Un acusado por el abuso sexual tendría una condena

Un acusado por el abuso sexual tendría una condena

La denunciante se presentó ayer a declarar. También se le realizó una pericia médica. Piden un informe de reincidencia de los imputados.

MANIFESTACIÓN. Con una gran convocatoria de gente, pidieron justicia en Burruyacu por dos jóvenes que denunciaron casos de abuso sexual.  MANIFESTACIÓN. Con una gran convocatoria de gente, pidieron justicia en Burruyacu por dos jóvenes que denunciaron casos de abuso sexual.

“Mi hija está como puede, no puedo decir que se encuentre bien porque vivió una cosa espantosa. Si puedo decir que hoy está mejor por el apoyo y la contención que ha recibido”, señala Érica cada vez que alguien le consulta por el estado de su hija A.. Y es que su hija tuvo el valor de denunciar haber sufrido un calvario a manos de tres hombres que habrían abusado de ella durante una fiesta en Burruyacu. Uno de los acusados sería hijo de un ex intendente de esa ciudad. Ayer la joven declaró en cámara Gesell ante la Justicia y no se guardó nada.

Anticipo jurisdiccional

“Fue algo muy difícil para ella, pero estuvo muy bien, muy sólida a la hora de declarar lo que había vivido. Fue una jornada extenuante, que empezó a las 13 y terminó a la 17.30”, señaló el abogado Gustavo Morales, quien litiga la querella de A. y quien la acompañó para que realizara todas las medidas dispuestas por la Justicia en el día de ayer.

El profesional explicó que la declaración se presentó como anticipo jurisdiccional de prueba, es decir, un testimonio que se toma de manera excepcional cuando se considera que el declarante puede correr algún tipo de riesgo. “Las razones fueron debidamente acreditadas para solicitar esto. En este caso, pedimos que se tuviera en cuenta que los imputados tienen poder político y económico, y además porque habrían intentado tentarla con un soborno para que no denunciara”, detalló. De esta manera la joven no tendrá que volver a declarar hasta el momento del juicio oral.

Las defensas de algunos acusados habrían planteado que no se diera lugar al anticipo jurisdiccional durante la primera audiencia, sin embargo el juez Gonzalo Ortega rechazó ese planteo.

Pericia médica

El itinerario de A. comenzó temprano en la morgue judicial debido a que debía realizarse una pericia médica de informe físico que constatara la existencia de lesiones y la data de esas lastimaduras. El estudio intentará demostrar si aun existen elementos que acrediten el abuso sexual en manada que la joven habría sufrido el sábado 6 de marzo.

“Una médica especialista revisó a la víctima hoy, a los resultados no los conocemos aún. Estamos a la espera”, señaló Morales.

La madre de la joven de 23 años la acompañó todo el tiempo. Vinieron a primera hora desde la ciudad del este tucumano y la progenitora la esperó afuera de cada institución.

Otra querella

El tiempo que transcurrió desde el momento del hecho hasta el día de la pericia médica no pasa por alto para la parte acusadora. Ocurre que A., cuando se presentó a denunciar la violación, fue examinada por un médico de la Policía como está establecido, sin embargo en el informe no se habría acreditado ninguna lesión.

“Vamos a iniciar una querella criminal contra los facultativos que han intervenido en la primera pericia para que se les inicie el sumario administrativo correspondiente. ¿Cómo puede ser? Hay un testigo, amigo de los acusados, que se presentó espontáneamente a declarar porque no quería quedar involucrado. Ese joven contó que vio hasta el labio partido de esta chica ¿y la Policía no?”, sostuvo. Añadió que la imputación sería por una presunta violación a los deberes de funcionario público.

Morales agregó que le solicitará nuevas medidas a la fiscal María del Carmen Reuter, de La Unidad especializada en Delitos Contra la Integridad Sexual I. Entre ellos, pedirá un informe de reincidencia, dado que uno de los acusados tendría una condena de pena condicional por una causa de violencia de género.

Detalles del hecho

Según la denuncia, el sábado 6 de marzo A. accedió a ir a tomar una cerveza con uno de los acusados. Fueron a un bar situado frente a la plaza principal de Burruyacu y de allí pasaron luego a una fiesta clandestina que se celebraba en casa de un conocido en común de ambos. En determinado momento de la noche, la joven pidió recostarse porque no se sentía bien. Fue entones que el joven con el que había salido, y luego otros dos, habrían abusado de ella. A. incluso acusa que una persona se presentó en su casa días después y le habría ofrecido dinero, una propiedad y asistencia psicológica si desistía de denunciar el hecho.

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