26 Julio 2021
Una familia mendocina vino el fin de semana a vacacionar a Tucumán. Sus integrantes pasaron un pésimo momento cuando al llegar al hotel donde habían reservado no los dejaron pasar porque llevaban a un perro de asistencia para Julián, el niño que tiene síndrome de Angelman.
La familia viajó a San Miguel de Tucumán y quisieron hospedarse en el Hotel Embajador y no les permitieron quedarse, desconociendo e infringiendo la Ley Nacional 26.858, la que permite el libre acceso y deambulación de usuarios con perros de asistencia en cualquier espacio público y privado de acceso público de la Nación.
La familia llegó a la medianoche. Luego de un largo viaje desde Mendoza, y a pesar de mostrar la documentación pertinente y exigible por la Ley NO les permitieron quedarse dejándolos literalmente en la calle.
A esa hora no tenían donde más buscar hospedaje.
“Un perro de asistencia no es una mascota, es un integrante de la familia que cumple el rol de ayuda técnica para que esa persona o esa familia pueda tener una vida más accesible, autónoma e inclusiva”, Afirmaron desde Bocalán Argentina, la asociación civil sin fines de lucro que tiene como misión las intervenciones asistidas con animales y el entrenamiento y entrega de perros de asistencia. Los integrantes de Bocalán fueron, justamente, quienes hicieron pública esta situación.
Valeria, mamá de Julián, intentó en reiteradas oportunidades que el recepcionista se comunicara con sus superiores, en este caso la dueña del hotel. Según Valeria, la dueña se negó a comunicarse con ellos.
“Si hay disponibilidad en el hotel no se requiere reserva ni aviso para hospedarse con un perro de asistencia”, indicaron.
LA GACETA se comunicó con el hotel. El recepcionista señaló que no está autorizado para brindar declaraciones y que las personas a cargo sólo podían atender esta inquietud de la prensa de 8 a 14 horas.
Qué es el síndrome de Angelman
El síndrome de Angelman es un trastorno genético. Los síntomas consisten en el retraso del desarrollo psicomotor, epilepsia, discapacidad intelectual de nivel grave o profundo, una capacidad lingüística reducida o nula, escasa receptividad comunicativa, baja coordinación motriz, problemas de equilibrio y movimiento (ataxia).
Las personas con síndrome de Angelman suelen sonreír y reír frecuentemente, y tienen personalidades felices y excitables.
Harry Angelman fue el primero en describir la enfermedad en tres niños en 1965. En aquel entonces fue considerada rara. En 1987, se descubrió que alrededor de la mitad de los niños que presentaban el síndrome tenían una pequeña deleción del brazo del cromosoma 15 (15q), que principalmente es aportada de forma materna.
La historia de Julián es conocida en Mendoza
Quienes sufren este síndrome están mucho más acompañádos con perros de asistencia. Por ello, la familia de Julián apenas salió la ley que regulaba el acompañamiento de los animales, comenzó con los trámites para conseguirle una compañía al niño.
Así fue como luego de realizar varias visitas a Buenos Aires y a varios organismos, lograron conseguir a Atún, el perro que acompaña a Julián a sociabilizar y a la inclusión social.
El perro ayuda a Julián a bajarle niveles de ansiedad y, sobre todo, ayuda al niño a transitar por la calle, ya que lo acompaña cuando camina.
Escuchá en este video más detalles de la relación de Julián con Atún:
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