Liga Tucumana de Fútbol: la pasión sigue intacta

“Todos queremos lo mismo: volver a jugar”. Darío Zamoratte, presidente de la Liga Tucumana de Fútbol, está entusiasmado. Se nota en cada palabra, en cada movimiento. La autorización por parte de las autoridades sanitarias de la provincia para el regreso a los entrenamientos no es la culminación de una búsqueda incesante que se prolongó durante los últimos meses. Es el punto de partida para comenzar a transitar un largo y difícil camino, con la pelota como protagonista, en el que seguramente irán apareciendo obstáculos que deberán sortearse. Los dirigentes comenzaron a reunirse para ir delineando la temporada y las dudas comienzan a desaparecer. Las ganas por volver a competir superan claramente a los temores generados por la pandemia y a los problemas económicos que arrastran las instituciones. De no mediar inconvenientes, las competencias oficiales de Inferiores, Femenino y Fútbol Sala comenzarán a mediados de marzo, mientras que Primera A y Primera B empezarán jugar un mes después, en la segunda o tercera semana de abril.

“Queremos recuperar el año perdido y para eso necesitamos que se jueguen muchos partidos”, sostiene Zamoratte. A partir de la respuesta positiva de casi todos los clubes afiliados la idea es programar una temporada normal, con competencia oficial en todos los niveles. En las principales categorías habrá dos ascensos a la Primera A, pero sólo un descenso a la B. También se pondrán en juego tres plazas  para el torneo Regional Amateur del próximo año.

Los 31 equipos de Primera A -si todos confirman su participación- serán distribuidos en tres zonas teniendo en cuenta la ubicación geográfica para reducir gastos. Los mejores pasará a jugar la zona Campeonato por el título y dos lugares en la competencia del Consejo Federal. El resto, para no quedar parado, disputará un repechaje para definir el descenso y como premio, el ganador se beneficiará con la tercera plaza para el Regional Amateur.

La ayuda oficial es clave

“El esfuerzo va a ser muy grande. Vamos a gestionar la ayuda del Gobierno. Si queremos salvar al fútbol tucumano tenemos que jugar como sea. Un club no puede tener sus puertas cerradas dos años seguidos porque el daño sería irreversible. Si eso sucede, muchos pueden desaparecer y no debemos permitirlo” advirtió el dirigente.

Algunos clubes ya comenzaron a entrenarse. Otros lo harán desde mañana. San Martín tiene a Floreal García como entrenador del equipo liguista y a Jacinto Roldán a cargo de la Reserva. Central Norte comenzó la preparación con el experimentado Ricardo Rodríguez (ex técnico de Atlético y de varios clubes del ascenso afista), mientras que San Pablo comenzó con Gabriel Fernández como entrenador del plantel superior y un cuerpo técnico que se completa con Federico Roldán (ayudante de campo), Mariano Smetana (preparador físico), Juan Pablo Páez (video análisis) y Hernán Villafañe (entrenador de arqueros).

Mañana comienza la preparación de Estación Experimental con Eduardo Romano como entrenador. Walter Abregú será el ayudante de campo y Daniel Roldán, el preparador físico.

Miguel “Tigre” Amaya es la gran apuesta de Ñuñorco. El entrenador buscará armar un equipo que sea protagonista junto con su hermano Daniel, como principal asistente. Por su parte, Rodolfo Díaz será el técnico en Bella Vista acompañado por los preparadores físicos Emanuel Parra y Alvaro Carrasco.

Esta temporada marcará la vuelta a la máxima categoría de Atlético Concepción, que tras su participación en el Regional Amateur volverá a practicar esta semana. San Lorenzo de Delfín Gallo, Estación Experimental  y San José también regresan a la gran cita.

La pandemia causó mucho daño, pero la pasión sigue intacta en el fútbol tucumano.