¡Argentina le ganó a Brasil y se consagró campeón de la Copa América!

¡Argentina le ganó a Brasil y se consagró campeón de la Copa América!

"Fideo" Di María marcó a los 21 del primer tiempo el único tanto de la final. Adiós a los 28 años de sequía.

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10 Julio 2021

¡Argentina campeón de América! Lionel Messi, el comandante, y su primera copa con la mayor. Adiós a 28 años de sequía. Lloramos todos... De alegría. Y sí, no es para menos. La Selección de Lionel Scaloni venció a Brasil por la mínima en el Maracaná y alzó el trofeo internacional, ese que tanto esperábamos. Ángel Di María fue el autor del único gol (y el más gritado). Claro, para llegar a esta gran emoción hubo previamente 90 minutos intensos.

Tal es así que el inicio de la gran final resultó intenso, con faltas al límite de ambos lados, como el planchazo de Fred a Montiel (lo dejó sangrando), que le valió una tarjeta amarilla; o la de Otamendi a Paquetá, similar, pero que no recibió amonestación por parte de Ostojich. Los roces llegaron hasta al banco de suplentes, donde se cruzaron los entrenadores Scaloni y Tite. Y... ¡Era una final!

Ninguno de los dos habían generado riesgo, hasta que a los 21 minutos De Paul soltó la pierna con un pase milimétrico al espacio que atacó Di María sobre la derecha. Y Fideo dibujó un globo excelso por encima de Ederson para abrir el marcador, tal como hizo en los siete partidos de la Copa América. La conquista, por su factura similar, hizo recordar al grito del mediocampista que le dio la consagración a la Selección frente a Nigeria en la final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

El gol le marcó el camino a Argentina. Porque a espaldas de Renán Lodi, Di María encontró territorio firme para lastimar, tal vez el único resquicio con continuidad que ofreció el primer tiempo. A los 32′, una réplica furiosa que inició en De Paul derivó en Messi, quien aceleró, gambeteó y remató de zurda: su intento se marchó apenas ancho.

El duelo sostuvo su suspenso, pero los conducidos por Scaloni lograron aire cuando consiguieron algunos oasis de tenencia, a partir de la inteligencia de De Paul o los estiletazos de Paredes. Sin embargo, casi no sufrió en el área de Martínez. Algún titubeo en la pelota parada le dio alguna esperanza a Brasil. Lo concreto: Argentina llegó dos veces y sacó ventaja. Y mantuvo la concentración, el celo en las marcas y el orden con mucho sacrificio, al punto que lo mejor de Messi estuvo en el esfuerzo por participar activamente de la presión.

Tite jugó fuerte en el entretiempo: hizo ingresar a Roberto Firmino, atacante, por Fred. Eso denunció un cambio de postura, más agresiva, por parte del local. Y empezaron a llegar las situaciones para el dueño de casa. Primero, con el gol anulado por offside a Richarlison. Luego, con el tapadón de Dibu Martínez, también al punta del Everton de Inglaterra. Con mayor movilidad y Neymar en posición de enganche, de frente a la jugada, hizo más daño.

El tiempo pasó y las situaciones se hicieron constantes. Pero Argentina aguantó y aguantó, a puro corazón, con tapodenes de Dibu Martínez. Hasta se animó a jugar y tuvo una clara Messi. Y así llegó hasta el pitazo final y a la obtención de esta copa, la que tanto queríamos y necesitábamos. El Diego, seguramente, desde allá arriba estará feliz. Como todos nosotros. ¡Argentina campeón!

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