Un niño de 13 años mató de un escopetazo a su amigo en Misiones

Un niño de 13 años mató de un escopetazo a su amigo en Misiones

La Policía investiga el caso para determinar si fue accidental como dijeron los padres del autor del disparo.

Un niño de 13 años mató de un escopetazo a su amigo en Misiones
06 Agosto 2021

Un niño de 13 años le pegó un escopetazo a un amigo en la cabeza y lo mató. El hehco ocurrió en un paraje de Misiones, denominado Deseado. Es una zona de ambiente selvático, donde sucedió el caso. 

Un chico estaba manipulando la escopeta y por motivos que se investigan le disparó un balazo a otro menor que estaba cerca. La Policía investiga si fue a propósito o si simplemente se trató de una fatalidad. 

Manipular un arma

El informe policial detalla que un niño de 13 años mató accidentalmente de un disparo en la cabeza a un amigo adolescente de 16, cuando manipulaba una escopeta en una casa de la localidad misionera de Andresito.

 Según los investigadores, el hecho ocurrió cerca de las 22 de anoche en una vivienda del paraje Deseado, en el norte de la provincia. El niño que hizo el disparo quedó a disposición de la justicia de menores. 

La escena del crimen

Los efectivos de la comisaría de la Unidad Regional V llegaron al lugar alertados por vecinos, y constataron la muerte de un muchacho identificado por las iniciales G.E.M. Según fuentes policiales, la División Criminalística se encargó de preservar la escena y secuestró el arma utilizada.

La madre del niño de 13 años y cuidadora de la finca le dijo a la Policía que su hijo se encontraba manipulando el arma en un dormitorio de la vivienda y que accidentalmente le habría efectuado un disparo en la cabeza a su amigo. Los pesquisas intentan determinar si esa versión es verosímil.

La indagatoria

El Juzgado Correccional y de Menores de El Dorado intervino en la causa, dispuso ante los progenitores del autor del disparo la notificación de la causa por homicidio y que permanezca detenido hasta mañana, cuando deba prestar declaración indagatoria. El cuerpo de la víctima fue entregado a sus padres para el velatorio y posterior inhumación.

La gran mayoría de las muertes accidentales de niños que reciben disparos tienen lugar en los hogares. El 50% en la casa de la víctima y otro 40% en lo de algún pariente o amigo. La mera presencia de un arma de fuego en el ámbito doméstico aumenta notablemente las posibilidades de este tipo de desenlace.

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