Por Claudia Nicolini
04 Agosto 2021
NO SON INOCUOS. Aunque sean medicamentos de venta libre, no es bueno usarlos sin supervisión médica.
“¿Alguien tiene un ibuprofeno, que me duele mucho la cabeza?”. ¿Cuántas veces hiciste/escuchaste esta pregunta? Muchas, ¿verdad? No sos la única persona; claro. Pero en estos casos, lo del “mal de muchos” no es consuelo de tontos; es un problema de salud, y un problema grave.
“Los antiinflamatorios no esteroides (Aines), es decir, los medicamentos habitualmente usados para tratar el dolor y la inflamación, pueden aumentar el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y presión arterial alta”, destaca, contundente, a LA GACETA Gustavo Paterlini, docente de Clínica Médica de la Facultad de Medicina de la UNT y vicepresidente de la Sociedad de Cardiología de Tucumán.
Esto ya es bastante grave, pero hay más...
Masivo y sin receta
Es muy serio, porque el uso de Aines es altísimo en todo el mundo, y nuestro país no es la excepción: ya en 2019, un estudio realizado por la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) mostraba que los medicamentos de mayor consumo por parte de la población argentina son los analgésicos/antiinflamatorios, que -como agravante- son de venta libre: 6 de cada 10 personas que respondieron la encuesta los habían consumido. Y esto no es todo: el nivel de autoprescripción es muy elevado: sólo la mitad tenía la indicación de uso emitida por un profesional de la salud. Y la tendencia seguía en aumento...
“El riesgo se incrementa independientemente de si ya se tiene una enfermedad cardíaca o no, aunque es mayor en personas que la tengan”, aclara por su parte en un comunicado Rekha Mankad, especialista en cardiología no invasiva de la Mayo Clinic de Rochester, Estados Unidos, y destaca que el riesgo no lo genera sólo el ibuprofeno; también el diclofenac (es incluso mayor en este caso, según estudios) y el naproxeno.
Evaluación periódica
¿Y esto aparece así, después de tantos años?, pueden llegara preguntarse, lectores... Pero la respuesta es algo así como “no es de extrañar; y es bueno que haya ocurrido...”. Esta advertencia es efecto de lo que se conoce como vigilancia farmacológica.
“La FDA (nota: Food and Drug Administration; es la agencia reguladora alimentos y medicamentos de EE.UU.) no sólo autoriza en su momento el uso de medicamentos, o de vacunas, como ahora con la Covid-19, sino que realiza evaluaciones periódicas de su seguridad -explica Paterlini-. Y desde 2015 lanza serias alertas respecto de efectos adversos cardiovasculares por consumo sostenido de ibuprofeno, diclofenac y otros Aines...”.
Ese riesgo -añade- existe para todos, se tenga o no antecedentes.
Consumo no eventual
¿Cómo saber si te estás poniendo en riesgo o no? Esa cuestión -explica Paterlini- depende de una combinación entre de qué droga se trate, de lo prolongado del uso y de las dosis.
“Es importante tener en cuenta que pueden producirse efectos secundarios graves apenas transcurridas las primeras semanas de uso continuo de un antiinflamatorio no esteroide”, señala Mankad, y Paterlini especifica: “se considera uso sostenido el que se mantiene a lo largo de tres o más semanas; y por supuesto, cuanto mayores sean las dosis, mayor será el riesgo”.
Y -asegura- no hay que dejarse ‘tranquilizar’ por el hecho de que se trata de medicamentos de venta libre. “Eso es lo más preocupante; la gente los toma como si fueran agua... -señala-. Que una droga sea de venta libre no significa que se pueda tomar así como así”.
“La prescripción de cualquier medicamento debe hacerla un profesional de la salud; el objetivo es siempre que las dosis sean las mínimas y el tiempo de consumo, lo más breve posible”, añade y advierte: “el riesgo se eleva muchísimo si las personas tiene diabetes, obesidad, colesterol elevado o, simplemente, más de 40 años. Ni hablar si hay antecedentes de enfermedad cardiovascular”, resalta, preocupado.
Paliativos
Para ayudar a aliviar el dolor muscular o articular, Mankad propone dejar el uso de Aines como último recurso, e intentar antes otros tratamientos, como compresas calientes o frías, o fisioterapia.
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