.

Aunque el EI es un grupo islamista de confesión sunita, como los talibanes, ambos son rivales y difieren mucho en cuanto a su ideología.

Según el Gobierno, el grupo EI ha sido derrotado, pero los expertos aseguran que sigue siendo el principal reto de seguridad para los nuevos responsables islamistas del país.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios